Richard Dunne, el irlandés dueño de récords malditos: hacer goles en contra y recibir tarjetas rojas

Richard Dunne, como defensor del Aston Villa. Fue transferido desde el Manchester City a cambio de ocho millones de euros
Richard Dunne, como defensor del Aston Villa. Fue transferido desde el Manchester City a cambio de ocho millones de euros - Créditos: @FIFA.com

Richard Dunne luce sonriente. Está por empezar la temporada 2007/08 en el Manchester City y se decidió que este irlandés nacido en Tallaght, la tercera ciudad de su país, ubicada a sólo 15 kilómetros al sur de su bellísima capital, Dublin, será el capitán de The Citizens por segunda temporada consecutiva. Son días complicados para el club: en agosto, su nuevo propietario, el multimillonario y depuesto ex primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, quiere generar una revolución con el sueco Sven Goran Erickson como entrenador. Pero toman decisiones que atentan contra la competitividad de la institución, cuyo último título había sucedido en 1976, al alzar la League Cup: los primeros contratados son tres tailandeses con antecedentes sin relevancia, Suree Sukha, Kiatprawut Saiwaew y Teerasil Dangda.

En breve, el primer día de septiembre de 2008, el Abu Dhabi United Group for Development and Investment, un grupo inversor de los Emiratos Árabes Unidos, con Sulaiman Al-Fahim como CEO de la entidad estatal, y con Mansour bin Zayed Al-Nahyan -miembro de la familia del gobierno de Abu Dhabi- como máximo accionista, se hizo con el control del club a cambio de 250 millones de euros, más las deudas dejadas por las conducciones anteriores. La adquisición fue seguida inmediatamente por un aluvión de ofertas por jugadores de alto perfil y antecedentes notables. El club rompió el récord para una transferencia británica con la contratación de Robinho, del Real Madrid, en 40 millones de euros.

El hombre de acero

La primera temporada de los emiratíes en el club coincidió con la salida de Dunne. El irlandés, que había participado del regreso a la Premier en la campaña 2001/02 y fue elegido Jugador de la Temporada del Club en cuatro ocasiones, se perdió los gloriosos días celestes. Desde que se fue del City (en septiembre de 2009 al Aston Villa a cambio de 8 millones de euros), el club se convirtió en una máquina de alzar trofeos: siete Ligas, tres FA Cups, seis League Cups, tres Community Shields en el ámbito local; y el Triplete Internacional el año pasado (Champions League, Mundial de Clubes de la FIFA y Supercopa de Europa). Ahora, está en carrera por otros dos títulos: la Premier y la FA Cup (definirá contra el United, en Wembley, el 25 de este mes).

Dunne se retiró en 2015 y detrás dejó una carrera repleta de vaivenes y contradicciones. Jugó como marcador central en el más alto nivel durante más de una década. El recorrido: Everton, Manchester City, Aston Villa, Queen Park Rangers y el seleccionado de Irlanda, del que fue líder, disputó 80 encuentros y estuvo presente en el Mundial de 2002 (llegó a octavos de final, la segunda mejor campaña de su país, detrás de los cuartos de final en Italia 1990) y en la Eurocopa 2012.

Dunne, con el escudo irlandés y el número 5 en el pecho
Dunne, con el escudo irlandés y el número 5 en el pecho - Créditos: @Sky Sports

Jugó 432 partidos e hizo 10 goles (a favor) en la Premier League, una cifra que lo ubica a este futbolista bravo y robusto (188 centímetros y 83 kilos) como un protagonista de la élite. Pero no fueron los títulos lo que brillaron en su carrera y lo exhibieron en portadas de diarios y revistas o de sitios de Internet. No, nada de eso. Es el futbolista que más goles en contra realizó, con 10, récord en competiciones oficiales. Y es también el futbolista más expulsado de la historia de la Premier League, con 8, al igual que Duncan Ferguson y Patrick Vieira. Además, lo amonestaron 74 veces.

Un golazo (a favor) de Dunne para el QPR, su último club

Sus buenas actuaciones parecen enterradas en el recuerdos de los tropiezos y las brusquedades. Pero Dunne, sin dudas, no era un mal jugador. Nada de eso. En una entrevista concedida a The Guardian, el 18 de enero de 2007, su compañero de equipo en el City, Micah Richards, contó: “Desde que llegué a este club, Richard siempre mostró una gran calidad. Juego con él semana tras semana y creo que es uno de los mejores jugadores con los que compartí un plantel. Estuve con John Terry y con Rio Ferdinand en el seleccionado inglés y considero que Richard (Dunne) está a la altura de ellos”.

Algunos datos también lo sostienen, más allá del testimonio de su compañero. Según números oficiales, en sus 432 partidos de Premier, en 108 ocasiones no le anotaron goles a su equipo (clean sheet, como le dicen en el fútbol británico), el 76% de las veces que intentó quitar el balón lo consiguió (una cifra a la altura de grandes defensores de su época) y ganó 1.323 duelos.

Contando todos los equipos y su seleccionado, en cualquier competición, sumó 681 partidos y marcó 21 goles durante dos décadas de fútbol jugadas a alta intensidad. Las virtudes que los medios le destacaban: entrega, orden, capacidad de liderazgo, fortaleza física. El apodo también lo retrata: The Ironman. El Hombre de acero.

Un compilado de goles en contra, insólitos y memorables

Mick Mc Carthy fue una de las figuras de la República de Irlanda que asombró en el Mundial de Italia, en 1990. El seleccionado que dirigía -con su infaltable boina- Jackie Charlton accedió a los cuartos de final (terminó su camino eliminado por el local) y fue recibido en Dublin como héroes de la nación y campeones del mundo, según recuerda el escritor mexicano Juan Villoro en su libro Dios es redondo. El mismo Mc Carthy, conocido como “Captain Fantastic” en sus tiempos de capitán y de marcador central áspero, lo dirigió a Dunne en días felices del seleccionado irlandés. “Es un jugador fundamental para nosotros, por lo que ofrece, por lo que genera en sus compañeros”, lo definió Mc Carthy a Dunne.

Algunos datos, a simple vista, a veces pueden resultar mentirosos o cuanto menos engañosos. La historia de Dunne, el pelotazo en contra que no fue tal, puede dar cuenta de ese enunciado.