Hay que seguir fajándose por lo que quieras ser en esta vida. Cubanoamericano de Miami se afinca en las Mayores

El regreso a casa no pudo ser mejor para Nick Martínez.

El chico de Miami vivió una de sus mejores actuaciones el lunes como abridor contra un equipo al que idolatraba desde pequeño y que venía de un momento interesante al vencer a los Bravos durante una serie en Atlanta.

Martínez, quien es de raíces cubanas y nació en la Capital del Sol, laboró el lunes en la noche durante cinco entradas sin permitir carrera para que los Rojos vencieran 10-3 a los Marlins y le dio argumentos al manager de Cincinnati para colocarlo como quinto abridor en la rotación.

La historia de Martínez es una de resistencia y aguante porque desde sus días en el preuniversitario de Belén hasta su paso por Texas y la pelota profesional japonesa, poco indicaba que regresaría a las Mayores, pero en su periplo por tierras asiáticas logró recuperar su carrera hasta regresar a la mejor pelota del mundo.

Primero con el Hokkaido Nippon-Ham Fighters y luego con el Fukuoka SoftBank Hawks, Martínez se convirtió en un lanzador de respeto al punto de ganarse un puesto con los Padres de San Diego y luego con Cincinnati, equipo con el cual desembarcó en Miami.

¿Qué significa haber ganado como abridor en tu cumpleaños?

“La última vez que abrí en un día de cumpleaños fue en Japón y también trabajé cinco entradas. Haber lanzado aquí en mi casa, delante de mi familia en mi cumpleaños fue buena suerte para mí’’.

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“Es algo especial para ver. La forma en que le conecta a la pelota es algo realmente impresionante. Estaba destrozándola por completo. Al final hablamos en el dugout y me felicitó por el juego’’.

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De Miami a Texas, luego Japón y de vuelta a las Mayores, ¿qué significa?

“Que hay que seguir fajándose por lo que tu quieras ser, por lo que desees lograr en esta vida. Siempre quise ser un pitcher de Grandes Ligas y luché mucho por eso’’.

Cuándo jugaste en Japón, ¿pensaste que ahí acababa la ilusión de las Mayores?

“Cada año yo quería regresar. Mi último año en Japón estuve bien y tenía la mentalidad de que si no regresaba, pues el resto de mi carrera iba a ser en Japón, pero me fue bien. También tuve la oportunidad de lanzar en los Juegos Olímpicos y me fue bien. Regresé con San Diego y ahora estoy aquí’’.

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Creciste jugando béisbol en Belén, en los terrenos de Miami.

“Para mí esto es un sueño hecho realidad. Desde esa época yo quería ser un pelotero de Grandes Ligas y luché mucho por eso’’.

¿Qué significaron las olimpiadas para ti?

“Me sentí muy orgulloso de representar a mi país’’.