Ryota Nishimura, el auxiliar japonés que vuelve a llamar la atención en la selección de México.

Ryota Nishimura y Jaime Lozano se han convertido en una dupla que busca darle resultados a la Selección Mexicana (Foto de: Leopoldo Smith/Getty Images)
Ryota Nishimura y Jaime Lozano se han convertido en una dupla que busca darle resultados a la Selección Mexicana (Foto de: Leopoldo Smith/Getty Images)

Ryota Nishimura ha sido parte de uno de los pocos torneos exitosos que ha tenido la Selección Mexicana. El estratega de origen japonés se ha convertido en pieza fundamental para Jaime Lozano dentro de su cuerpo técnico. Durante años, Ryota había causado sensación dentro del futbol mexicano porque es poco usual ver entrenadores asiáticos enrolados en equipos mexicanos, sin embargo, desde que Lozano comenzó su camino en los banquillos, Nishimura se ha convertido en su segundo al mando. En Liga MX, Juegos Olímpicos de Tokio y ahora la Selección Nacional, Ryota se encarga de ser quien más trabaja dentro del cuerpo técnico. Fiel a las costumbres de su cultura, no le gusta dejar pasar ningún detalle.

La aventura de Ryota Nishimura por el futbol mexicano es extensa, todo comenzó años atrás cuando el gobierno japonés y el mexicano organizaron un intercambio diplomático que abría las puertas para continuar con formaciones académicas y puestos de trabajo. La Federación Japonesa de Futbol tenía lugares para aspirantes a directores técnicos fuera del país y Ryota no dejó pasar la oportunidad. Fue de esta manera que dejó atrás su nación para continuar su carrera en la Escuela Nacional para Directores Técnicos, donde conoció y entabló una amistad con Jaime Lozano.

Ya con el título en su mano, Nishimura comenzó a probar suerte en los equipos de la Liga MX. Primero cayó en Cruz Azul donde comenzó como entrenador de porteros en las categorías inferiores y también como el analista táctico del primer equipo. Rápidamente fue avanzando y contactó a Lozano para saber si podía hacerle pareja en Gallos Blancos, equipo que dirigía el Jimmy en la categoría Sub-23.

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“Yo lo conozco en el curso de entrenador, somos de la misma generación y después, él se va a trabajar a Cruz Azul, Santos y luego a Tampico Madero, en donde me habla a Querétaro y me habla: ‘Oye, me interesa mucho ir a Querétaro, ¿crees que se pueda?’. Le dije que me mandara un trabajo para que yo lo presentara a la directiva para ver si puedes venir. Me manda un trabajo que yo dije: no puede ser, tiene que trabajar conmigo. Ahí lo incorporó en Gallos Blancos a primera división y es quien ha estado más tiempo conmigo. Vino como analista y fue avanzando hasta ser mi auxiliar”, destacó Lozano en una entrevista para el canal de YouTube de Ricardo Peláez.

Para Jaime Lozano, la delegación de responsabilidades dentro de su cuerpo técnico también ha sido la mejor forma de complementar todo el trabajo que conlleva estar al frente de un plantel. En distintas ocasiones, sus preparadores físicos y auxiliares lo apoyan en cuestiones de aplicar mayor energía al equipo y motivación. En el caso de Ryota, es mantener la calma junto a Lozano, analizar a los rivales, llevar las sesiones de video y tener todo en su lugar.

“Trabajo muchísimo, soy obsesivo y mi familia me pide que me calme, que me distraiga, que salga de la burbuja en la que me involucro. Pero el japonés trabaja más que yo, trabaja todo el día”, complementó Lozano sobre su auxiliar técnico.

Todo esfuerzo trae sus recompensas. Cuando Lozano y compañía dirigieron al conjunto Sub-23 mexicano, desplegaron un desarrollo pleno sobre el terreno de juego pocas veces visto en un seleccionado y como resultado consiguieron hacerse de la presea de bronce. En el duelo por dicha presea, el conjunto japonés cayó derrotado frente a México y los jugadores rompieron en llanto tras dejar escapar la ansiada medalla. Pero del otro lado, también había un japonés que lloraba de gusto. Ryota conmovió a todos por las imágenes donde se le mostraba con lágrimas en los ojos tras conseguir el objetivo.

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Lozano ha hablado en distintas ocasiones acerca del que ya se convirtió en su amigo y destaca que el escenario actual lucía inimaginable, pues la idea de Ryota era regresar pronto a Japón, pero se enamoró de México, su comida y la cultura.

"Le gustó México, la gente, la comida, las groserías y los albures, salió bueno para eso. Es mi amigo, lo quiero mucho. Me decía que su idea era tomar el curso y regresar a Japón, pero se enamoró del país. Después, su familia le preguntaba que cuándo volvería, y él les contestaba que nunca", destacó el Jimmy en una entrevista para el periódico Excélsior.

Ahora, la pareja de entrenadores afronta un reto mayor que es sacar del fondo a un equipo mexicano que se encuentra urgido por conseguir un resultado positivo en la Copa Oro, con el antecedente de los Juegos Olímpicos, las expectativas son altas para que Ryota y Lozano consigan el nuevo objetivo.

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