Sevilla estudia cobrar a los turistas por visitar su monumento más icónico: la Plaza de España

Sevilla estudia cobrar a los turistas por visitar su monumento más icónico: la Plaza de España

La Plaza de España de Sevilla es uno de los lugares más visitados de la capital andaluza. El conjunto monumental, obra del arquitecto Aníbal González, fue construído con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1929, y desde entonces se ha convertido en uno de sus enclaves más emblemáticos.

Su atractivo estilo, que combina elementos renacentistas y mudéjares, ha servido de ambientación para películas y series fantásticas como 'Star Wars' o 'Juego de Tronos' y clásicos como 'Lawrence de Arabia'. Por sus arcos se han paseado estrellas de la talla de Natalie Portman o Peter O’Toole, y también los decenas de miles de fans que se acercan a sacar un selfie en los escenarios de sus estrellas favoritas.

El conjunto monumental de la P****laza de España y el parque de María Luisa destaca por su buen estado de conservación, cuyo peso recae en gran medida en las arcas municipales. Ahora, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quiere que los visitantes compartan el esfuerzo con el pago de una tasa para acceder al recinto.

La Plaza de España de Sevilla ha sido esceneario de numerosas producciones cinematográficas
La Plaza de España de Sevilla ha sido esceneario de numerosas producciones cinematográficas - Pixabay (CC)

Con una entrada de 3 euros por visitante el Ayuntamiento podría recaudar hasta 9,5 millones al año, puesto que el 80% de los cuatro millones de turistas que viajan a la capital andaluza visita la Plaza de España, según cálculos del consistorio.

Sanz insiste en que la entrada será gratuita para los sevillanos y que la recaudación será dedicada exclusivamente a tareas de conservación, pero la propuesta ya ha sido recibida con recelo por los agentes turísticos de la ciudad, urbanistas y el propio Gobierno de España, que comparte junto a las autoridades regionales la titularidad del recinto.

Privatización del espacio público

Para muchos, cerrar la Plaza de España supondría la privatización de un espacio público que debe ser accesible para todos.

**"**Privatizar el espacio público no puede ser la respuesta para el cuidado y preservación de la Plaza de España de Sevilla, una joya cultural que pertenece a todos y a todas. Desde luego, el Ministerio de Hacienda no se va a prestar a ello" aseguró la ministra de Hacienda María Jesús Montero, de quien depende la unidad de Patrimonio del Estado.

El alcalde de la ciudad ha asegurado que el mantenimiento del recinto no puede sufragarse únicamente con los impuestos de los sevillanos, y ha reclamado a la Dirección General de Patrimonio del Estado la creación de una unidad de gestión que asuma los costes de conservación.

La recaudación de la tasa, según la propuesta del ayuntamiento, sería compartida entre ambas administraciones y haría posible poner en marcha un servicio de vigilancia 24 horas para evitar los frecuentes actos de vandalismo que sufre el recinto histórico.

Ante la previsible negativa del Gobierno central, el Ayuntamiento ha reclamado a la administración del Estado cinco millones de euros, que evitarían la aplicación de la tasa turística municipal.

El caso de la Plaza de San Marcos en Venecia

Otras ciudades europeas ya han tratado de establecer tasas turísticas que permitan la conservación de los monumentos, así como controlar la masificación turística.

Venecia, que recibe al año 30 millones de turistas, pretende cobrar 5 euros a los visitantes que no pernoctan en la ciudad a partir de esta primavera, aunque el plan de cerrar el libre acceso a espacios públicos emblemáticos, como la P****laza de San Marcos, fueron finalmente desechados debido a la fuerte oposición de los ciudadanos.

En Barcelona, el acceso al Parque Güell, diseñado por Gaudí, permaneció durante años sujeto al pago de una entrada, y en la actualidad su visita es gratuita pero requiere de una cita previa para entrar en el recinto.

Baleares, de la misma forma, cobra una tasa que se incluye en el precio de los alojamientos para sostener el sobrecoste de los servicios que implica la llegada de cientos de miles de personas en la temporada turística.