El “Sevens” regresa a Hong Kong ganándole su partido a la covid

Pekín, 3 nov (EFE).- Hong Kong se ha preparado para acoger de nuevo, tras más de tres años de ausencia por la pandemia, las Series Mundiales de Rugby Siete “con todos los elementos que hacen al ‘Sevens’ especial” a pesar de las medidas anticovid.

El torneo se ha disputado desde 1976 de manera ininterrumpida -ni el SARS de 2003 lo paró- gracias a un “almuerzo de borrachos” para comercializar una marca de tabaco, la serie de esta modalidad del balón ovalado disputado entre equipos de siete integrantes es uno de los principales eventos deportivos que se organizan en la ciudad semiautónoma.

De empezar con apenas tres mil espectadores hace más de 40 años hasta albergar a 40.000 en las últimas ediciones dentro de un ambiente digno de un carnaval, este 4 noviembre supone un nuevo comienzo desde que la antigua colonia británica fuera testigo de esta competición el 7 de abril de 2019.

¿COVID “SEVENS”?

La celebración del torneo después de tres años y con hasta cinco cancelaciones relacionadas con la covid entre medias traerá cierto alivio a la ciudad, incluso si los recordatorios de la pandemia son visibles en todas partes.

El 30 de julio, las autoridades locales dieron luz verde a los organizadores para poder llevar a cabo una competición que según la Federación de Rugby de Hong Kong (HKRU, siglas en inglés), cuánto “más tiempo” tardase en organizarse, “mayor sería la posibilidad de que desapareciera para siempre”.

El aforo del Estadio de Hong Kong, donde se llevarán a cabo los partidos, se reducirá hasta un 85 % del total, y solo podrán asistir aquellos que “a través de la aplicación de la ciudad para la covid” demuestren estar vacunados, a la entrada presenten una prueba de antígenos rápida realizada el mismo día, y, sobre todo, lleven mascarilla.

Esta última prenda creó controversia, no tanto por ella, sino porque para asegurar su uso al principio se iba a prohibir la venta de comida o bebida en el recinto para evitar que las personas se la quitaran.

Una decisión que bajo las presiones de los aficionados y organizadores se consiguió abolir, a cambio de contar en las gradas con “vigilantes” cuya misión será recordar constantemente entre trago y trago a los allí presentes que deberán colocarse las mascarillas debidamente.

EL RESPIRO ECONÓMICO

A pesar de todo, Robbie McRobbie, el director ejecutivo de la HKRU, se apresuró a afirmar que “todos los elementos que hacen que los ‘sevens’ sean especiales van a estar ahí”.

Estas declaraciones las realizó durante el sorteo de los grupos para el torneo, que se llevó a cabo el 23 de septiembre en un evento en la Bolsa de Hong Kong cargado de simbolismo que vincula la economía de la ciudad, su paulatina vuelta a la normalidad y su 'fin de semana más entretenido'.

Cuando se supo que en noviembre Hong Kong acogería la apertura de la nueva temporada de las series mundiales, la urbe exigía una cuarentena de una semana para los viajeros venidos del extranjero.

Pero desde el 26 de septiembre se ha impuesto el “0+3”, en el que, a la llegada a la región, solo se necesitarán tres días de monitoreo, lo que ha abierto las puertas a la posible llegada de seguidores venidos de fuera.

Una noticia que ayudará a paliar los tres años de sangría económica para la HKRU, que en entre 2020 y 2021 ha obtenido pérdidas valoradas en más de 250 millones de dólares hongkoneses (31,9 millones de dólares, 32 millones de euros), un duro golpe teniendo en cuenta que el 95 % de su presupuesto se sustentaba en el torneo.

La venta de entradas alcanzó las 30.000 unidades, con los precios congelados de 2019 y un pase de tres días para adultos valorado en 1.950 dólares de Hong Kong (248 dólares, 250 euros).

Para McRobbie, el simple hecho de organizar el torneo es un triunfo y, aunque admitió al diario local South China Morning Post que la federación no podía darse el lujo de perder dinero organizándolo, se conformarían con cubrir los gastos.

UN EVENTO DEPORTIVO COLORIDO

Todo para reunir a 16 selecciones, entre las que se encuentran como permanentes esta temporada de las series mundiales Argentina, subcampeona en Hong Kong en la edición de 2004, España y la debutante como miembro fijo Uruguay.

Tres combinados hispanohablantes rodeados de potencias en el balón ovalado como Nueva Zelanda, Sudáfrica, Fiyi o Australia, e incluso la debutante Gran Bretaña, surgida de la unión de Inglaterra, Escocia y Gales con el afán de fortalecer su equipo para los Juegos Olímpicos, cuya modalidad de rugby es la disputada con siete jugadores.

Una pelota que se pateará de vuelta en la antigua colonia británica a partir del viernes, con la esperanza de ver las gradas repletas de disfraces y un ambiente de fiesta, con el permiso de la covid y el tifón Nalgae, que se espera que toque tierra en Hong Kong hoy.

Guillermo Benavides Moine

(c) Agencia EFE