Rodolfo Hernández, ante el desafío de buscar el centro sin dejar de ser antisistema

El candidato antisistema Rodolfo Hernández
Mauricio Pinzon

BOGOTÁ.– En Colombia la batalla es por el centro. Sólo faltan dos semanas para que las urnas se abran de nuevo para confirmar el giro histórico en el país cafetero y tanto el izquierdista Gustavo Petro como el outsider anticorrupción Rodolfo Hernández no sólo buscan los 890.000 votos obtenidos por Centro Esperanza. El objetivo de ambos, distanciados de momento por dos puntos porcentuales a favor del exalcalde de Bucaramanga, es apuntalar su imagen presidencial.

Al exguerrillero le pesa su radicalismo y al ingeniero sus metidas de pata y su indefinición, subido además a un péndulo que por momentos baila de un lado a otro del espectro ideológico. Indefinible, dicen buena parte de los analistas.

En busca de una solidez que le permita mantener su ventaja y salir ileso del brutal pressing que en redes sociales mantienen en su contra dirigentes y seguidores de Petro, Hernández entabló negociaciones con Sergio Fajardo, excandidato del Centro Esperanza, que compareció a la cita política acompañado de otros progresistas, como Jorge Robledo (exPolo Democrático), Carlos Amaya (Alianza Verde) y Juan Fernando Cristo, exministro de Interior con Juan Manuel Santos.

“Las tengo que considerar (las propuestas). Si agregan valor, bienvenido”, advirtió este viernes Hernández tras escuchar el programa de los centristas, que pasa por una política de género que incluya un Ministerio de la Mujer y garantías institucionales contra el uso de los estados de conmoción interior. Uno de los puntos que más ha chirriado en el comando electoral de Hernández es la exigencia de “cero uribismo”, no sólo porque creen haberlo dejado muy claro en primera vuelta. También por el momento político en el que se cuenta con los cinco millones de votantes de Fico Gutiérrez. Desde la derecha ya se cree que el ingeniero está tensando en demasía la cuerda.

Los candidatos presidenciales colombianos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández
YURI CORTEZ


Los candidatos presidenciales colombianos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández (YURI CORTEZ/)

Advertencia

“No voy a permitir que el corazón de lo que ganó (la primera vuelta) lo modifiquen los perdedores”, matizó Hernández este viernes ante lo que parecía iba a ser un acuerdo inminente, sabedor de que sus votantes no quieren saber nada de los políticos tradicionales. Y esa es su gran paradoja, cómo asegurarse unos apoyos imprescindibles sin perder sus aires de cambio.

“La gente no quiere hoy fotos con políticos, pueden restar más que sumar. El vector principal de la política colombiana no es izquierda o derecha, sino statu quo y antipolítica. Los apoyos normalmente rentables se pueden convertir en un lastre”, advirtió a LA NACION Felipe Rey, profesor de la Universidad Javeriana.

Ya desde el lunes pasado, el abanderado de la Liga de Gobernantes Anticorrupción hizo público los 20 puntos que le separan del uribismo “para que no coman cuento”, tras hacerse viral un fake atribuido a Álvaro Uribe en el que se anunciaba un acuerdo entre ambos. Hernández insistió en que dejará atrás las “políticas neoliberales y la violencia que nos dejaron en el atraso”, reducirá el tamaño del Estado, apostará por la austeridad, negociará con la guerrilla del ELN (refugiada hoy en Venezuela) y retomará las relaciones diplomáticas con Nicolás Maduro.

Las medidas más comentadas fueron su apuesta por legalizar la marihuana medicinal y recreativa, apoyo al aborto “dentro de los tiempos estipulados” y a la “diversidad sexual y de género incluyendo el matrimonio igualitario y la adopción por parte de las parejas del mismo sexo”. Hernández se vanaglorió en diversas ocasiones de que su alcaldía de Bucaramanga fuera la primera en ondear la bandera arcoiris.

Además de Ingrid Betancourt, que ya suena como futura canciller, Rodolfo también fichó al prestigioso escritor William Ospina, ganador del Premio Rómulo Gallegos, que sería el encargado de llevar adelante las políticas culturales y medioambientales.

“Hernández es un populista, un político antisistema cuya línea es difícil de enmarcar en la idea que tenemos de derecha o izquierda. No le define su ideología. Algo que también sucede con otros líderes como Andrés Manuel López Obrador”, apunta Laura Gamboa, profesora en Ciencia Política en la Universidad de Utah. De hecho, Hernández ya ha avisado que copiará las famosas mañaneras del presidente mexicano, con las que marca la agenda política ante el periodismo.