Rishi Sunak convoca a elecciones generales anticipadas para el 4 de julio en Gran Bretaña

El primer ministro británico, Rishi Sunak, anuncia la fecha de las elecciones, bajo la lluvia, frente a la oficina de gobierno
El primer ministro británico, Rishi Sunak, anuncia la fecha de las elecciones, bajo la lluvia, frente a la oficina de gobierno - Créditos: @Lucy North

LONDRES.- El primer ministro conservador Rishi Sunak convocó este miércoles a las elecciones generales anticipadas en Gran Bretaña para el 4 de julio próximo, en las cuales la oposición laborista parte como gran favorita para poner fin a 14 años de gobiernos “tories”.

“Hoy hablé con Su Majestad el rey para solicitar la disolución del Parlamento. El rey ha accedido a esta petición y celebraremos elecciones generales el 4 de julio”, anunció Sunak bajo la lluvia a las puertas de su residencia oficial de Downing Street.

El sorpresivo anuncio de Sunak, en una escena dramática bajo la lluvia, da pie a seis semanas de intensa campaña y pone fin a meses de especulaciones, que situaban la fecha de las elecciones más cerca de final de año.

La oposición laborista, liderada por Keir Starmer, parte como favorita para hacerse con el triunfo en las elecciones, con veinte puntos de ventaja en algunas encuestas, frente a los conservadores de Sunak.

Sunak y su gobierno acusan al Partido Laborista de estar dispuesto a aumentar los impuestos si llega al poder y que los laboristas no garantizan una conducción segura para Gran Bretaña en un mundo cada vez más peligroso.

Los laboristas acusan al gobierno de 14 años de mala gestión económica, dejando a la gente en peor situación, con una serie de administraciones caóticas que no han logrado dar la estabilidad que las empresas anhelaban para estimular el crecimiento económico.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante el anuncio de la fecha electoral
El primer ministro británico, Rishi Sunak, durante el anuncio de la fecha electoral - Créditos: @Stefan Rousseau

“Durante las próximas semanas, lucharé por cada voto. Me ganaré su confianza. Y les demostraré que solo un gobierno conservador liderado por mí, que no ponga en riesgo nuestra estabilidad económica ganada con tanto esfuerzo puede restaurar el orgullo y la confianza en nuestro país”, afirmó Sunak en su alocución.

Las elecciones debían programarse antes de finales de enero de 2025 y Rishi Sunak se había limitado hasta ahora a hablar de elecciones “en la segunda mitad” del año.

Las desastrosas cifras que estaban mostrando las encuestas para los “tories”, aumentaron la presión sobre el jefe del gobierno para que convocara a los electores a las urnas.

El líder laborista británico Keir Starmer, durante una sesión parlamentaria (Archivo)
El líder laborista británico Keir Starmer, durante una sesión parlamentaria (Archivo) - Créditos: @-

Una serie de buenas noticias a nivel económico, como un freno a la inflación o el hecho de dar pasos para poner en marcha del plan de expulsiones de inmigrantes irregulares hacia Ruanda habrían terminado de convencer a Sunak de dar el paso.

“Espero que mi trabajo desde que asumí el cargo de primer ministro demuestre que tenemos un plan y estamos preparados para tomar las medidas audaces necesarias para que nuestro país prospere”, afirmó Sunak. “Los laboristas no tienen ningún plan. No hay ninguna acción audaz y, como resultado, el futuro solo puede ser incierto para ellos”, añadió.

“Oportunidad para un cambio”

Pero después de 14 años de poder conservador marcados por el referéndum sobre el Brexit y luego la sucesión de cinco primeros ministros en ocho años, los británicos parecen decididos a pasar página y enviar al laborista Starmer, un abogado de 61 años, al número 10 de Downing Street. Las elecciones generales son “una oportunidad para un cambio positivo”, afirmó Starmer.

El ministro británico para la Lucha contra la Migración Ilegal, Michael Tomlinson (I) y el Secretario del Interior, James Cleverly, asisten a una conferencia de prensa con Sunak. Los conservadores impulsaron este año un polémico plan de relocalizar migrantes en Ruanda.
El ministro británico para la Lucha contra la Migración Ilegal, Michael Tomlinson (I) y el Secretario del Interior, James Cleverly, asisten a una conferencia de prensa con Sunak. Los conservadores impulsaron este año un polémico plan de relocalizar migrantes en Ruanda. - Créditos: @Stefan Rousseau

Con un sistema de votación simple de mayoría absoluta en cada uno de los 650 distritos electorales de Gran Bretaña, tales resultados se traducirían en una gran mayoría para los laboristas.

Para los conservadores, a quienes Boris Johnson llevó a una victoria histórica en 2019, las cosas van de mal en peor, con más de 60 diputados de los 344 que tiene los tories que ya han renunciado a presentarse, incluidos los pesos pesados del partido.

De este modo, Sunak, primer jefe de gobierno británico de raza no blanca, parece tener las horas contadas como primer ministro, víctima de luchas internas y de la crisis que sufre el Partido Conservador.

El ex primer ministro británico Boris Johnson (Archivo)
El ex primer ministro británico Boris Johnson (Archivo)

El líder de los tories, que lleva menos de dos años en el cargo, ha tratado, desde que accedió al puesto a finales de 2022, de luchar frente a la pérdida de votos de su partido, además de pelear contra corrientes en su contra dentro de los conservadores.

Su ascenso a primer ministro había llegado de forma inesperada. Tras ser nombrado titular de Economía en 2019, la dimisión de Johnson en septiembre de 2022 y el paso efímero de Liz Truss por el puesto lo colocó a la cabeza del gobierno el 24 de octubre de ese año.

Starmer, que cambió el rumbo del partido laborista para acercarlo a posiciones más de centro, aparece como el gran favorito para ocupar el puesto de próximo primer ministro, tras tomar las riendas del partido hace cuatro años.

Starmer sucedió al frente del partido a Jeremy Corbyn, defensor de una ideología más izquierdista y que sufrió un duro revés en las legislativas de 2019. Starmer pegó un golpe de timón y cambió el rumbo al partido laborista alejándolo de las tesis más radicales de Corbyn.

Agencias AFP y Reuters