Sentenciarán a madre que mató a su hija incapacitada y trató, sin éxito, de suicidarse

Desesperada, una madre decidió acabar con la vida de su hija incapacitada y con la suya propia. Para Bonnie Liltz y su hija Courtney parecía que no había ya un camino que no fuera el del sufrimiento y el abandono. Y ante la perturbadora posibilidad de que su hija se quedara sola y en la indigencia si Liltz fallecía primero a causa de los males que la aquejaban, la madre tomó una decisión drástica y mortal.

Ella decidió matar a su hija y luego matarse ella misma en su vivienda en las cercanías de Chicago. Pero la historia tuvo un desenlace algo distinto al que Liltz se había planteado.

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Bonnie Liltz, en la corte en la que se declaró culpable del homicidio involuntario de su hija adoptiva Courtney. (AP)

Como relata el periódico The Washington Post, en mayo de 2015 Liltz se encontraba ante una situación crítica. Su hija adoptiva Courtney, de 28 años y afectada de parálisis cerebral y diversas discapacidades físicas y mentales, dependía por completo de su madre para sobrevivir, pues requería asistencia incluso para comer e ir al baño. Pero Liltz temía que, por las enfermedades intestinales y otros males que ella misma padecía, podría fallecer antes que su hija, dejándola en el abandono.

Una prueba de esa terrible posibilidad se dio años atrás cuando, narra el Post, Liltz tuvo que ser internada en un hospital para enfrentar un cáncer. Mientras tanto, su hija fue llevada a una institución pública y cuando la madre salió del hospital y fue a recogerla, la hallo en una esquina del lugar, sucia y con el pelo y la ropa mojados en saliva. Luego, cuando el médico le dijo a Liltz que sus padecimientos intestinales requerían tratamiento urgente y ella se descubrió un día en su cama cubierta en restos fecales tras haber sufrido diarrea por la noche, el panorama se le ennegreció aún más.

Liltz, al parecer, sintió que no había esperanza para ellas y en mayo de 2015 decidió terminar con todo de una vez. La idea de dejar desamparada a su hija le era intolerable y prefirió que todo se precipitara al mismo tiempo para ambas. La madre entonces preparó un coctel con fuertes dosis de medicamentos y le dio a beber a Courtney una parte de la pócima a través del tubo con el que se le alimentaba. Liltz bebió luego el resto para suicidarse, y se pasó el rudo trago con una copa de vino.

Ambas mujeres cayeron inconscientes. La hermana de Liltz las halló tendidas en la cama y madre e hija fueron llevadas de emergencia a un hospital. La joven Courtney falleció nueve días después pero Liltz sobrevivió. Las autoridades la acusaron del asesinato en primer grado de su hija.

El proceso legal de la frustrada suicida por la muerte de su hija tuvo intensidad. El padre de Liltz calificó a la fatídica decisión de su hija como “un acto de amor”, de acuerdo al periódico Chicago Tribune, y su hermana dijo que el castigo de Liltz es “echar de menos a Courtney todos los días”.

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Bonnie Liltz, acompañada de un abogado, espera su sentencia. Podría pasar hasta 14 años en prisión. (AP)

Pero muchos, según al Post, rechazaron la noción de que Liltz actuó por cariño o compasión, pues si bien los padres de personas que no pueden valerse por sí mismas sufren al pensar qué será de ellos cuando falten, no por eso deciden matarlos y matarse. Con todo, Liltz planteó que en ese momento la única opción que veía era que ambas se fueran juntas. Y hace unos días, relató el Tribune, al acudir a la corte Liltz dijo que “le gustaría echar el reloj atrás”.

Liltz, de 56 años, se ha declarado culpable de homicidio involuntario y con ello logró aminorar los cargos severos que pesaban en su contra. El juez emitirá su decisión la próxima semana y Liltz podría pasar hasta 14 años en prisión. Pero posiblemente recordará toda su vida el momento en que ella y su hija apuraron el trago fatal, y el instante en que ella, y solo ella, abrió los ojos y comprendió que no estaba con Courtney en el otro mundo.

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