El Universal
CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 15 (EL UNIVERSAL).- Usuarios de redes sociales revivieron el proceso legal por presunto homicidio culposo que enfrentó la hija del cantante Alex Lora, Celia, en 2010, luego de ser parte de un accidente automovilístico en el que un hombre perdió la vida. Esto se dio luego de que compararan el caso de la famosa con Gabriela N, una joven de 19 años que quedó libre luego de ser implicada en la muerte por atropellamiento de Daniel Tadeo, un repartidor de comida por aplicación en la Ciudad de México. De la mujer se dice que tiene un familiar alto directivo de los medios de comunicación, y a pesar de que ella fue acusada de homicidio culposo, un juez decidió que tendría su proceso en libertad. En 2010, Lora tuvo que enfrentar una audiencia por el presunto delito de homicidio culposo luego de que formara parte de un accidente automovilístico en el que un hombre perdió la vida, motivo por el que pasó tres meses dentro del Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla, para luego obtener su libertad condicional gracias a la fianza que pagó. En distintas entrevistas, la hija de Chela y Alex Lora rememora lo ocurrido con tranquilidad, debido a que señala que ella no fue la persona que atropelló a Pedro Ávalos Corona, quien perdió la vida el día en que la joven chocó con una camioneta, la que indica que fue la responsable de golpear al fallecido. "Todo mundo cree algo que no pasó, yo no atropellé a nadie, lo atropelló otro cabr*n, yo choqué con (el coche) otro wey y él wey se lo llevó", contó en "La Saga" hace dos años. La modelo ha asegurado que la persona que manejaba ese coche era compañero de trabajo de Ávalos Corona y que, al momento de los hechos, mientras uno estaba arriba de la camioneta en la que se transportaban, el otro se encontraba limpiando las cabinas telefónicas del extrarradio. Los hechos tuvieron lugar un 7 de mayo de 2010. Lora iba de regreso de una cena, en donde asegura que bebió sólo una cerveza, y a poco de dar la vuelta en el Periférico, del lado contrario de donde se encontraba su casa, en las inmediaciones de San Ángel Inn, la camioneta pick up se encontraba estacionada, sin embargo, ella creía que el vehículo también daría la vuelta. "Él (dentro del auto) estaba así, salido, entonces cuando lo vi, pensé que iba a dar la vuelta, estaba estacionado por eso le pegué, yo estaba en la vuelta de mi casa", ahondó. Esa noche, sin enterar a sus progenitores de lo que había pasado, segura de que todo se resolvería, Celia, que tenía 26 años, fue a la delegación, en donde le dijeron que los afectados estaban solicitando 2 millones de pesos, cantidad que fue en aumento hasta que pidieron 10 millones, por lo que su madre llegó a ofrecerles la casa la abuelita de Celia, pero no la aceptaron. Durante el proceso y luego de una primera audiencia, Lora fue trasladada al Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla, donde pasó tres meses antes de que se le dictara una sentencia de cuatro años de libertad condicional, debido a que pagó una fianza de 20 mil pesos. A la luz del tiempo, Celia asegura que no la pasó tan mal en esa época, porque a pesar de que estuvo presa, tenía la firme convicción de que no había sido culpable de los hechos. También ha expresado que, luego de investigar a la parte contraria, la jueza encargada de su caso descubrió que las personas que se identificaron como familiares del fallecido, en realidad, no tenían ningún vínculo consanguíneo con él y que lo que buscaban era ser remunerados económicamente. "Se me hizo muy raro que nunca vi ni oí a nadie llorar, todo lo que querían era dinero; primero fueron dos millones de pesos, luego cinco, pero yo sabía perfectamente lo que había pasado, mi mamá les quería dar la casa de mi abuela, que acaba de fallecer, no la quisieron, querían dinero, entonces la jueza se fue dando cuenta, para esas alturas ya querían 10 millones de pesos", ahondó.
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