Robert Lewandowski y un adiós nostálgico de la Euro: nunca pudo brillar igual que en clubes

Robert Lewandowski al acabar el partido entre Polonia y Francia de la Eurocopa 2024. (Matt McNulty - UEFA/UEFA via Getty Images)
Robert Lewandowski al acabar el partido entre Polonia y Francia de la Eurocopa 2024. (Matt McNulty - UEFA/UEFA via Getty Images)

Robert Lewandowski se ha marchado de su cuarta y última Eurocopa. El delantero del Barcelona, a sus 35 años, le dio un toque emotivo a su adiós de la máxima justa continental al marcarle de penal a Francia. Su equipo ya no se jugaba nada, pues estaban eliminados, pero con su maldad han enviado a los galos al segundo lugar, margen competitivo que nadie quiere vivir porque eso podría costarle cruzarse con un rival de alto nivel apenas en los Octavos de Final.

Fue el adiós para un goleador de época. Todo en este torneo tiene aroma a nostalgia: ya le tocó el turno a Luka Modric, que no pudo contener las lágrimas luego de que su Croacia quedara fuera de manera cruel y agónica. Ahora es turno de Lewandowski. El dolor, en su caso, está más que asimilado. No ha sido nunca Polonia una selección que trascienda por sus resultados ni por el brillo colectivo de sus equipos. Pero hay figuras particulares que cautivan al mundo con su talento.

Lewandowski marcando su penal ante Francia para empatar el cotejo. (Mateusz Slodkowski/Getty Images)
Lewandowski marcando su penal ante Francia para empatar el cotejo. (Mateusz Slodkowski/Getty Images)

Y eso ha hecho Lewandowski, a quien el mundo conoció con sus goles en el Borussia Dortmund. Ahí ganó dos títulos de la Bundesliga. Le tocó ser lo que se conoce como 'delantero de moda', aunque al paso de los años demostró que su capacidad anotadora no era espontánea. Se trataba del fruto de años de perfeccionismo. Temporada a temporada, Lewy se volvió un atacante más completo y letal. A la par, había una realidad de la que no podía escapar: jugar para un país de poco nivel competitivo en el marco europeo y, por ende, también mundial.

Acudió a su primera Euro, en el 2012, justamente porque su país, junto a Ucrania, fue anfitrión del certamen. Y de todas formas, pese a contar con esa venia, la selección polaca acabó en el último lugar de su grupo en dicha justa. Lewandowski no disputó el Mundial de 2014 porque Polonia no logró el boleto. Mientras tanto, sus registros seguían creciendo todos los años en el poderoso Bayern Múnich, con Pep Guardiola al mando, un entrenador que lo convirtió en mejor delantero. Para la historia quedaron aquellos cinco goles que le marcó al Wolfsburgo en apenas cinco minutos. Y la reacción de un incrédulo Guardiola al ver el monstruo que había engendrado.

En la Euro de 2016, consiguió su escalón más alto a nivel selección: los Cuartos de Final en los que, para mala fortuna, les tocó cruzarse con la Portugal de Cristiano Ronaldo y decir así adiós al certamen, pero por una vez con sabor dulce. La generación polaca de esos años puso cierta compañía a la altura de su centrodelantero. De cualquier modo, el talento aislado sigue siendo eso: unos cuantos jugadores diferentes que, al no contar con una sólida estructura, ven marchitados sus intentos de trascender con sus países. Al menos calificaron al Mundial de Rusia 2018, aunque de nuevo ahí se fueron en la primera ronda. Mismo destino que en la Euro de 2021 y en el Mundial de 2022. Y que ahora, en su última Euro.

A pesar de esa broma del futbol, de padecer en su país mientras gozaba en clubes, Lewandowski rubricó un total de seis anotaciones en sus participaciones en Eurocopas, cifra con la que iguala a mitos del futbol europeo: Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney, Thierry Henry. Los rangos están ahí. Robert Lewandowski, sin contar con los argumentos para brillar de igual modo en su selección que en sus clubes, escribió una decorosa historia que, a nivel continental, tuvo su epílogo con una zancadilla a Francia.