Seis palestinos heridos al destruir Israel una vivienda familiar en Cisjordania

Jerusalén, 8 jun (EFE).- Al menos seis palestinos resultaron heridos, uno de ellos un periodista con un disparo en la cabeza, al destruir soldados israelíes como represalia la vivienda familiar de un palestino acusado de un ataque mortal en Jerusalén en noviembre de 2022, según fuentes palestinas.

El Ejército de Israel destruyó este jueves la vivienda familiar en Cisjordania ocupada de Islam Farouk, acusado de perpetrar un ataque con dos muertos en Jerusalén en noviembre de 2022 y acción denunciada por las organizaciones defensoras de los derechos humanos como un "castigo colectivo".

"Las Fuerzas de Defensa de Israel y fuerzas de la Policía de Fronteras demolieron la residencia del terrorista en la ciudad de Ramala", indicó un portavoz militar, que añadió que "durante la operación, se instigó un motín violento en varios lugares".

Según la versión del Ejército israelí unos "sospechosos arrojaron artefactos explosivos, cócteles molotov y piedras contra las tropas" y los soldados abrieron fuego y utilizaron "medios de dispersión antidisturbios".

La agencia oficial de noticias palestina, Wafa, señaló que los jóvenes palestinos residentes de la ciudad se enfrentaron con las tropas israelíes durante la intervención militar que duró varias horas con el despliegue de un gran número de soldados en Ramala.

El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) precisó que de los seis palestinos heridos, tres fueron alcanzados por los disparos de los soldados israelíes

Según Wafa, uno de los heridos es un periodista palestino que estaba cubriendo la operación israelí, y que recibió un tiro en la cabeza.

La demolición hoy de la residencia familiar de Farouk llega casi seis meses después su detención acusado de un ataque con explosivos en Jerusalén el 23 de noviembre de 2022, en el que fueron asesinados Aryeh Schupak, de 16 años, y Tadese Tashume Ben Ma’ada, de 50, y más de 20 personas resultaron heridas.

Israel aplica como represalia la destrucción de las casas de las familias de los palestinos acusados de cometer atentados mortales, política que el Estado judío aplica desde hace años en territorio palestino ocupado.

Los cuerpos de seguridad israelíes lo justifican como elemento de disuasión para prevenir más ataques, mientras que la actual coalición gubernamental liderada por Benjamin Netanyahu -compuesta también por grupos de extrema derecha- se ha comprometido a agilizar estas acciones de forma aún más expeditiva.

El conflicto israelí-palestino vive en 2023 su año más mortífero desde la Segunda Intifada (2000-05) en Cisjordania e Israel, donde en lo que va de año han muerto 122 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos violentos con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 21 menores.

Del lado israelí han fallecido 20 personas víctimas de ataques palestinos, la mayoría colonos, y entre ellos tres menores.

En total, este año han muerto 156 palestinos, incluyendo los 34 que fallecieron en Gaza en la escalada bélica de mayo, además de otras dos personas en suelo israelí, una de ellas palestina también.

(c) Agencia EFE