Semana Santa en la playa. Más que otoño parece primavera: sol, buena temperatura y hasta la posibilidad de meterse en el mar

Algunos turistas disfrutaron del mar y las olas, la mayoría tuvo que usar protector solar para permanecer en las playas de Chapadmalal
Algunos turistas disfrutaron del mar y las olas, la mayoría tuvo que usar protector solar para permanecer en las playas de Chapadmalal - Créditos: @Mauro V. Rizzi

MAR DEL PLATA.- Quizás no deslumbre la cantidad de gente que llegó, que es muy importante, celebrada, pero lejos de un récord. Esta vez lo que deja a todos contentos es que esta Semana Santa llegó en la costa atlántica con perfil primaveral y, en pleno abril, permite ver playas concurridas y con turistas en el mar. Un tardío, inesperado, pero más que bienvenido bonus track de verano.

Ese buen tiempo es en gran medida responsable de este repunte en la cantidad de arribos que se dio desde los feriados para mejorar esa expectativa previa moderada, que hasta el miércoles pasado quedaba reflejada con reservas de alojamiento entre 70% y 80% según el destino de playa en el que se consultara.

Todo el circuito de localidades balnearias de la zona bonaerense disfruta de muy buenos niveles de ocupación. Valorados aún más porque este es el segundo fin de semana largo en quince días. Y el tercero en poco menos de un mes y medio. El anterior, más corto, también había dado sus buenos frutos y quitó algo de clientela a esta fecha bastante más tradicional que se disputa las preferencias y picos de rendimiento con los feriados de Carnaval.

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Ahora, con casi 25°C y sin nubes a la vista, hay que verle la cara de felicidad a Gabriel, de Vicente López, que se pierde bajo una ola; asoma, respira profundo y se hunde bajo la siguiente. Así una y otra vez. “Es la primera vez en el mar en abril”, asegura con la felicidad de disfrutar un ratito más de este placer que es un baño en el mar.

Y para el que no se anima, la costa exige algo de sombra a mano porque el sol pega fuerte. Los balnearios que todavía quedan en pie, varios de ellos con servicios a sus clientes, están concurridos. En la zona céntrica y muy en particular en el sur, donde Chapadmalal e inmediaciones han logrado una dinámica y microclima propio.

Las playas de Chapadmalal se afianzan como destino para todo el año
Las playas de Chapadmalal se afianzan como destino para todo el año - Créditos: @Mauro V. Rizzi

“Alquilamos una casa porque es tranquilo, hay verde, lindos lugares para comer y a Mar del Plata solo fuimos para ver el recital de Fito Páez”, detallan Micaela y Lucio, pareja de 29 y 31 años que llegaron con otros dos matrimonios amigos, todos recién salidos del mar en el parador Luna Roja. “Aquí estuvimos dos semanas de enero y nos encantó”, comentaron a LA NACIÓN.

Es cierto que poco a poco, con balnearios más equipados y cada vez más servicios de alojamiento y gastronomía se gesta y consolida en este paraje un producto independiente y diferenciado de modelo de urbanidad y grandes edificaciones de Mar del Plata, a poco más de 27 kilómetros por la ruta 11. Con público propio y otro que llega para conocer y descubrir.

Chapadmalal, otra vez la deseada

De todos modos, poco a poco, Chapadmalal y su entorno ganan seguidores, también fanáticos, y lo que hasta hace algunos años era un oasis con lugar de sobra hoy tiene una concurrencia cada vez mayor. Alcanza con ver tan solo los automóviles estacionados dentro y fuera de los balnearios. Son cientos, a un lado y otro de la ruta.

Es una señal de lo que se verá en la arena, por ejemplo en el sector público del balneario Cruz del Sur, otra vez tan nutrida como si fuera algún momento de enero, con ese encanto de los acantilados que reparan y dan forma a una bahía donde abundan sombrillas, guitarras y tablas de surf. Con sol potente y al final con algo de abrigo, la gente se quedó allí hasta último momento de lo que fue una tarde soñada.

“Es cierto que cada vez hay más gente, que no es la soledad que teníamos hace seis o diez años los que siempre vinimos acá, pero no se perdió tranquilidad”, confía María del Mar Benítez, que viene cada fin de semana que puede a casa que sus abuelos tienen en cercanía. “Cuando todo era campo”, asegura.

Lo que no quita que la ciudad tenga lo suyo. Su oferta es muy amplia y por sobre todo ofrece al turismo esa gama de precios que puede dar respuesta a los que llegan con lo justo y a los que eligen en el menú sin mirar la columna de precios de la carta.

Los locales gastronómicos del Puerto de Mar del Plata tientan con su oferta de vigilia
Los locales gastronómicos del Puerto de Mar del Plata tientan con su oferta de vigilia - Créditos: @Mauro V. Rizzi

Estas vísperas de Pascua, como de costumbre, volvieron a poner al tope de la demanda a los restaurantes especializados en pescados y mariscos. En el segmento de mayor categoría, donde se atiende con turno, trabajan a capacidad completa desde el jueves.

Personal de resfuerzo

El puerto es una de las referencias para esta fecha y en particular su complejo comercial, donde hay más de una decena de restaurantes, uno pegado al otro. “Desde el lunes ya notamos un incremento de público”, confirmaron en uno de los establecimientos que está abierto todo el año y que sumó personal por el fin de semana, como si fuera temporada alta.

También es cierto que, más allá del buen movimiento, se nota algo menos de gente que en la última Semana Santa. “Estamos un poquito por debajo porque este año no contamos con el Previaje”, destaca Gastón Vita, del restaurante Puerto de Palos. Es que aquel plan oficial que tuvo gran rendimiento permitió a los turistas soltarse más con los gastos a partir del crédito que recuperaban del paquete de viaje y/o alojamiento que habían comprado. “Obviamente el promedio de comercio no ha podido subir a la par de los insumos, lo cual nos deja con menores márgenes”, explicó a LA NACIÓN.

Aun así se vieron momentos de turnos completos y esperas obligadas de hasta una hora, según el lugar elegido. El gasto por comensal en este segmento rondó entre los $2.800 y los $5.000. Una porción de rabas se paga entre $3.000 y $4.200 y una de paella desde $3.500, por citar solo los clásicos y favoritos platos de este turismo signado por el menú religioso.

Hubo también mucha conformidad desde las autoridades locales por los resultados de La Noche del Turismo, que propone ómnibus con partida frente al Casino Central y recorridos por casas históricas, museos, monumentos y espacios donde se desarrollaron actividades especiales. Tanto el transporte como el ingreso fue gratuito. En esas seis horas, con una veintena de propuestas para elegir, participaron más de 20.000 personas.