Rodolfo Canicoba Corral: "Me van a extrañar... no soy ni de lejos el peor"

El juez federal dice que piensa escribir un libro sobre los tribunales de Comodoro Py, niega haber renunciado por las denuncias en el Consejo de la Magistratura, acusa a LA NACION de montar una compaña en su contra

"Me van a extrañar", dice Rodolfo Canicoba Corral, horas después de presentar su renuncia. Se va, tras 27 años como juez federal. Uno de los históricos que quedaban en el fuero Criminal y Correccional Federal, hasta el punto de que asumió cuando el Juzgado estaba aún en el Palacio de Tribunales, frente a la Plaza Lavalle, para luego mudarse al edificio de Comodoro Py. "Me van a extrañar", reitera, pero sin dejo de nostalgia, sino de desafío. "No soy ni de lejos el peor", dice.

A cargo del Juzgado 6 desde 1993, instruyó decenas de expedientes sensibles al poder político y empresarial. Desde "Coimas en el Senado" a AMIA. También forjó amistades que, según él mismo explicó, explicarían parte de sus lujos. Y se granjeó enemigos de peso, entre los que él enumera a Antonio "Jaime" Stiuso, el exjefe operativo de la Secretaría de Inteligencia, y al otrora superministro Domingo Cavallo.

El patrimonio de Canicoba Corral que lo complicó ante el Consejo de la Magistratura

"Pero ahora me voy porque cumplo 75 años. Eso es todo. No como dice tu diario, que me voy 'acosado' por las denuncias que afronto en el Consejo de la Magistratura. ¡Si ni siquiera me están investigando sino debatiendo si abren o archivan las denuncias!", le dice a LA NACION, sobre el que concentra sus críticas. "Los veré en Tribunales".

Canicoba Corral alude a investigaciones sobre su patrimonio, su nivel de vida y sobre los negocios de su esposa, Viviana Tejada, que publicó el diario durante los últimos años, así como también a columnas y editoriales, a las que califica como parte de una "campaña de difamación".

-¿Su decisión es irrevocable?

-Sí, claro. Así lo dice la ley y ya elevé mi renuncia al Poder Ejecutivo.

-Le pregunto porque se especuló con que buscaba o negociaba un vericueto legal para quedarse.

-No, no. Eso es lo que tu diario dijo. Pero no era mi intención.

-Otros, como su colega María Servini, presentaron un amparo y no le fue mal.

-Ella, Highton [por la ministra de la Corte Suprema de Justicia, Elena Highton de Nolasco], y como diez jueces más en el interior del país. Pero, por lo visto, solo se acuerdan de mí a la hora de las críticas, ¿no?

-¿Lo sondearon del Gobierno para ofrecerle que se quede?

-No, del Gobierno, no. Pero sí hubo personas que me dijeron que presentara un amparo o que simplemente me quedara, más aún ahora que en el Consejo [de la Magistratura] estaban estudiando sacar una resolución para prorrogar en sus cargos a los jueces que llegasen a los 75 durante la cuarentena. ¡Notable! ¡Quieren modificar la Constitución Nacional con una resolución del Consejo!

-También.

-[Interrumpe] Yo soy un hombre apegado a la ley y a la Constitución. Y, ¿la verdad?, soy como los cardenales: a los 75 años, a su casa. Pero me van a extrañar. No soy ni de lejos el peor.

-¿Quién es el peor?

-No me toca a mí decirlo.

-¿Y ahora qué hará?

-Hasta el 29 [de este mes] seguiré a cargo de dos Juzgados [en alusión al suyo y al N° 12 que subroga desde que Sergio Torres renunció para asumir como ministro de la Suprema Corte bonaerense]. Trabajaré desde casa, como lo hice hasta ahora durante la cuarentena. Me tengo que cuidar, por mi edad, y porque integro la población de riesgo. EPOC... En fin. Lo bueno es que paso más tiempo con mi familia.

-¿Y luego del 29?

-Quizá me decida a ejercer la profesión. También estoy pensando en escribir un libro sobre Py, ¿sabe?

-En ese caso, cuando lo publique mejor que se mude a Kamchatka.

-[Carcajadas] En ese caso, me iré con las valijas que tu diario dice que tengo. Después fíjese que le dediqué al diario un párrafo del texto de mi renuncia [el que explica su decisión en "el hastío de haber sufrido estos últimos cuatro años una feroz campaña de difamación y persecución mediático/político de medios y de diversas agencias que respondían al Gobierno de entonces"].

-.

-A veces quienes son nuestros enemigos dicen mucho sobre nosotros.