El gran fin de semana del alcalde de Miami costó $30,000 y todavía no dice quién lo pagó

La Fórmula Uno llegó a la ciudad el 5 de mayo, trayendo atrayendo a un quién es quién de la élite mundial y posibles conflictos de interés para el alcalde de Miami, Francis Suárez, quien estaba en el centro de todo, luciendo pases de $14,000 para la suite de visualización más lujosa de la pista y diciendo que todo era parte del trabajo en una declaración de su oficina al Herald.

Por segundo año consecutivo, Suárez acudió a las fiestas de las estrellas, en las que los anfitriones, vinculados a los grupos locales de cabildeo, no cobraban la entrada a los cargos electos. Al parecer, el alcalde, acompañado de su esposa en algunos actos, prometió a un famoso chef que la apertura de su restaurante en Miami no se vería obstaculizada por problemas de permisos.

Si Suárez hubiera pagado la entrada de cada acto al que asistieron él y su esposa el fin de semana del Gran Premio le habría costado más de $30,000, más de siete meses de sueldo de un miamense promedio.

Suárez —abogado corporativo y alcalde que convierte su salario público de $96,000 a Bitcoin— no dijo quién pagó su fin de semana de lujo; tampoco presentó un informe trimestral a la Comisión de Ética para revelar los patrocinadores de una visita similar al circuito de Fórmula Uno el año pasado, como exige la ley cuando un cargo electo recibe entradas de cortesía o gratis de cualquier persona ajena a su familia inmediata.

Aparte de un grupo de hospitalidad que dijo que Suárez recibió acceso gratis a su cena de $6,000 por persona, todavía no está claro quién más podría haberle proporcionado obsequios al alcalde.

Sin más información, es imposible saber si Suárez infringió otra disposición de las leyes éticas de la Florida, una que prohíbe a los funcionarios electos aceptar regalos de más de un valor nominal de proveedores de la ciudad, grupos de cabildeo o sus empleadores, socios o directores.

Mientras Suárez coquetea con una candidatura a la presidencia, los expertos en ética advirtieron que, incluso en los casos que no se infringen las leyes, la aceptación de tales regalos caros puede crear la apariencia de incorrección y erosionar la confianza pública.

Pamela Liebman, presidenta ejecutiva del gigante inmobiliario neoyorquino The Corcoran Group, publicó una foto en Instagram con el alcalde Francis Suárez, con quien pasó la segunda jornada del Gran Premio de Miami. Ambos lucen credenciales de acceso al exclusivo Paddock Club.
Pamela Liebman, presidenta ejecutiva del gigante inmobiliario neoyorquino The Corcoran Group, publicó una foto en Instagram con el alcalde Francis Suárez, con quien pasó la segunda jornada del Gran Premio de Miami. Ambos lucen credenciales de acceso al exclusivo Paddock Club.

Merrett Stierheim, ex gerente del Condado Miami-Dade y de la ciudad de Miami y superintendente escolar, dijo que aunque se espera que los alcaldes asistan a eventos comunitarios, él pensaría dos veces antes de aceptar invitaciones tan costosas.

“Puedo entender que como alcalde se le pida que asista a muchos actos, pero cuando va a una fiesta o una carrera en la que la entrada cuesta $14.000... es una cantidad de dinero que da que pensar”, dijo Stierheim.

Pero si el alcalde y su equipo deciden que no hay conflicto de interés y que es beneficioso para la ciudad que él asista, debería ser transparente sobre sus razones.

“Si cree que tiene una base sólida, que lo haga constar en el formulario”, dijo Stierheim, agregando que si Suárez recibe entradas de un particular debe hacerlo constar en sus declaraciones trimestrales.

Ir a fiestas y eventos deportivos es parte del trabajo del alcalde, dijo la portavoz de Suárez, Soledad Cedro, en una declaración al Herald.

“Lo hace para defender nuestra ciudad y atraer nuevos empleos y oportunidades para nuestros habitantes”, dijo Cedro. Si no lo hiciera por el trabajo, Suárez revelaría a los donantes, dijo.

Pero Suárez y su personal parecen estar malinterpretando los requisitos de divulgación de regalos de la Florida, según Caroline Klancke, directora ejecutiva del Instituto de Ética de la Florida (FEI), una organización no partidista.

Los funcionarios electos que son invitados a eventos exclusivos en su capacidad oficial están obligados a informar de entradas gratis o de cortesía por valor de más de $100 en sus declaraciones trimestrales, dijo Klancke, quien anteriormente fue director ejecutivo adjunto y asesor general de la Comisión de Ética de la Florida, la agencia que administra las leyes de regalos en el estado.

“La ley de obsequios se aplica a los obsequios que se le entregan a usted en su capacidad oficial, específicamente debido a la autoridad que usted posee en esa capacidad oficial”, dijo Klancke. El propósito de la ley es proteger la imparcialidad de los líderes electos que otorgan grandes contratos y toman decisiones sobre grandes sumas de dinero público, dijo.

Los coordinadores del evento, Barnabas Carrega (a la izquierda) y Luca Pavanelli (a la derecha), del grupo hostelero Gr8 Experience, posando con el alcalde de Miami, Francis Suárez (al centro).
Los coordinadores del evento, Barnabas Carrega (a la izquierda) y Luca Pavanelli (a la derecha), del grupo hostelero Gr8 Experience, posando con el alcalde de Miami, Francis Suárez (al centro).



Las sanciones por violar la ley de regalos incluyen una amonestación pública, multas de hasta $10,000 e incluso la destitución del cargo.

En respuesta a las preguntas del Herald, la Comisión de Ética se negó a hacer comentarios específicos, pero señaló un fallo de 2019 que establece que los funcionarios electos deben revelar las entradas gratis a eventos privados organizados por organizaciones con o sin fines de lucro, incluso en los casos en que los eventos son copatrocinados por la ciudad.

La Comisión también llegó a una conclusión similar en 2016, cuando los comisionados de la ciudad de Wellington fueron invitados a asistir al partido de polo benéfico del príncipe Harry en calidad oficial de dirigentes electos. Aunque en el evento, al que solo se podía asistir con invitación, no se cobró entrada a los invitados, la Comisión de Ética determinó que cada funcionario electo debía informar de un obsequio de $895, un valor basado en el costo total del evento dividido por el número de asistentes.

“La aceptación de regalos puede dar lugar a la pérdida de la confianza pública”, dijo Klancke. “Esa confianza puede afirmarse con transparencia”.

De los Heat a Hamilton

Desde que fue elegido a finales de 2017, Suárez ha informado de casi $120,000 en regalos, en gran parte viajes internacionales pagados por conferencias a las que asistió, según los registros de la Comisión de Ética. También informó de miles de dólares en entretenimiento gratis, como entradas para el Super Bowl LIV regaladas por Eugene Frenkel de la firma de inversión Legacy Group, un partido de playoffs de los Miami Heat del empresario tecnológico Sean Wolfington y para el éxito de Broadway Hamilton, donado por el Adrienne Arsht Center.

Pero las redes sociales están inundadas de fotos del alcalde asistiendo a otras fiestas y eventos de los que no se informó en las revelaciones, incluidas las carreras de Fórmula Uno del año pasado en el Hard Rock Stadium de Miami Gardens y el Mundial de Qatar, en donde posó con David Beckham durante el partido entre Francia y Marruecos.

El propio Beckham es un cabildero registrado para su controvertido proyecto Miami Freedom Park, un estadio de fútbol y complejo con capacidad para 25,000 espectadores que sigue adelante después de años de negociaciones, un referendo público y dos votaciones en comisión. Suárez, como alcalde, no tiene voto, pero sí poder de veto.

Francis Suárez compartiendo unas risas con el presidente ejecutivo de Fiat Olivier Francois durante el Gran Premio de Miami 2023.
Francis Suárez compartiendo unas risas con el presidente ejecutivo de Fiat Olivier Francois durante el Gran Premio de Miami 2023.

Suárez está obligado a informar a finales de septiembre los nombres de todas las personas que le dieron entradas gratis o de cortesía para eventos durante el fin de semana de la Fórmula 1 de 2023.

Además de los pases para el Paddock Club, que según Bloomberg cuestan unos $14,000, Suárez también estuvo Once Upon a Kitchen y Carbone Beach, fiestas de lujo con entradas de $6,000 y $3,000, respectivamente.

Las fotos muestran que Gloria Suárez también se unió a su esposo cuando volvió a Carbone para pasar una segunda noche y pasó el fin de semana con él en el Paddock Club, donde la pareja posó con Gloria Estefan y su esposo, Emilio Estefan Jr.

Los Estefan fueron invitados a las carreras por el multimillonario Ken Griffin, según una publicación de Instagram.

Once Upon a Kitchen

Los grupos de hospitalidad de alto nivel Gr8 Experience y Major Food Group aprovecharon la oportunidad de usar el Gran Premio de Miami para introducirse en la Ciudad Mágica.

Celebridades de primera fila y algunas de las personas más ricas del mundo pagaron miles de euros para entrar en sus exclusivas fiestas posteriores a la carrera. Los políticos locales de Miami y Miami Beach pudieron entrar gratis.

El viernes por la noche, Suárez se dejó caer en la cena de Gr8, Once Upon a Kitchen, de $6,000 por persona, donde posó para las fotos con los coordinadores del evento y compartió con el chef Massimo Bottura.

Más tarde, Bottura dijo a los comensales que a pesar de algunos retrasos en los permisos, su primer local en la ciudad de Miami abriría en unos meses, algo que Suárez acababa de asegurarle que aún era posible, según un artículo de Observer.

El restaurante de Bottura en Miami, Torno Subito, está previsto en la azotea de Julia & Henry, un proyecto de reurbanización que está cabildeando a Miami para obtener permisos para convertir un edificio histórico de East Flagler Street en un salón de comidas.

Ni Julia & Henry ni sus grupos de cabildeo respondieron a la solicitud de declaraciones del Herald.

“El alcalde no tenía entrada para el evento. Saludó al talento culinario y se marchó antes que comenzara la cena”, según un comunicado del portavoz de Gr8; sin embargo, la publicación de Instagram de Gr8 sobre el evento no hacía tal distinción: la publicación mencionaba a Suárez por su nombre, diciendo que era uno de los 200 invitados a la cena.

Francis Suárez posando con Venanzio Ciampa, socio del grupo hostelero Gr8 Experience, en su evento pop-up de $6,000 por persona durante el fin de semana de la Fórmula Uno.
Francis Suárez posando con Venanzio Ciampa, socio del grupo hostelero Gr8 Experience, en su evento pop-up de $6,000 por persona durante el fin de semana de la Fórmula Uno.

Suárez también pasó dos noches en Carbone Beach, organizado por Major Food Group, un prometedor grupo de hospitalidad implicado en otro proyecto de desarrollo registrado para cabildear a la ciudad.

Según Real Deal, Major Food Group es la rama de hospitalidad del proyecto Villa Miami Residences, en el vecindario Edgewater de Miami, que actualmente figura en el registro de cabilderos de la ciudad por falta de permisos.

Iris Escarra, cabildera de Greenberg Traurig que representa el proyecto, dijo en un comunicado que Major Food Group no tiene intereses de propiedad.

“Major Food Group será el inquilino del restaurante de la planta baja”, dijo Escarra.

Ni Suárez ni Major Food Group respondieron a las preguntas sobre quién cubrió los $9,000 de la asistencia del alcalde y su esposa al acto.

Los correos electrónicos obtenidos por Herald muestran que los organizadores del evento enviaron entradas de cortesía a funcionarios municipales de Miami Beach. Dos comisionados de Miami Beach que asistieron a Carbone Beach el año pasado informaron de que sus entradas de cortesía procedían de Major Food Group, que en ese momento estaba registrado para cabildear en Miami Beach.

Suárez también asistió a Carbone Beach el año pasado, pero no lo indicó en su declaración de regalos.

Aun suponiendo que no se infrinja ninguna ley, John Pelissero, experto en ética gubernamental de Markkula Center for Applied Ethics de la Universidad de Santa Clara (SCU), advirtió contra la aceptación de entradas gratis de un grupo de hospitalidad que tenga algo que ganar del alcalde.

“Aunque el alcalde revele los regalos y siga todas las normas legales, sigue dando la impresión de que usa su cargo para beneficiarse personalmente”, dijo Pelissero.

Aaron Leibowitz, Joey Flechas y Connie Ogle, reporteros del Miami Herald, contribuyeron a este artículo.