"Nos robaron": decepción y cacerolas tras resultado electoral en Venezuela

Opositores al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro golpean cacerolas desde su balcón en un edificio en Caracas el 29 de julio de 2024, un día después de las elecciones tachadas de fraude por la oposición (Federico PARRA)
Opositores al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro golpean cacerolas desde su balcón en un edificio en Caracas el 29 de julio de 2024, un día después de las elecciones tachadas de fraude por la oposición (Federico PARRA)

El eco de cacerolas retumba incesante desde los edificios en las calles de Caracas, en señal de descontento por los resultados de las elecciones en las que Nicolás Maduro obtuvo una victoria que la oposición tilda de fraude.

"Esto es por el descontento", dice a la AFP una vecina que pidió mantener su identidad bajo reserva por temor a represalias. "Duraron casi hasta la una de la madrugada para dar unos resultados de mentira", agrega con ojos llorosos.

Entre sus manos sostiene una bocina con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera de Venezuela.

"Me dio mucha impotencia, salí a gritar", cuenta sobre la reacción que tuvo tras escuchar el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE), que otorgó a Maduro un 51% de los votos, frente a un 44% de Edmundo González, candidato de la principal coalición opositora de Venezuela.

"Ahora estamos pesando, ¿Será que me voy?, ¿será que me quedo?, el último que apague la luz", confiesa.

En el centro de Caracas, algunos comerciantes prefirieron mantener sus negocios cerrados. "Mi familia se quedó llorando en casa", describió el dueño de una venta de comida rápida con la reja de seguridad del local a medio abrir.

En el poder desde 2013, Maduro, que rápidamente fue proclamado este lunes por el CNE, de línea oficialista, podría para permanecer 18 años en la presidencia, hasta 2031. Solo el dictador Juan Vicente Gómez habrá gobernado más que él, con 27 años (1908-1935).

Desde la ventana de su apartamento un joven que expresaba su malestar: "¿Dónde están los 5 millones celebrando por Maduro?", preguntaba.

"Nos robaron", gritó un motociclista a su paso, mientras otros tocaban bocinas para respaldar al pequeño grupo que golpeaba cacerolas desde una acera. "Nos tienen pasando hambre, me siento defraudada", comentó por su parte María, una jubilada de 78 años.

- "Decepcionados" -

Por temor a los colectivos, como son conocidos en Venezuela los grupos de choque afines al gobierno señalados de reprimir protestas antigubernamentales, la mayoría optó por protestar desde sus balcones.

Jenny Gil, de 56 años, fue de las pocas que se atrevió a bajar a tocar una cacerola en una avenida de La Candelaria, en el corazón de Caracas.

"Estamos decepcionados de Maduro, Edmundo ganó porque yo estuve presente en las votaciones en el colegio Andrés Eloy y contamos voto por voto, y él ganó, tengo las evidencias de que él ganó", relató a la AFP.

La oposición venezolana, que se autoproclamó victoriosa con el 70% de los votos contra 30% para Maduro, denuncia fraude.

"Se han violado todas las normas", dijo Edmundo González, representante de la carismática y popular líder opositora María Corina Machado, impedida de postularse debido a una inhabilitación política.

Junto a Jenny también protestó Janeth Carabaño, de 49 años, quien regresó de Ecuador hace dos meses con la esperanza de un cambio de gobierno.

"Estuve cinco años fuera del país, y vine a votar, y no puede ser que me roben mi voto así tan descaradamente, esto es una injusticia", contó bajo el sonido metálico de cacerolas.

Cerca, un grupo de jóvenes trepó un poste de alumbrado público para desprender uno de los cientos de afiches con el rostro de Maduro que tapizan las calles de Caracas.

"Cuando escuché los resultados me puse a llorar, indignada, y dije mañana salgo, porque esto no puede seguir así, ¡Ya basta!", lanzó Carabaño, que dice protestar para un mejor futuro para sus dos hijos y nieto.

Aquellos que salieron a la calle eran víctimas de amenazas.

"Pasó un tipo y nos hizo una seña con el cuello para decirnos que vamos a morir", describió Jenny Gil.

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