Scott y Mucarsel-Powell tienen ganas de una pelea, pero primero tendrán que ganar las elecciones primarias

Desde el principio, la carrera por el Senado de Estados Unidos en la Florida en 2024 se vio como un probable enfrentamiento entre el senador republicano Rick Scott y la ex representante demócrata Debbie Mucarsel-Powell.

Pero, antes de que eso ocurra, tanto el titular como la favorita demócrata van a tener que superar unas primarias con rivales acaudalados que ya están disparando.

Scott, ex gobernador de la Florida que busca un segundo mandato en el Senado luego de desbancar al ex senador demócrata Bill Nelson hace casi seis años, se enfrentará a dos compañeros republicanos en las primarias del 20 de agosto, John Columbus y Keith Gross. Ambos son poco conocidos en la política de la Florida, pero eso no les impidió clasificarse para la votación antes de la crucial fecha límite del viernes.

El adversario de Scott tiene los bolsillos llenos

Gross, abogado y hombre de negocios, ha tratado de presentar a Scott como un “republicano solo de nombre” —o “RINO”— mientras se presenta a sí mismo como un outsider político. Su campaña se ha autofinanciado de forma abrumadora; los últimos documentos federales de Gross muestran que, aunque recaudó casi $544,000 para su candidatura al Senado en el primer trimestre, todos menos $7,800 procedían de su propio bolsillo.

Aun así, dijo que había estado reuniendo a los votantes en todo el estado, argumentando que su campaña representa una amenaza real para las posibilidades de reelección de Scott.

“Si cree que no se me tiene en cuenta, lo animo a que se acerque a las docenas de pequeñas ciudades de todo el estado en donde he atraído a multitudes de varios cientos de patriotas conservadores”, escribió Gross en un mensaje para Miami Herald. “Nuestro movimiento está aquí para quedarse y RINO Rick fue puesto sobre aviso”.

Apoyo de Biden a Mucarsel-Powell

En el bando demócrata, Mucarsel-Powell es la gran favorita para hacerse con la nominación de su partido en agosto. Ha recaudado más dinero que cualquiera de sus rivales en las primarias y ya cuenta con el respaldo de algunos de los demócratas más prominentes tanto de la Florida como de Washington, incluido el presidente Joe Biden, quien la apoyó esta semana durante una parada de campaña en la Florida.

“Debbie se enfrentará a Rick Scott, el cual quiere acabar con el Seguro Social. Creo que los votantes van a acabar con Rick Scott”, le dijo Biden a una multitud en Tampa el martes. En un momento dado, se refirió a ella como “nuestra próxima senadora de Estados Unidos”.

A pocos pies de Biden, mientras elogiaba a Mucarsel-Powell, se encontraba Stanley Campbell, originario de Miami y prominente empresario de la Florida, que es uno de los varios demócratas que también competirán por la candidatura del partido al Senado.

Quiere que Washington no se meta en la carrera

En una entrevista con el Herald el viernes, Campbell criticó a los líderes del partido por intentar coronar a Mucarsel-Powell como candidata. Dijo que tanto él como otros demócratas que aparecerán en la boleta de las primarias de agosto deben tener la oportunidad de competir por la nominación en igualdad de condiciones.

“¿No merezco siquiera una oportunidad de presentarme? ¿Una oportunidad de contar mi historia en la Florida? Eso es absolutamente absurdo”, dijo Campbell. “Todo lo que le pido a Washington es que se mantenga al margen de la carrera y nos deje adjudicarla a nosotros”.

Campbell dijo que su experiencia —como piloto de la Marina estadounidense, programador informático y empresario— le daba la “seriedad” necesaria como para abordar las preocupaciones más acuciantes del país, como una Rusia resurgente, el auge de la inteligencia artificial y las desigualdades en el acceso a la sanidad.

“Mi experiencia sería única y diferenciadora en el Senado”, dijo. “Y son grandes; son enormes”.

La campaña de Campbell tenía casi $772,000 en el banco a finales de marzo, de acuerdo con sus declaraciones federales más recientes, y ha recaudado aproximadamente $1.05 millones para su candidatura al Senado desde que anunció su candidatura el año pasado. La mayor parte de ese dinero, $1 millón, procede del propio Campbell.

Sin embargo, ni Scott ni Mucarsel-Powell consideran a sus rivales en las primarias como una amenaza.

Scott, un ex hombre de negocios increíblemente rico que es propenso a firmar grandes cheques para sus propias campañas, ha gastado $700,000 a la semana durante el último mes para publicar anuncios en la Florida cortejando a los votantes hispanos; Mucarsel-Powell, por su parte, recaudó más de $3.5 millones en los tres primeros meses del año, superando a todos sus competidores.

Preparándose para las elecciones de noviembre

A pesar de las primarias que les esperan en agosto, tanto la campaña de Scott como la de Mucarsel-Powell parecen estar ya orientadas a las elecciones generales. En un comunicado, la campaña de Scott aseguró que el senador está “trabajando mano a mano” con el ex presidente Donald Trump para impulsar a los republicanos en las elecciones de noviembre.

“El senador Scott está trabajando duro todos los días para ganarse el voto de cada floridano”, dijo Will Hampson, portavoz de la campaña de Scott. “Está viajando por el estado y ya ha hecho campaña en más del 70% de los condados y llegará a los 67 antes de las primarias. Nuestra campaña ha puesto en marcha una compra multimillonaria de anuncios hispanos para asegurar que nuestro mensaje llegue a los votantes de todo el estado. El senador Scott sigue siendo una de las voces más fuertes que luchan contra el despilfarro de Washington y lidera cada día la lucha contra la agenda socialista de los demócratas”.

El director de campaña de Mucarsel-Powell, Ben Waldon, dijo que la ex congresista está “trabajando duro para ganarse el apoyo” de los votantes de la Florida y no da por sentada la nominación demócrata, pero también dijo que sería un error esperar hasta después de las primarias de agosto para empezar a presentar argumentos contra Scott.

“Debbie se toma muy en serio la oportunidad de ganarse la nominación de su partido y también sabe que no podemos esperar hasta agosto para empezar a responsabilizar a Rick Scott”, dijo Waldon en un comunicado. “Otros seis años de Rick Scott serían devastadores para las familias de la Florida, es por eso que ella está enfocada en viajar por el estado y construir un fuerte movimiento de base de floridanos listos para derrotarlo en noviembre”.