Santiago Caamaño: "Trabajar con mi cuerpo fue una estrategia"

Acarició el sueño de ser futbolista y estuvo a punto de jugar como profesional pero una lesión torció el que creía su destino. "Cuando no pude jugar más al fútbol perdí una pasión, porque tenía por quién vivir, mi familia, pero me faltaba por qué vivir". Fue por aquel entonces que Santiago Caamaño conoció a Julio Chávez y se enamoró del teatro. Tras 17 años de trabajo en publicidad, teatro, cine y televisión, el actor estrena Herman@s, este sábado, a las 22, y por la plataforma de Ticketeck. Este streaming tiene la particularidad de ser una historia contada por dos hermanas y por dos hermanos, con el mismo texto. La producción de ambas es de Nazarena Vélez, pareja de Santiago desde hace casi dos años. "Me cambié el look para Herman@s. Yo suelo mutar para los personajes y en uno tengo rastras, en otro estoy pelado, en otro con barba. Quería algo distinto, lo hablé con la directora y con la productora para saber qué opinaban, y me teñí", detalla Santiago Caamaño en diálogo con LA NACIÓN.

-Tu productora, además, es tu pareja...

-Sí. Es la tercera vez que trabajamos juntos con Naza y siempre fue muy distinto el vínculo porque en Verdades mentirosas éramos compañeros de elenco y ahí nos conocimos y nos enamoramos. Después fuimos compañeros de elenco y, además, era la productora de Él en mi cuerpo, que hicimos en Mendoza durante la temporada pasada. Y ahora es la productora. Ama lo que hace, le pone toda la garra y nos tiene a todos felices y contentos

-¿Se complica compartir casa, amor y trabajo?

-En la parte laboral fuimos aprendiendo. Cuando nos conocimos nos pusimos de novios enseguida en Mar del Plata, y cuando volvimos a Buenos Aires empezamos a convivir y no nos separamos nunca más. Hace un año y medio que convivimos. Una locura hermosa.

-Y los rumores insistían con que era un romance de promoción.

-Escuchábamos y nos reíamos. Yo soy perfil bajo y demuestro con hechos más que con palabras.

-¿Cómo fue volver a subirse a un escenario para el streaming?

-El teatro es mi pasión y volver a subir a un escenario fue como tocar el cielo con las manos. Fue raro, eso sí, estar en el teatro Premier vacío. Y, al mismo tiempo, fue lindo volver. Herman@s es maravilloso, y se le ocurrió a Nazarena. Quería contar un vínculo de hermanos, que es muy lindo, muy fuerte y es diferente a todos. Y deseaba que el mismo texto sea contado por un elenco femenino y otro masculino, porque los vínculos son muy distintos. Entonces, hacemos el mismo texto, en mi caso con Rodrigo Noya y dirigidos por Valeria Ambrosio, y en el elenco femenino están Barbie Vélez y Paula Morales, dirigidos por Fabián Vena. Cada vínculo tiene una mirada distinta. Son dos obras opuestas, porque los actores encaramos el personaje de una manera diferente y los directores también, así que la propuesta es distinta en todo sentido. Lo único que es igual es la escenografía pero también ambos directores utilizan el espacio de una manera diferente. Es una obra pensada para streaming, porque vimos otras piezas pero ya estrenadas en otros tiempos. Valeria encara todo con una cámara y en plano secuencia, y Fabián lo hace a cuatro cámaras. Ellas están el viernes 23 de octubre y nosotros el 24, a las 22, por Ticketeck. La entrada para una obra sale 300 pesos y el combo para las dos, 500; porque la experiencia es ver las dos obras. Y si nos va bien y mañana se puede, la haremos en teatro.

-Contabas que ya estaban conviviendo con Nazarena y su hijo Thyago pero en la cuarentena se mudaron Barbie y su novio y, a veces, va el Chyno. ¿Cómo es el día a día con ese familión?

-(Ríe) Somos cinco y a veces seis. No sufrimos tanto la cuarentena porque somos muy caseros. La fuimos piloteando, cada uno tiene sus tiempos, pasamos momentos juntos y también cada uno está en la suya. Lo pasamos bien cuando estamos juntos y también cuando cada uno en su mundo. Siempre fui muy solitario pero me llegó el amor cuando menos imaginé, con quién menos imaginé y donde menos imaginé. Es la primera vez que convivo y me cambio la vida de un día para el otro. Lo que nos cuesta es el tema de los afectos: Naza porque tiene su familia en Puerto Madryn y yo tengo a mis tíos en Mar del Plata. Son como los viejos que no tengo y hablo todos los días por teléfono pero nunca pasé tanto tiempo sin verlos.

Muchos de ustedes ya conocen a mi Ti´o que es el Viejo que no tengo[R] A este He´roe de Mi vida tengo tantas cosas para expresarle que yo creo que ni se imagina el AMOR que me genera[R] Es muy difi´cil explicar con palabras lo que realmente siento en mi corazo´n un di´a co´mo hoy[R] Entre millones de ane´cdotas y muchi´simas cosas compartidas estuvo para darme Luz en el momento de mi Vida de mas Oscuridad[R] Gracias es sin dudas mi palabra favorita pero en este caso tendri´a que encontrar otra palabra que vaya au´n ma´s alla´[R] Tio querido sos tan extraordinario que tantas cosas podri´a decirte que realmente no sabria por donde empezar[R] Arrancare´ dicie´ndote Gracias por tu amor, por tu dulzura, por tu simpleza, por tu carin~o, por tu humildad, por darme tanto pero tanto afecto sin pedir nada a cambio, por ser puro [R] corazon, por ponerte la camiseta de mi viejo y hacer todo lo que mi Carlitos querido hubiese hecho por mi y mucho masssss[R] por ser un ser de luz del que aprendo di´a a di´a y que me banca en las buenas y en las malas[R] Sos una persona tan pero tan increible que no me alcanzari´a mi vida para decirte y darte las gracias por todo lo que haces por mi!!! TE AMO con toda mi Alma y todo mi Corazo´n y ojala yo pueda darte un poquito de tanto AMOR que vos me das! Sos de otro planeta, sos todo lo que esta´ bien en el mundo [R] , sabelo!!! GRACIAS ETERNAS Y FELIZ DIAAAAAA DEL PADRE [R][R][R] TE AMOOO[R] #AngelTerrenal

Una publicación compartida de Santiago Caamaño (Bocha) (@santiagocaamano) el 21 Jun, 2020 a las 3:00 PDT

-¿Tus tíos son tu única familia?

-Cuando fallecieron mis padres yo tenía 17 años y mis tíos se hicieron cargo de mí, me ayudaron, me dieron un techo, de comer, me educaron, me dieron valores, me acompañaron en mi sueño de ser actor y les estoy agradecido. También tengo dos hermanos que me llevan 14 y 12 años y tienen su familia. Nos llevamos de diez con los dos. Crecí en Avellaneda y mis padres ya estaban separados cuando murieron. Dio la casualidad que se murieron con tres meses de diferencia, primero mi papá y después mi mamá. Yo era muy "papero" y "mamero" y, de repente, perdí a los dos en tan poco tiempo. Estaba en quinto año del secundario y no podía creer el golpe que me dio la vida. ¿Quién te enseña a reponerte? ¿Cómo se hace? Pero, al mismo tiempo, soy un agradecido y Dios me quitó por un lado pero, por el otro, me dio a mis tíos. Sino no sé que hubiera sido de mí. En el camino también tuve muchos ángeles terrenales como Agustín Alezzo, que me cambio la vida.

-De chico jugabas al fútbol y querías ser profesional, ¿cómo fue que terminaste siendo actor?

-Era el único sueño que tenía, lo único que sabía hacer y a lo que me dedicaba. Mis viejos me acompañaron siempre, con un gran esfuerzo. La luché hasta los 20 años, estuve a punto de ser profesional, pero me lesioné y quedarme en el camino fue una gran frustración que llevo hasta el día de hoy. Fui el niño más feliz del mundo y lo veo como algo que no tenía que ser para mí. De ahí heredé las virtudes que tengo como actor: la tenacidad, el amor propio, la constancia, la disciplina. Trabajé en una fábrica un mes, seis años de camarero en Locos x el fútbol, en Recoleta; estudie periodismo deportivo y después actuación en la escuela de Julio Chávez. Y empecé a coparme porque Julio me trasmitió su amor por el teatro. Me cambio la vida, y tanto llorar al cielo y pedirle a Dios una pasión que me dio el teatro. Porque cuando no pude jugar más al fútbol, yo pedía una pasión, porque... ¿por quién vivir?... por mi familia. Pero me faltaba el por qué vivir. Julio me convocó para hacer La de Vicente López y fue un éxito terrible: la hicimos durante cinco años. Me vio mucha gente y empezaron a llamarme para hacer cine y televisión. Cuando Julio me dijo que ya tenía que seguir con otra persona, después de darme clases durante tres años y de dirigirme, me sentí perdido.

-Y entonces apareció Agustín Alezzo, ¿cómo era tu relación con él? Trabajaron mucho juntos.

-En ese momento Julio estaba ensayando Yo soy mi propia mujer con dirección de Alezzo. Pensé en estudiar con él, porque lo veía tan tierno y duce, con el bastón. Y estudié 12 años con Agustín y tuvimos un vínculo de amistad extraordinario, además de ser mi maestro. Me dio la confianza que necesitaba para creer en mí, me llamó para hacer El cuidador, de Harold Pinter, obra con la que gané el Premio ACE a la revelación. Es algo que soñé, que veía lejano y que deseé mucho y se me cumplió. Aprendí mucho con Agustín. Extraño mucho sus charlas telefónicas, siempre le pedía consejos. Perderlo hace unos meses fue muy fuerte.

-Hace 17 años que trabajás y mucho, pero te conocen por ser el novio de Nazarena Vélez. Debe ser una desilusión.

-(Ríe) No. Tengo mucho recorrido, esfuerzo, sueños de superarme día a día, crecer, nunca dejar de estudiar. Si no me salía trabajo, armábamos una obra con amigos, para el off. Siempre busqué la continuidad, y si no la tenía, la inventaba. Mi carrera fue de pasos chicos pero firmes. Mi primera obra comercial llegó en el 2016 y fue Tres, con Patricia Echegoyen, Silvina Bosco y Viviana Saccone, dirigidos por Corina Fiorillo. Y no lo podía creer. Siempre soñé y me enfoqué en lo que quise pero nunca me olvidé de disfrutar el camino porque sé que el tiempo es hoy y la vida es corta.

-Subiste y bajaste kilos para distintos personajes, ¿cómo hacés para volver siempre a lucir un cuerpo musculoso?

-Trabajar con mi cuerpo fue una estrategia. Cuando empecé a estudiar actuación vi que era difícil entrar. Me llamaban para hacer castings de publicidad, y aproveché. Hice más de cien publicidades y viajé por toda América latina trabajando como modelo. Me di cuenta de que tenía que cortarme el pelo, vestirme mejor y busqué detalles que sumaron. Y, en definitiva, estaba actuando. Como yo venía del fútbol, ya tenía un cuerpo atlético. Me fue muy bien haciendo publicidades y eso me dio la posibilidad de seguir estudiando. Mis amigos del barrio me cargaban y me decían que me veían en todos los shopping. Hoy me sigo cuidando aunque me doy algún gusto. Sé que por muchos trabajos me llamaban por el cuerpo pero intento ampliar el abanico y que no siempre me llamen por el lomo, porque luché muchos años y fui demostrando que puedo hacer. En la cuarentena bajé de peso porque cuando fuimos a hacer temporada a Mendoza, me di unos gustos de comer rico y engordé un poco. Y en cuarentena aproveché para volver a mi peso. Tengo facilidad para subir y bajar de peso, de hecho en la obra Tres bajé 16 kilos en dos meses y venía de hacer El cuidador, donde tuve que subir 20 kilos. Conozco mucho mi cuerpo y si cambio el chip, no me cuesta bajar de peso.

-¿Te gustaría ser papá?

-Estoy aprendiendo mucho ahora porque siempre viví solo y Naza tiene tres hijos de diferentes edades y con todos tengo un vínculo distinto y hermoso y son muy amorosos conmigo. Los hijos de Naza son lo más, son hermosos y desde mi humilde lugar los voy acompañar cada vez que pueda y sin forzar nada y educadamente. Nunca tuve el sueño de ser papá aunque dicen que es lo más lindo que te pude pasar. Todavía no me picó el bichito. No sé qué pasará el día de mañana. A veces me da miedo porque tengo una vara muy alta, porque mi viejo y mi tío son extraordinarios y con ser una uña o un tobillo de ellos tendría el cielo ganado. Es algo en lo que no puedo fallar porque tuve mucho amor en mi vida.