Servicio migratorio mexicano "en el límite" por presión de migrantes a EEUU
Por Gabriel Stargardter y Julia Edwards TAPACHULA, México/WASHINGTON (Reuters) - México tiene problemas para contener el flujo de migrantes de América Central que cruzan el país para llegar a Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales en ese país, causando preocupación en Washington, que evalúa enviar agentes para ayudar. En 2014 México reforzó su frontera sur, luego que una ola de niños centroamericanos migrantes hacia Estados Unidos disparó una crisis política en esa nación. El año pasado México detuvo más de 190,000 migrantes, más del doble que en el 2012. Pero datos oficiales vistos por Reuters muestran que este año han sido detenidos menos migrantes en México, pese a que las capturas en la frontera estadounidense se han disparado. La baja en capturas frustra a funcionarios estadounidenses que consideran que México puede hacer más, según una fuente familiarizada con las discusiones internas sobre el tema en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) de Estados Unidos. La migración ilegal está en el centro de un feroz debate entre los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos, en el cual el precandidato del Partido Republicano Donald Trump prometió que de ser electo deportará a millones y construirá un muro a lo largo de la frontera con México. Por su parte las autoridades del país latinoamericano dicen que el Instituto Nacional de Migración (INM) está trabajando a toda su capacidad para resolver el problema, pero que sólo tiene una fracción de los recursos de sus pares de Estados Unidos. "Estamos en el límite de recursos", dijo a Reuters el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de México, Humberto Roque Villanueva. El número de familias detenidas cruzando entre México y Estados Unidos se disparó en 122 por ciento de octubre del 2015 a abril del 2016 frente al mismo lapso previo, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos. El número de menores de edad detenidos viajando solos se elevó en 74 por ciento. La mayoría son originarios de Guatemala, Honduras y El Salvador. Pese a esas alzas, menos migrantes son detenidos en su tránsito por México. Durante el mismo lapso, el país detuvo y deportó cerca de un cinco por ciento menos de personas que en 2014/2015. En lo que va del año, han sido detenidos un 3.5 por ciento menos menores solos. El DHS evalúa enviar más agentes al sur para entrenar a sus pares mexicanos para detectar y seguir a traficantes de personas y detener migrantes que cruzan su frontera con Guatemala, según un documento interno obtenido por Reuters. El representante estadounidense Henry Cuellar, miembro del subcomité de asignaciones de seguridad nacional del Congreso estadounidense, dijo que los funcionarios del DHS esperan ayudar a México a fortalecer su frontera sur. "Cuando trabajas todo el tiempo a máxima velocidad y no tienes todos los recursos porque tu misión principal es combatir a los cárteles de la droga, sí, te vas a ver sobreexigido", dijo Cuellar. El portavoz del DHS Daniel Hetlage declinó comentar sobre si consideran enviar más personal a México, pero dijo que tanto ellos como el CBP tienen una "excelente" relación con el INM. Roque Villanueva atribuyó el aumento de los migrantes a que las personas han hallado nuevas rutas. Comentó que no sabe de ningún plan estadounidense para mandar refuerzos y que ya hay agentes de ese país en la frontera sur, aunque solo para capacitación. FRONTERA POROSA En el 2014, México lanzó su "Plan Frontera Sur" para reforzar controles fronterizos, registrar a los migrantes e impedirles el uso de la peligrosa red de trenes conocida como "La Bestia". Pero los viajeros se adaptaron rápidamente. Elisabel Enríquez, vicecónsul de Guatemala en Tapachula, dijo que los traficantes ahora rentan camiones para enviar a los migrantes a través de todo el país hasta la frontera estadounidense, un viaje de 2,000 kilómetros, por hasta 8,000 dólares por persona. Dos de esos camiones fueron detenidos en semanas recientes, dijo, uno atiborrado con 115 personas y el otro con 60. Algunos migrantes piden inmediatamente asilo al llegar a México. Una vez que reciben una visa de refugiados, pueden viajar por el país sin temor de ser deportados, dijo Irmgard Pund, que dirige el albergue de inmigrantes de Belén. En lo que va del año las peticiones de asilo ante la agencia de refugiados mexicana COMAR han aumentado en 150 por ciento frente al 2015, y podrían llegar a 10,000 al cierre del año, dijo Perrine Leclerc, jefa de la oficina el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Tapachula. El aumento de las familias enfilando hacia el norte se debe en parte a una decisión de una corte estadounidense en el 2015 que limitó el tiempo que puede mantenerse detenidas a madres y niños, que causó la impresión errónea de que pueden quedarse en el país, según funcionarios estadounidenses. La sequía en Centroamérica también ha aumentado la presión para emigrar, mientras que otros intentan llegar a Estados Unidos antes de un eventual triunfo de Trump, en caso de que mantenga sus promesas de campaña y se haga más difícil cruzar. El presupuesto del INM en el 2015 fue de 4,140 millones de pesos, unos 228 millones de dólares, menos de un dos por ciento de lo solicitado por el CBP de Estados Unidos para el 2016. Estados Unidos ha triplicado sus efectivos fronterizos durante la administración del presidente Barack Obama, hasta 60,000 personas, mientras que el INM tiene 5,383 empleados. Roque Villanueva dijo que la caída de los precios del petróleo, una importante fuente de ingresos para México, dificulta dar más recursos al INM, pero afirmó que México y Estados Unidos siguen trabajando para reforzar la frontera sur. "La preocupación de los norteamericanos no es tanto cuántos centroamericanos están pasando, si no que no vaya a pasar alguien que tenga la menor posibilidad de ser un terrorista", comentó. (Reporte de Gabriel Stargardter, traducido por Tomás Sarmiento)