La nueva postura de la Corte Suprema contra el aborto desata un vendaval político en Estados Unidos

ARCHIVO - Una bandera de Estados Unidos ondea frente al edificio de la Corte Suprema, en el Capitolio de Washington, el 2 de noviembre de 2020. (AP Foto/Patrick Semansky, archivo)
ARCHIVO - Una bandera de Estados Unidos ondea frente al edificio de la Corte Suprema, en el Capitolio de Washington, el 2 de noviembre de 2020. (AP Foto/Patrick Semansky, archivo)

WASHINGTON.- La revelación inédita de un borrador de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos para anular el fallo “Roe vs. Wade”, la histórica decisión de 1973 que protegió el derecho de las mujeres a abortar en todo el país, desató un furioso vendaval político en Estados Unidos que promete inflamar una guerra cultural añeja en el país y profundizar las divisiones.

En una filtración sin precedentes, el portal Politico reveló el lunes por la noche un borrador de un dictamen de 98 páginas, redactado en febrero, que despliega un rechazo contundente y sin reparos a la histórica sentencia que garantizó el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo en todo el país, y que contaría con el respaldo de una mayoría de cinco jueces de la Corte. El documento, tildado de “radical” y “una abominación” por los demócratas, sostiene que la sentencia estuvo “terriblemente equivocada desde un inicio” y debe ser anulada. La Corte confirmó la autenticidad del borrador, aunque aclaró que no representa una decisión del tribunal, ni la posición final de los jueces.

Aunque la eliminación de la protección que otorgó la Corte a las mujeres era un escenario previsto desde hace meses, la filtración del borrador fue recibida con enorme sorpresa y fue una bomba que conmocionó al país, que inmediatamente dejó todo de lado para reactivar la puja histórica que ha acompañado a la discusión sobre el derecho de una mujer a interrumpir un embarazo . Apenas se conoció la noticia, una multitud enfurecida fue a protestar a las puertas del tribunal en Washington.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, catalogó al fallo de la Corte de “radical”, y dijo que, si se sostiene, implicará un “cambio fundamental” en la jurisprudencia norteamericana que pone en peligro otros derechos, como las protecciones a la privacidad o el matrimonio gay.

“Si esta decisión se sostiene, es una decisión bastante radical”, dijo Biden a la prensa, antes de viajar en el avión presidencial a una fábrica de Lockheed Martin en Alabama.

Estupefacta, la Corte confirmó en un comunicado la autenticidad del documento revelado por Politico, aunque se preocupó por remarcar que “no representa una decisión de la Corte ni la posición final de ningún miembro sobre los asuntos del caso”. El presidente del tribunal, John Roberts, dijo que la filtración era una “traición” y una “violación singular y atroz”, y ordenó una investigación.

La divulgación del borrador del fallo, un quiebre inédito del férreo hermetismo que caracteriza a la tradición de la Corte Suprema en sus deliberaciones que provocó todo tipo de suspicacias y dañó la reputación del tribunal, llega en momentos en los cuales las restricciones al aborto han avanzado de manera drástica en los estados republicanos del país, donde se han aprobado leyes para limitar el derecho o directamente prohibirlo. Los estados demócratas, por el contrario, han buscado blindarlo, ampliarlo y facilitar el acceso de las mujeres a un aborto. Estados Unidos se prepara desde hace meses a una posible revocación de “Roe vs. Wade”, una movida respaldada por el Partido Republicano y los conservadores y los evangélicos, que dieron su bienvenida a la noticia, y rechazada por la izquierda, el Partido Demócrata, el gobierno Biden, y activistas y organizaciones a favor de los derechos humanos y civiles, que además alertaron sobre el peligro que corren otros derechos y garantías.

Si la Corte decide cambiar la jurisprudencia, el aborto quedará en manos de los estados. El aborto seguirá siendo legal, pero solo en aquellos estados que lo permitan, creando en los hechos dos países. Aunque el aborto divide a los norteamericanos, una amplia mayoría considera que debe ser legal, ya sea bajo cualquier circunstancia, o en casos específicos, cuando está en peligro la salud de la madre, o el embarazo es producto de una violación, según encuestas de Gallup y del diario Washington Post y la cadena ABC.

El juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Samuel Alito
Agencia AFP


El juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, Samuel Alito (Agencia AFP/)

“Roe estaba terriblemente equivocada desde un inicio”, escribió el juez Samuel Alito, uno de los integrantes del ala conservadora de seis jueces del máximo tribunal, autor del borrador de la sentencia. “Es hora de prestar atención a la Constitución y devolver el tema del aborto a los representantes elegidos por el pueblo”, agrega.

El dictamen final de la causa se espera para el verano boreal. Una fuente judicial reveló a Politico que Clarence Thomas, y los tres jueces designados por Donald Trump, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, apoyaron la posición de Alito y no han cambiado su parecer, mientras que los tres magistrados progresistas –Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan– trabajan en una o más disidencias. Se desconoce la postura de Roberts, el presidente del tribunal.

Consecuencias

De ser ratificado, el fallo pondrá fin a la protección constitucional federal del derecho al aborto y delegará la facultad de permitirlo o prohibirlo a cada estado, un giro que devolverá a Estados Unidos al escenario que existía antes de 1973, y lo partirá en dos. Varios estados republicanos se han preparado para ese momento.

Al menos 13 estados tienen leyes “gatillo” que, sin la protección federal, prohibirían o restringirían el aborto de inmediato: Arkansas, Idaho, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming. Otros estados tienen iniciativas en carpeta para prohibir o restringir severamente el acceso al aborto, incluso en casos de violación o incesto. Los estados costeros demócratas, por el contrario, se preparan para moverse en la dirección opuesta. La anulación de “Roe vs. Wade”. llevaría casi de inmediato a límites más estrictos en el acceso al aborto en grandes franjas del sur y el medio oeste del país, y afectaría, sobre todo, a las mujeres pobres y de las minorías latinas y afroamericanas.

En el Congreso, los republicanos celebraron la nueva postura de la Corte, sin dejar de condenar o lamentar el daño que causó la filtración, mientras que los demócratas reaccionaron con furia y frustración.

El senador republicano Ted Cruz, de Texas, dijo que la decisión del tribunal era “nada menos que una victoria masiva para la vida y salvará millones de vidas inocentes de bebés”. La senadora demócrata Elizabeth Warren, ícono del ala progresista del partido, fue enardecida a la Corte a respaldar a los manifestantes. “Estoy enojada y molesta. Los republicanos han estado trabajando para este día por décadas. Han estado cultivando estos jueces para tener una mayoría en el tribunal para lograr algo que la mayoría de los norteamericanos no quiere”, dijo Warren. Chuck Schumer y Nanci Pelosi, jefes de las bancadas demócratas en el Congreso, llamaron a la decisión “una abominación”.

Activistas y organizaciones de derechos humanos rechazaron y criticaron el borrador del fallo.

Amanda Klasing, directora Asociada de la División de Derechos de las Mujeres de Human Rights Watch, dijo que el aborto seguirá siendo legal en Estados Unidos, pero se había llegado a “un momento de crisis para el acceso”. “El fallo perjudicaría más a las jóvenes, a las personas de color embarazadas y a otras personas marginadas por la opresión. El fallo también tendría implicaciones de largo alcance para otras garantías constitucionales vigentes. Y el mensaje global que esto enviaría podría ser devastador”, advirtió.