Scholz y Mirziyoyev firman un acuerdo migratorio para simplificar la entrada a Alemania de trabajadores cualificados uzbekos

El canciller alemán, Olaf Scholz, firmó el domingo un acuerdo migratorio con el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, en el primer día de su viaje de tres días a Asia Central.

El acuerdo bilateral, firmado en Samarcanda, antigua ciudad de la Ruta de la Seda, tiene por objeto facilitar la entrada en Alemania de trabajadores cualificados procedentes de Uzbekistán, en particular los que trabajan en el sector sanitario. El acuerdo también acelerará y simplificará la repatriación de los uzbekos que viven en Alemania sin permiso de residencia regularizado.

El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, a la izquierda, y el canciller alemán, Olaf Scholz, mantienen conversaciones en Samarcanda, el 15 de septiembre de 2024
El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, a la izquierda, y el canciller alemán, Olaf Scholz, mantienen conversaciones en Samarcanda, el 15 de septiembre de 2024 - Presidencia de Uzbekistán v´´ia AP

La agencia de prensa alemana dpa calcula que unos 13.700 uzbekos viven actualmente en Alemania y, aunque la gran mayoría lo hace de manera regular, unos 200 podrían ser repatriados.

"Con nuestro acuerdo sobre migración y movilidad firmado hoy en Samarcanda (Uzbekistán), permitimos la entrada en nuestro país a personas con gran talento. Además, nos comprometimos a procesos no burocráticos para que quienes no puedan permanecer en nuestro país deban regresar", dijo Scholz en un post en X.

Firma de acuerdos paralelos y críticas por las violaciones de derechos humanos

Scholz y Mirziyoyev firmaron otros siete acuerdos en ámbitos como la gestión sostenible de los recursos hídricos y una asociación sobre minerales críticos.

Scholz se dirige a Kazajistán este lunes y se espera que sus conversaciones allí se centren en el suministro de petróleo y gas a Alemania y también en las sanciones impuestas a Rusia desde la invasión de Ucrania en 2022.

Las repúblicas centroasiáticas son tradicionalmente cercanas a Moscú y Astana ha sido acusada de permitir a Rusia eludir las restricciones comerciales. Pero el viaje de Scholz también ha suscitado críticas.

Durante su estancia en Kazajstán, se espera que asista a una cumbre con los jefes de las cinco antiguas repúblicas soviéticas (Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán), siendo el primer canciller alemán en hacerlo.

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) afirma que la cumbre sería una oportunidad perdida si Scholz no planteara las supuestas deficiencias en materia de derechos humanos en los cinco países.

"El Gobierno alemán no puede pretender que es posible estrechar lazos con Asia Central sin una mejora significativa de los derechos humanos en la región. La próxima cumbre ofrece la oportunidad de dejar esto claro", afirmó HRW en un comunicado.

La organización citó las persistentes violaciones de los derechos humanos en la región, como "la supresión de los derechos a protestar y expresar opiniones, incluso en internet, el encarcelamiento de activistas, la tortura durante la detención, la represión de la sociedad civil, la violencia contra las mujeres, la impunidad de las fuerzas de seguridad que cometen abusos y la falta de elecciones libres y justas".