Rusia reduce significativamente el umbral para el posible uso de arsenal nuclear

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado una revisión de la doctrina nuclear de Moscú, señalando que un ataque convencional por parte de cualquier nación no nuclear, con el apoyo de una potencia nuclear, será visto como un ataque conjunto contra su país.

La amenaza, debatida en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, estaba claramente dirigida a disuadir a Occidente de permitir a Ucrania atacar a Rusia con armas de mayor alcance. También parece reducir significativamente el umbral para el uso potencial del arsenal nuclear ruso.

Putin no especificó si el documento modificado prevé una respuesta nuclear a un ataque de este tipo, pero subrayó que Rusia podría utilizar armas nucleares en respuesta a un ataque convencional que suponga una "amenaza crítica para nuestra soberanía", una formulación vaga que deja un amplio margen a la interpretación.

Una amenaza velada a los aliados de Ucrania

Rusia avanza lenta pero firmemente en Ucrania, en su tercer año de conflicto. Y el Kremlin trata de desalentar un mayor apoyo occidental a Kiev. Mientras el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sigue presionando para obtener la aprobación de Occidente para utilizar misiles de largo alcance con los que golpear a Rusia.

La advertencia de Putin indica que hacerlo significaría que "Rusia y la OTAN están en guerra". El mandatario afirmó que "las condiciones para que Rusia recurra a las armas nucleares están claramente establecidas" en las revisiones.

La doctrina actual dice que Moscú podría utilizar su arsenal nuclear "en respuesta al uso de armas nucleares y otros tipos de armas de destrucción masiva contra ella y/o sus aliados, así como en caso de agresión contra la Federación Rusa con el uso de armas convencionales, cuando la propia existencia del Estado esté en peligro".

Las condiciones para que Rusia recurra a las armas nucleares están claramente establecidas.

Los halcones rusos llevan meses pidiendo que se endurezca la doctrina, criticando la versión actual por ser demasiado vaga y débil. Argumentan que no ha logrado disuadir a Occidente de aumentar la ayuda a Ucrania y ha creado la impresión de que Moscú nunca recurrirá a las armas nucleares.

La formulación de la nueva doctrina parece ampliar significativamente los detonantes del posible uso de armas nucleares, en comparación con la versión actual del documento, que establece que Rusia podría recurrir a su arsenal atómico si recibe "información fiable sobre el lanzamiento de misiles balísticos dirigidos contra el territorio de Rusia o de sus aliados".

Ucrania ha atacado repetidamente territorio ruso con misiles y aviones no tripulados en respuesta a los ataques de Moscú. La nueva redacción deja la puerta abierta a una posible respuesta nuclear a cualquier ataque aéreo, una ambigüedad deliberada con la que se pretende que Occidente se muestre más reacio a permitir ataques de mayor alcance.