LONDRES.- Después de que en los últimos días las redes se inundaran con especulaciones y teorías conspirativas sobre la salud de la princesa Kate Middleton, quien se sometió a una operación abdominal el mes pasado y a quien se vio por última vez en público hace dos meses, su equipo echó por tierra cualquier versión este jueves con una declaración al medio Page Six, en las que insistieron en que únicamente brindarán información sobre la princesa de Gales cuando sea “significativa”.

“El Palacio de Kensington dejó claro en enero los plazos de recuperación de la princesa y solo proporcionaríamos actualizaciones significativas”, dijo su representante al medio. “Esa guía se mantiene”.

Tras su operación abdominal por razones no especificadas, el Palacio de Kensington anunció que la princesa Kate no regresaría a sus deberes públicos hasta después de Semana Santa.

La agenda de Guillermo

Las especulaciones en torno a la salud de Kate Middleton, de 42 años, tomaron fuerza dos días atrás cuando el príncipe Guillermo, su esposo, se ausentó misteriosa y repentinamente de una ceremonia importante en memoria de su padrino, el rey Constantino de Grecia, el martes debido a un “asunto personal”.

Fuentes del palacio dijeron que la ausencia de Guillermo en el evento no estaba relacionada con la enfermedad de su padre, el rey Carlos III, diagnosticado con cáncer, y que Kate seguía evolucionando favorablemente y que estaba “bien”.

El heredero al trono, de 41 años, regresó a sus funciones públicas el jueves al visitar una sinagoga londinense en la que expresó su preocupación por el aumento del antisemitismo en el Renio Unido.

Una semana después de que Guillermo pidiera el fin de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, afirmando que “han muerto demasiadas personas”, el príncipe se reunió con jóvenes embajadores de la Fundación Educativa del Holocausto, que tratan de combatir el odio en un contexto de aumento de los abusos y ataques contra la comunidad judía británica.

”Tanto Kate como yo estamos extremadamente preocupados por el aumento del antisemitismo del que han hablado esta mañana y siento mucho si alguno de ustedes ha tenido que experimentar eso”, dijo el príncipe. ”Por eso estoy hoy aquí, para asegurarles a todos que a la gente le importa y que la gente escucha”.

Durante su visita a la sinagoga occidental de Marble Arch, el príncipe, que llevaba una kipá, el gorro tradicional judío, se reunió con supervivientes del Holocausto y escuchó a estudiantes judíos relatar cómo se había dado lo que uno de ellos describió como una “explosión” de antisemitismo, incluidas amenazas de muerte y agresiones.

En el evento, la superviviente del Holocausto Renee Salt le dijo a Guillermo que extrañaba mucho a la princesa de Gales, mientras que Karen Pollock, la directora ejecutiva del Fondo Educativo del Holocausto, le entregó un ramo de flores de regalo para su esposa.

“Lo siento, estoy segura de que si su esposa hubiera estado bien, habría estado aquí”, le expresó Salt, citada por Daily Mail. “La extraño mucho. Dale mis mejores deseos, por favor”.

Según informó el medio británico, originalmente la visita a la sinagoga estaba planeada para que asistiera la pareja real y que coincidiera con el Día Conmemorativo del Holocausto el mes pasado, pero tuvo que posponerse por la hospitalización de Kate.

La princesa de Gales, a quien no se le ve en público desde Navidad, permanece recuperándose en su residencia después de someterse a una cirugía abdominal a mediados de enero.

El Palacio de Kensington anunció en un comunicado el mes pasado que la princesa había tenido una “buena evolución” tras el procedimiento quirúrgico de una enfermedad no especificada, pero no cancerosa, en la Clínica de Londres.

El príncipe Guillermo se ocupa estas fechas de asumir el puesto de máximo representante de la realeza británica, junto a la reina Camilla, debido a la convalecencia del rey Carlos, después de que se le diagnosticara un cáncer, y de la ausencia de su esposa.

Agencias Reuters y AFP