"Sentía que me quemaba toda por dentro"

YECAPIXTLA, Mor., octubre 4 (EL UNIVERSAL).- María Magdalena Garcés López y su madre Serafina López tienen como huésped al mosco transmisor del dengue. Viven al lado de una barranca en la comunidad de Los Reyes, cerca de la cabecera municipal, y en su opinión, es el punto de multiplicación del zancudo.

Primero enfermó la abuela, le siguió su hija y después dos menores de edad de 13 y 10 años. Como pudieron sortearon los dolores en huesos, cabeza, ojos y el salpullido en los brazos: "Sentía que me quemaba toda por dentro", dice María Magdalena.

Su madre, doña Serafina, padece de osteoartritis y, por lo tanto, sus síntomas fueron más fuertes porque sus articulaciones están inflamadas, explicó su médico particular. "No me podía mover, ni dar el paso", señala la mujer.

La recomendación del médico fue tomar paracetamol y sueros; ellas agregaron agua de coco, jugos de betabel y muicle, que es una hierba que dicen, sirve como desintoxicante, digestivo, antipirético y antibiótico.

Magdalena y Serafina acudieron con un médico particular en la farmacia de la esquina, quien les pidió extremar precauciones porque a diario recibe hasta 15 pacientes con síntomas de dengue.

Las afectadas también acudieron al Centro de Salud para pedir fumigación y colocación de abate en su casa. A los cuatro días se presentaron los brigadistas. También pidieron fumigar la calle, pero los responsables respondieron que sólo tenían indicaciones de nebulizar la casa y tal vez la de al lado. Después de la fumigación el esposo de Magdalena comenzó con el cuadro del virus.

En Zahuatlán, comunidad próxima a Los Reyes, Manuel Palma comenzó con dolor de pies, cuerpo cortado, pero pensó que era una simple gripa, realizó sus actividades normales y tres días después falleció a los 60 años. Le dio dengue hemorrágico.

En el centro de Yecapixtla también fallecieron una niña de primero de secundaria y doña Glafi, cuyos padecimientos fueron idénticos al dengue, refirieron algunos vecinos.

Estas muertes no fueron reconocidas ni certificadas por la Secretaría de Salud de inmediato porque de acuerdo con su personal, primero deben ser estudiadas.