Rishi Sunak hace historia y recibe el encargo de sacar de la crisis a Gran Bretaña

Rishi Sunak, habla durante una rueda de prensa tras el presupuesto de 2021, en el número 10 de Downing Street, Londres
Rishi Sunak, habla durante una rueda de prensa tras el presupuesto de 2021, en el número 10 de Downing Street, Londres - Créditos: @Tolga Akmen

PARIS.- El millonario de origen indio de 42 años, Rishi Sunak ingresó hoy en la historia al convertirse, a partir de mañana, en el primer jefe de gobierno de color de Gran Bretaña. Nacido en 1980 en Southampton en el seno de una familia de origen indio emigrada hace seis décadas a Inglaterra, el nuevo primer ministro es también uno de los ocupantes de 10 Downing Street más jóvenes de la historia moderna del país. Sin alcanzar, sin embargo, a batir la proeza de William Pitt el Joven, que llegó al poder el 19 de diciembre de 1783, cuando tenía apenas 24 años y 208 días.

Apenas proclamado su triunfo como líder del Partido Conservador, hablando en privado a los diputados de su bancada en los Comunes, Sunak se refirió a “la amenaza existencial” que enfrenta el partido, debido a los enormes tropiezos económicos de los últimos meses y a la división interna.

“Estamos ante un momento existencial. Nuestro partido no está definitivamente dividido. Tenemos tiempo hasta la próxima elección (a fines de 2024). Pero esta es nuestra última oportunidad”, advirtió. Sunak prosiguió reafirmando la necesidad de “unidad en torno a un plan económico claro y una visión para un mejor Reino Unido. De ir adelante con un gobierno experimentado, disciplinado, estable y competente”.

En una breve declaración pública, prometió servir su país “con humildad y devoción”. Para devolverle algo de “todo lo que recibí de Gran Bretaña”, dijo.

Su proclamación quedó definida al término del vertiginoso proceso lanzado el viernes por el Comité 1922 del Partido Conservador, encargado de seleccionar al sucesor de Liz Truss, que había capitulado el 20 de octubre después de una desastrosa permanencia en el poder que duró apenas 44 días. Durante la despiadada selección realizada por la aristocracia del partido, formada por los 357 parlamentarios tories, Sunak reunió 193 firmas para ganar la posición de favorito. Con ese respaldo pudo descartar a sus dos últimos rivales. El primer ministro Boris Johnson, que aspiraba a retornar al poder solo dos meses después de su renuncia, decidió abandonar sus pretensiones cuando comprendió que no tenía ninguna posibilidad. Su última contendiente, Penny Mordaunt, que totalizó apenas 27 votos de respaldo, se inclinó sin resistencia a primera hora de la mañana de hoy, anunciando su apoyo a Sunak, un gesto que la colocó en posición de privilegio para aspirar a conducir el Foreign Office (ministerio de Relaciones Exteriores).

La meteórica carrera política del nuevo premier, que primero lo condujo a ocupar la secretaría del Tesoro en 2019, constituye un acontecimiento de gran magnitud porque su llegada a la cúspide del gobierno se produce 75 años después del retiro británico del Imperio de India, en 1947. Esa paradoja tiene un alto significado en un país multicultural, multireligioso y multiracial en el cual residen 1,4 millones de personas de origen indio.

Esas características también operaron en cierto momento como un contrapeso porque una parte de la opinión pública considera que ese egresado de las prestigiosas universidades de Oxford y Stanford (California) es un típico representante del establishment conservador. Con sus diplomas bajo el brazo, construyó su fortuna trabajando en los fondos especulativos de la City, donde amasó una fortuna estimada en 730 millones de libras. Esa cifra, sumada a la fortuna de su esposa, Akshata Murty (42) también de origen indio y es una de las mujeres más ricas del mundo, lo confieren otro récord: será el primer jefe de gobierno británico cuya fortuna superará holgadamente la del rey Carlos III.

El nuevo primer ministro Rishi Sunak sale de su oficina en Londres el 23 de octubre de 2022
El nuevo primer ministro Rishi Sunak sale de su oficina en Londres el 23 de octubre de 2022 - Créditos: @DANIEL LEAL

Akshata posee, en efecto, una fortuna en acciones que valen 1000 millones de dólares en el gigante tecnológico Infosys, cofundada por su padre N.R. Narayana Murthy en 1981 y que asciende actualmente a 100.000 millones. La pareja vive en una casa en Londres, pero pasa todos sus fines de semana en la fastuosa residencia que compraron en 2015 —cuando Sunak aún trabajaba en la City— en la pintoresca ciudad de Kirby Sigston, ubicada en la región de North Yorkshire, cerca de Richmond, que lo eligió diputado en 2015. Después de una inversión de 400.000 libras, la casa fue transformada en un verdadero paraíso de descaso con la construcción de una piscina interna de 12 x 5 metros, sala de gimnasia, estudio de yoga, jacuzzi y cancha de tenis.

Convertido en icono de un sector del país cuando fue canciller del Tesoro (ministro de Finanzas), Sunak demostró la fuerza de sus convicciones durante la campaña que culminó con la decisión del Comité 1922 de elegir a Liz Truss para primera ministra. Firme partidario de la ortodoxia presupuestaria, en todos los debates de esa competición que duró casi dos meses, advirtió sobre los riesgos que presentaban las promesas demagógicas y las reducciones inconsideradas de impuestos prometidas por su rival. La aplicación de ese programa provocó derrumbes de la Bolsa de Londres, fuerte desplome de la libra y la renuncia del canciller del Tesoro, Kwasi Kwarteng.

Sunak, que recién el martes será proclamado primer ministro por el Parlamento, es aguardado como el hombre providencial que puede sacar al país de la crisis económica y social más profunda de los últimos años. El tablero de la economía británica presenta cifras alarmantes con una inflación superior a 10% anual —la tasa más fuerte entre los países del G7—, una actividad que la mantiene al borde de la recesión después de dos trimestres de crecimiento raquítico de -0,1%, un déficit público de 8% del PIB este año y 6,5% en 2023 y una situación social al rojo vivo debido a la multiplicación de huelgas.

Britain's Foreign Secretary Liz Truss (L) and former chancellor to the exchequer Rishi Sunak, contenders to become the country's next prime minister, arrive to take part in the BBC's 'The UK's Next Prime Minister: The Debate' in Victoria Hall in Stoke-on-Trent, central England, on July 25, 2022. (Photo by Jacob King / POOL / AFP)
Liz Truss y Rishi Sunak en un debate previo a la elección de primer ministro - Créditos: @JACOB KING

A pesar de los nubarrones que amenazan el futuro, la opinión confía en sus cualidades como economista, experto de los mercados financieros e infatigable trabajador para que pueda sacar al país de la tormenta. Además, tiene una sólida reputación de seriedad, competencia y horror de la demagogia. Su primera declaración fue comprometerse a “servir como primer ministro con integridad y humildad”, una frase claramente destinada a desmarcarse de Boris Johnson.

El rey Carlos III recibirá mañana la renuncia de Liz Truss y luego confiará a Sunak la formación de un nuevo gobierno. Será su primera actuación institucional en ese sentido después de los 15 primeros ministros que se sucedieron durante los 70 años de reinado de su madre, Isabel II.

El nuevo ocupante del 10 Downing Street probablemente anunciará la composición del gabinete el mismo martes. Su rival Penny Mordaunt, según las indiscreciones que circulan en el Parlamento de Westminster, obtendrá el Foreign Office; Jeremy Hunt, uno de sus aliados, que calmó la tormenta después de las catástrofes de Liz Truss, debería permanecer en su cargo de canciller del Tesoro; Robert Wallace conservaría el ministerio de Defensa y Suella Braverman podría regresar al ministerio del Interior.

Después de los tres años de Boris Johnson y el aquelarre organizado por Liz Truss en sus 44 días de gobierno, todas las esperanzas los tories están puestas en los primeros pasos de Rishi Sunak. Saben que de ellos dependen, no solo la normalización económica de Gran Bretaña, sino sobre todo su propia supervivencia del Partido Conservador.