Rusia enfrenta evacuación de 80.000 personas en Egipto tras suspender los vuelos

MOSCÚ (Reuters) - Alrededor de 80.000 rusos se encuentran varados en Egipto luego de que el Kremlin suspendió todos los vuelos al país después de que un avión ruso se estrellara hace una semana en la Península del Sinaí, dijo el sábado el vice primer ministro ruso Arkady Dvorkovich. El presidente Vladimir Putin ordenó la suspensión de los vuelos el viernes, en una posible señal de que Rusia está dando más credibilidad a la teoría de que fue una bomba lo que derribó al avión de pasajeros ruso el sábado pasado en Egipto, provocando la muerte de las 224 personas que iban a bordo. "Hoy se ha aclarado el número de turistas que hay en Egipto, son alrededor de 80.000", dijo Dvorkovich en declaraciones recogidas por la agencia RIA. "El Ejército egipcio ha tomado el control de la operación para poner en vuelos a los pasajeros", añadió. Rusia quiere evitar las escenas caóticas sufridas por miles de turistas británicos atrapados en centros turísticos del Mar Rojo después de que Egipto redujese drásticamente el número de vuelos de vuelta a sus casas. Oleg Safonov, jefe de la agencia de turismo estatal rusa Rostourism, dijo que 1.200 turistas rusos ya habían regresado a sus hogares y que los futuros vuelos saldrían sin equipaje en la bodega. "Se implementará un proceso planificado para evacuar a los turistas", dijeron las agencias de noticias rusas citando a Sanofov. "Los aviones llegarán vacíos y los turistas subirán a bordo en la fecha en que debían regresar a casa", agregó. El sindicato del sector turístico ruso dijo que casi todos los turistas rusos que iban a visitar Egipto en los próximos días habían acordado cambiar el destino por Turquía. "En un futuro próximo, los vuelos que deberían haber volado a Egipto están siendo redirigidos a Antalya", dijo la agencia de noticias Interfax citando a la portavoz del sindicato Irina Turina. "Prácticamente todos los turistas se han mostrado de acuerdo", agregó. (Reporte de Jack Stubbs; Traducido por Ana Vicario, Jose Elías Rodríguez en Madrid; Editado por Lucila Sigal)