¿Puede el Servicio Secreto proteger a Trump? Aumenta la presión tras segundo intento de asesinato

El Servicio Secreto de Estados Unidos ya atravesaba un período de agitación después que un joven de 20 años de Pennsylvania intentó asesinar al ex presidente Donald Trump este verano. Pero un segundo intento, en el campo de golf de Trump en West Palm Beach el domingo profundizó las dudas y preocupaciones sobre si la agencia está a la altura de la tarea de defender a los líderes del país, que ahora enfrentan una cantidad sin precedentes de amenazas.

En dos ocasiones en dos meses, los posibles asesinos lograron acercar armas largas a cientos de metros del ex presidente, un alcance y un estilo de arma que harían totalmente factible un disparo mortal.

Si bien el agresor de Pennsylvania logró dispararle a Trump y le rozó la cabeza con una bala, las fuerzas del orden no tenían claro el domingo si el agresor de Florida pudo disparar. Todo lo que la agencia pudo decir públicamente en las primeras horas posteriores al incidente fue que sus agentes habían disparado contra el posible agresor después de ver el cañón de su fusil asomando entre los arbustos frente al lugar donde Trump estaba jugando en los primeros nueve hoyos de su campo de golf.

Pocas horas después del evento, un grupo bipartidista de legisladores que lidera un grupo de trabajo que investiga el primer intento de asesinato solicitó una sesión informativa del Servicio Secreto sobre el segundo intento de asesinato de Trump, emitiendo una declaración con cierta reserva y alarma.

“Estamos agradecidos de que el ex presidente no haya resultado herido”, dijo el presidente del comité, “pero seguimos profundamente preocupados por la violencia política y la condenamos en todas sus formas”.

En una conferencia de prensa que detalló el incidente el domingo por la tarde, el sheriff del Condado Palm Beach, Ric Bradshaw, sugirió que Trump recibiría más seguridad si todavía fuera el presidente en funciones, a pesar del ataque más reciente en Butler, Pennsylvania, y de que él es candidato para el cargo en el otoño.

“Él no es el presidente en funciones”, dijo Bradshaw. “Si lo fuera, habríamos rodeado todo el campo de golf. Como no lo es, la seguridad se limita a las zonas que el Servicio Secreto considera posibles”.

Cuando se le preguntó por qué era posible un segundo intento de asesinato contra Trump, un representante del Servicio Secreto en la conferencia de prensa señaló que “el nivel de amenaza es alto”.

“Hemos aumentado la cantidad de activos que apoyamos”, añadió. “Vivimos tiempos peligrosos”.

Mayor seguridad

Después del tiroteo de Butler, el Servicio Secreto aumentó el personal del ex presidente, agregando efectivos para incluir capacidades tácticas y de contraataque. Trump ha reducido el número de eventos al aire libre, a pesar de estar en el apogeo de la temporada de campaña, y ahora habla dentro de un protector de vidrio a prueba de balas cuando se dirige a multitudes al aire libre.

La agencia también agregó activos y nuevos protocolos en torno al actual presidente y vicepresidenta, Kamala Harris, la candidata demócrata que se enfrentará a Trump en las elecciones de noviembre.

“Ya no puedo salir entre multitudes, el Servicio Secreto no me deja”, dijo el presidente Joe Biden a los periodistas a principios de este mes. “Dijeron que era porque era demasiado peligroso. Nadie puede salir”.

No está claro si a Trump le han advertido sobre los posibles riesgos de seguridad que implica el uso de su club de golf su frustración ante la sugerencia de que Trump podría estar recibiendo menos seguridad sólo porque ya no está en el cargo.

“A estas alturas, el hombre ya ha recibido un disparo”, dijo el representante federal Carlos Giménez, republicano del sur de Florida que visitó el lugar del tiroteo de Butler junto con otros miembros del Congreso en julio. “A duras penas logró escapar con vida. Es candidato a la presidencia de Estados Unidos, fue presidente, ¿y esa es la excusa que dan? Si fuera presidente, ¿lo protegerían mejor? Eso es inexcusable”.

El senador republicano Lindsey Graham de Carolina del Sur, aliado de Trump que habló con él poco después del incidente, escribió en las redes sociales que se requerirá un cambio fundamental en el Servicio Secreto en el futuro.

“Es imperativo que saquemos al Servicio Secreto del Departamento de Seguridad Nacional y lo devolvamos al Departamento del Tesoro, donde tenía más atención”, dijo Graham. “Es hora de aumentar los recursos”.