Serbia ha espiado de forma ilegal a rivales políticos y periodistas, según Amnistía Internacional
BELGRADO, Serbia (AP) — El servicio secreto y la policía de Serbia han espiado a periodistas y activistas de oposición instalando un software espía en sus celulares, según dijo el lunes Amnistía Internacional.
El reporte del organismo, respaldado por declaraciones de personas que dicen que sus celulares fueron pirateados en los últimos meses, señaló que el software se ha utilizado para desbloquear dispositivos y tomar capturas de pantalla en secreto, así como copiar listas de contactos, que después se subieron a un servidor controlado por el gobierno.
El reporte, titulado “Una prisión digital: Vigilancia y la supresión de la sociedad civil en Serbia”, indicó que la policía serbia y la Agencia de Información de Seguridad (BIA) utilizaron el spyware para infectar dispositivos mientras sus propietarios estaban detenidos o eran entrevistados por la policía.
“Nuestra investigación revela cómo las autoridades serbias han empleado tácticas de represión digital y tecnología de vigilancia como instrumentos de un control más amplio del estado y represión contra la sociedad civil”, indicó Dinushika Dissanayake, subdirectora regional de Amnistía Internacional para Europa.
La policía serbia dijo en un comunicado que el reporte de Amnistía era “absolutamente incorrecto”, aunque también añadió que “otros cuerpos policiales de todo el mundo utilizan la herramienta forense de la misma forma”.
La agencia serbia de espionaje indicó en su sitio web que “trabaja exclusivamente de acuerdo a las leyes de la República de Serbia”.
“Por lo tanto, no podemos siquiera comentar las absurdas alegaciones de su texto (de Amnistía InternacionaI), al igual que normalmente no comentamos contenido similar”, indicó BIA.
El documento de AI se publicó mientras el presidente, Aleksandar Vučić enfrenta uno de los mayores desafíos tras más de una década de gobierno cada vez más autocrático, con protestas crecientes contra el gobierno que por el momento han sido en su mayoría pacíficas.
Las protestas están lideradas por alumnos de universidad y activistas opositores tras el derrumbe el mes pasado de una cornisa de concreto en una estación de tren del norte del país, que mató a 15 personas el 1 de noviembre.
Muchos en Serbia creen que la corrupción rampante y el nepotismo entre funcionarios estatales derivó en una reforma chapucera del edificio, que formaba parte de un proyecto ferroviario más amplio con compañías estatales chinas.
Vučić ha acusado a los servicios de inteligencia occidentales, ONG y medios extranjeros de librar una “guerra híbrida” en contra de su persona y el país al financiar las protestas de forma ilegal.
El Centro de Belgrado por la Política de Seguridad, una ONG, condenó con firmeza el uso indebido de tecnologías digitales de espionaje por parte de las autoridades y exigió una investigación inmediata, transparente e independiente sobre las acusaciones de IA. También pidió que se procesara a los responsables en la policía y la BIA.
“En un país donde las protestas civiles crecen en tamaño, y el descontento con el régimen se está volviendo más grande, estas prácticas suponen un ataque directo a libertades fundamentales, incluido el derecho de asamblea pacífica, libertad de expresión y el derecho de asociación”, indicó el comunicado del grupo.
Serbia, que oficialmente aspira a entrar en la Unión Europea, ha ido tendiendo lazos con Rusia y China, lo que incluye a sus agencias de inteligencia, en lo que según las autoridades es una colaboración contra las llamadas “revoluciones de colores”, protestas callejeras contra regímenes represivos.
___
La periodista de Associated Press Jovana Gec contribuyeron a este despacho.