River y el dilema que abrió Iker Muniain: los tres puntos que hoy parecen frenar el sueño del español

Iker Muniain celebra un gol para Athletic Bilbao ante Osasuna, en mayo de 2024: el volante quiere llegar a River, pero el panorama no parece sencillo
Iker Muniain celebra un gol para Athletic Bilbao ante Osasuna, en mayo de 2024: el volante quiere llegar a River, pero el panorama no parece sencillo - Créditos: @AFP

“Hacia River siento algo especial, un vínculo emocional y sentimental grande. Es una de las opciones que contemplo, que me atraen”. Mientras Iker Muniain le abre la puerta a un posible desembarco en el fútbol argentino, en Núñez -al menos por ahora- le ponen paños fríos a lo que podría ser el bombazo mediático del mercado de pases de invierno. A los 31 años, el volante ofensivo español ya se despidió de Athletic de Bilbao tras 15 temporadas y abrirá su camino en un nuevo horizonte: aunque baraja las alternativas de la MLS de Estados Unidos y de la Liga Profesional Saudí, no quiere descartar la chance de cumplir su sueño de vestir la banda roja. Aunque hay al menos tres obstáculos que hoy parecen impedirlo por fuera del clamor popular de los hinchas que se entusiasman por el renombre de su apellido.

¿Por qué es difícil que Muniain pueda aterrizar en Buenos Aires? En primer lugar, hay un factor esencial que hoy termina siendo el más determinante: el cupo de extranjeros. Con cinco habilitados para firmar planilla y seis para formar parte del plantel profesional, River hoy solo tiene uno disponible, ya que cuenta con dos de sus figuras como Miguel Ángel Borja (Colombia) y Paulo Díaz (Chile) y tres recientes refuerzos como Sebastián Boselli (Uruguay), Agustín Sant’Anna (Uruguay) y Nicolás Fonseca (Uruguay). Ese hueco sobrante se espera poder completar en los próximos días con Adam Bareiro, el delantero paraguayo de San Lorenzo por el que restan detalles para concretar su incorporación.

Iker Muniain en un partido ante el Atlético de Madrid; en la acción, ante Rodrigo De Paul
Iker Muniain en un partido ante el Atlético de Madrid; en la acción, ante Rodrigo De Paul - Créditos: @ANDER GILLENEA

En Nuñez entienden que dentro de los próximos 10 días ya quedarán sellados los últimos detalles de una larga negociación por Bareiro, quien se transformaría en el sexto extranjero del equipo millonario, por lo que impediría la llegada de otro foráneo. La única puerta de salida es que tanto Paulo Díaz como el propio Bareiro están tramitando la ciudadanía argentina, pero ven difícil que se pueda resolver alguno de los dos trámites antes del 31 de agosto, fecha en la que se cerrará el libro de pases en el país.

“El mercado es largo, falta mucho”, aseguran en los pasillos del Monumental, sin necesidad de descartar antes de tiempo una oportunidad que divide aguas: más allá de la expectativa de los hinchas, la CD no quiere ponerle un punto final definitivo y evaluarán una posible contratación. Por eso, en el entorno de Muniain esperan un contacto en los próximos días para conocer el estado de situación.

Por fuera de eso, en segundo lugar, River no está en la búsqueda directa de volantes en zona ofensiva por la diversa cantidad de jugadores que posee en ese puesto: hoy cuenta con Claudio Echeverri, Esequiel Barco, Ignacio Fernández, Manuel Lanzini, Franco Mastantuono y espera por la recuperación de Gonzalo “Pity” Martínez para fin de año. Muniain es un mediocampista ofensivo que puede jugar como enlace, mediapunta o hasta recostado por izquierda y que desde su debut profesional a los 16 años -récord en el Athletic- cautivó a propios y extraños por su talento, destreza, visión de jugo y personalidad, al punto tal que se volvió emblema, capitán y figura de su club.

Muniain y una muestra de su histórico afecto por River
Muniain y una muestra de su histórico afecto por River - Créditos: @captura

Pero, en su última temporada, perdió terreno por sus altibajos: solo sumó 953 minutos en 25 partidos (nueve como titular) con tres goles. En total, en Athletic, acumuló 559 partidos disputados segundo para ser el jugador con más presencias en la historia de la institución, marcó 75 goles y levantó tres títulos en el club: dos Supercopas de España y una Copa del Rey. “River Plate es un equipo que siempre le he seguido, desde que era pequeño, desde hace muchísimos años. Quitando el Athletic que es el equipo de mi vida, hacia River siento algo especial, un vínculo emocional y sentimental grande. Lo he dicho muchas veces”, dijo Iker en Diario Marca.

Y agregó: “Es una de las opciones que contemplo, que me atraen. Como todos sabemos ahora que he tomado la decisión, pues es muy amplio. Ya dije en su día que el poder jugar en La Liga española y en Europa quedaba descartado completamente. Quería vivir una experiencia lo más diferente posible a lo que ya había vivido durante toda mi carrera. Dentro de ese mercado son varias las ligas que me atraen”.

Marcelo Bielsa dirigió a Muniain en Athletic de Bilbao; fue en 2012
Marcelo Bielsa dirigió a Muniain en Athletic de Bilbao; fue en 2012 - Créditos: @Alex Grimm

Además, hay un tercer punto que también le pone paños fríos a la explosión mediática de su caso: el aspecto económico. En River entienden que el futbolista español debería resignar una importante cantidad de dinero para poder negociar un contrato viable con un salario que se adapte al presupuesto actual del plantel profesional y que no sea desproporcionado con el resto de los futbolistas actuales.

Así, tanto desde Estados Unidos como desde Arabia Saudita corren con ventaja para llevarse al jugador, aunque Muniain sentencia: “Única y concretamente contemplo la opción de River por todo lo que he comentado. Es una liga muy competitiva, con pasión por el fútbol y con una cultura futbolística que tienen los argentinos, las hinchadas, la pasión que tienen en cada estadio es espectacular. También está la Copa Libertadores de por medio, que es una Copa muy, muy deseada por todos”.

Así, con la Copa Libertadores como gran objetivo, River debe definir qué postura tomar: si apostar a romper el mercado con una figura de calibre mundial en un puesto que hoy parece tener cubierto o dejar la oportunidad para el futuro.