Roland Garros, en la etapa “camuflaje y exhibición”, comienza la carrera de la renovación para los Juegos Olímpicos de París 2024
PARÍS (Reuters).- Mientras el sol se lucía en el Abierto de Francia y el español Carlos Alcaraz celebraba el triunfo del domingo pasado en la final de singles masculina ante el alemán Alexander Zverev, una nueva carrera se ponía en marcha en Stade de Roland Garros para transformar las emblemáticas canchas de polvo de ladrillo en deslumbrantes sedes olímpicas en cuestión de semanas.
Elegido en 2016 para ser una de las 41 sedes de los Juegos Olímpicos de París 2024 , el predio de Roland Garros se enfrenta ahora a la exigente tarea de cumplir las meticulosas normas establecidas por el Comité Olímpico Internacional y los organizadores de París 2024. El reloj sigue corriendo, con seis semanas para convertir el Grand Slam de tenis sobre superficie lenta en un escenario digno del mayor espectáculo deportivo del mundo. La transición requerirá una “sede limpia”, en la que se oculten todas las marcas distintivas de Roland Garros y se sustituyan por los anillos olímpicos y el logotipo de la ciudad anfitriona (como ocurrió en 2012, por ejemplo, con Wimbledon y los JJOO).
Christophe Fagniez, director general adjunto de la Federación Francesa de Tenis que supervisa el proyecto olímpico, describe la transformación como una mezcla de “camuflaje y exhibición”. El 20 de julio, cuando los atletas empiecen a entrenarse, Roland Garros estará inundado de los vibrantes colores de los Juegos Olímpicos. En primer lugar, el equipo del torneo deberá desmantelar los puestos de comida, los rincones de ocio y todo lo que pueda llevar la marca del Abierto francés. El cambio de imagen olímpica se prolongará hasta mediados de julio. Después, un exhaustivo control de seguridad allanará el camino para la llegada de los atletas.
Aunque el plazo de seis semanas es más generoso que las tres semanas asignadas a la transformación de Wimbledon para Londres 2012, el reto sigue siendo inmenso. ”Tenemos muy, muy poco tiempo para hacerlo”, dijo Fagniez, según la agencia Reuters. “Roland Garros abarca 12 hectáreas con 12 canchas. Otros recintos pueden tener un solo campo de juego, quizá dos o tres, pero nosotros tenemos 12″. En el interior de los courts hay que sustituir más de 250 elementos, desde las sillas de los árbitros hasta los anuncios luminosos, que se cambiarán por lonas con el aspecto olímpico.
A pesar de la amplia renovación, se mantendrán algunos elementos familiares. La estatua del español Rafael Nadal, 14 veces campeón en el Bois de Boulogne, se mantendrá. Se trata de una imagen reconfortante para los aficionados, aunque la participación del mallorquín en los Juegos Olímpicos es incierta tras su temprana retirada del Abierto de Francia (el Matador se despidió aventurándole al público que su intención es regresar a París para jugar en la competencia olímpica, pero dependerá de su estado físico).
Aunque el court Philippe-Chatrier adopte los colores olímpicos, su característico muro con el nombre de Roland Garros permanecerá visible. El emblemático logotipo “RG” también permanecerá en los miles de asientos repartidos por los courts del predio. ”Es un estadio con un gran poder histórico y deportivo, así que no podíamos borrarlo todo”, explicó Fagniez. Después del torneo de tenis, la cancha central Philippe-Chatrier sufrirá otra transformación para acoger las finales olímpicas de boxeo durante cinco veladas, marcando el final de un verano boreal intenso para este histórico recinto.