Secretario general de la UN y premier de Jamaica debatirán sobre Haití y la crisis climática

El secretario general de la ONU António Guterres viajó el domingo a Jamaica para reunirse con el primer ministro Andrew Holness, donde ambos tratarán una amplia gama de asuntos que afectan el Caribe.

Los dos líderes se reunieron el lunes y entre los temas a tratar figuraron el impacto de la crisis climática en la región caribeña y el marco global para la reducción del riesgo de desastres, así como la financiación del desarrollo, que será uno de los principales temas de debate.

Jamaica, junto con Canadá, copreside el Grupo de Amigos sobre Financiación para el Desarrollo. El objetivo es reformar la arquitectura financiera mundial para que los países en desarrollo, incluidos los de ingresos medios, puedan gestionar mejor la deuda y tener acceso a tecnología y financiación a precios asequibles. Este ha sido un problema importante para las naciones caribeñas, cuyas economías dependientes del turismo se vieron duramente afectadas por la pandemia y tuvieron que endeudarse más.

A pesar de ello, muchos todavía son considerados países de ingresos medio y, por tanto, están sujetos a tasas de interés elevadas.

Stéphane Dujarric, el portavoz de Guterres, dijo que ambos líderes también discutirán la situación en Haití y cómo lograr que comunidad internacional participe más.

Unos 22 meses después del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, Haití sigue sumido en un caos cada vez más profundo, con el hambre y la cólera extendiéndose por todo el país, al igual que la violencia de las pandillas armadas y los secuestros en aumento; asimismo, ahora son preocupantes los asesinatos y linchamientos de presuntos miembros de pandillas. En abril se documentaron al menos 164 asesinatos de este tipo, según la Oficina Integrada de la ONU en Puerto Príncipe.

En los últimos días, la Policía puso en marcha varias operaciones antipandillas destinadas a recuperar el control de algunas comunidades. Entre ellas se encuentran las comunidades de Martissant y Portail Léogâne,al sur de la capital y bajo control de las pandillas desde hace dos años. El jueves, la Policía anunció que estaba realizando operaciones en la zona, concretamente contra los que operan en Village de Dieu, y se pudieron escuchar disparos cerca de la infame guarida de secuestradores mientras unidades especializadas de las autoridades se enfrentaban a pandilleros armados.

Durante una visita el sábado a la subestación policial de Portail Léogâne, con guardias fuertemente armados, el jefe policial Frantz Elbé dijo que la entidad “está en una encrucijada histórica en que la población la necesita como nunca”, dijo. “Es importante que nos unamos... que toda la Policía se convierta en una sola para luchar contra las pandillas y que la población pueda vivir con normalidad”.

Funcionarios de la ONU reconocieron los esfuerzos de las asediadas fuerzas haitianas por perseguir a las pandillas, pero señalaron que,debido a su escaso número y a la falta de equipamiento y potencia de fuego, les resulta difícil mantener el control de las zonas una vez que consiguen retomarlo.

En octubre, Guterres apoyó la petición del primer ministro haitiano Ariel Henry de desplegar rápidamente una fuerza internacional en Haití para ayudar a la Policía Nacional y tanto él como su representante especial en Puerto Príncipe reiteraron el llamamiento.

Jamaica, junto con algunas otras naciones más pequeñas, se mostró dispuesta a enviar soldados a Haití como parte de una fuerza multinacional, pero siete meses después de la petición de Guterres, ningún país grande ha dado un paso al frente. Estados Unidos, que redactó una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para apoyar ese despliegue, no quiere liderarlo y esperaba que lo hiciera Canadá. Aunque el país participó en varias conversaciones con Jamaica, Haití y otras naciones caribeñas, ha enviado señales en sentido contrario.

Tanto en las reuniones con los líderes de la Comunidad del Caribe en Bahamas como con el presidente Biden en Ottawa, el primer ministro canadiense Justin Trudeau anunció que por ahora Canadá se centraba en ayudar en la situación proporcionándole asistencia financiera a la Policía Nacional haitiana y sancionando a individuos que el gobierno canadiense considera que apoyan a las pandillas y desestabilizan Haití mediante la corrupción.

Además de su oferta de soldados, Holness, quien visitó Puerto Príncipe en febrero, también se ofreció a acoger una reunión de las facciones políticas enfrentadas de Haití con el fin de encontrar un consenso más amplio en torno a la gobernabilidad, en la que la comunidad internacional ha estado insistiendo.