El secretario de Defensa de EE.UU. es dado de alta tras su polémica hospitalización
Washington, 15 ene (EFE).- El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, fue este lunes dado de alta tras dos semanas ingresado en el hospital y en medio de una polémica porque el presidente del país, Joe Biden, no fue inmediatamente informado de su hospitalización.
El Pentágono anunció en un comunicado que "tras consultarlo con el personal médico, el secretario Austin fue dado de alta hoy del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed", a las afueras de Washington.
El secretario de Defensa, que padece cáncer de próstata, continúa su recuperación y seguirá desempañando sus funciones desde casa hasta que esté en condiciones de regresar al Pentágono.
Lloyd Austin, de 70 años, fue sometido el pasado 22 de diciembre a una prostatectomía para tratar su cáncer y posteriormente fue dado de alta, pero el 1 de enero por la noche volvió al centro médico por una infección del trato urinario derivada de la operación y fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos.
Su hospitalización generó una enorme controversia dado que ni Austin ni su equipo informaron a Biden de lo sucedido hasta el 4 de enero, tres días después de haber sido ingresado, y el Pentágono no emitió un comunicado a la prensa hasta el día siguiente, el 5 de enero.
La oposición ha denunciado que durante esos días hubo un vacío de poder al frente del Pentágono en un momento crítico, en el que la guerra de Gaza amenaza con una escalada regional en Oriente Medio.
Austin reconoció que pudo "haber hecho un mejor trabajo" y la Casa Blanca anunció una revisión de los protocolos, pero Biden mantiene la confianza en su secretario de Defensa.
El equipo médico del secretario dijo este lunes en un comunicado que "el cáncer de próstata del secretario Austin fue tratado temprana y eficazmente, y su pronóstico es excelente".
El jefe del Pentágono no tiene previsto ningún tratamiento adicional más allá de la vigilancia periódica.
Los médicos recordaron que el cáncer de próstata es el cáncer más común entre los hombres estadounidenses y que la detección y atención temprana tiene un pronóstico muy positivo.
(c) Agencia EFE