La Revolución Cubana cumple 65 años: Rompió a Cuba, pero no a su pueblo | Opinión

Al nacer 2024, debemos conmemorar un aniversario que es especialmente difícil de digerir para muchos en la histórica comunidad de exiliados cubanos de Miami: Hablamos de el 65 aniversario de la Revolución Cubana.

Es, lamentablemente, la revolución política más larga que existe en la historia moderna, seguida de las revueltas estadounidense, francesa y rusa, que fueron reemplazadas por verdaderas democracias, no la cubana, que resultó tener una inspiración secretamente marxista-leninista.

Si fuera un ser humano, la revolución se estaría jubilando cojeando. Sin embargo, el gobierno autoritario de Cuba todavía se aferra a la gloria hueca de la revolución, a pesar de que no hizo más que condenar a la isla al aislacionismo, la constante escasez económica, la represión de su pueblo y enviar a 1 millón de cubanos al exilio.

Bajo la revolución, Cuba nunca ha disfrutado de tiempos de abundancia. Aún así, ha logrado que su pueblo siga creyendo que debe sacrificarse por el “bien de la revolución”, y aquellos que no lo hacen son considerados traidores: una guerra psicológica impresionante contra su pueblo.

“La Revolución Cubana buscó aplastar la vibrante economía cubana para hacer que los cubanos fueran controlables, y lo logró. Este proceso destructivo ha convertido a Cuba en una tierra de pobreza y necesidad, un país incapaz de alimentarse”, dijo al Consejo Editorial Orlando Gutiérrez Boronat, portavoz del Directorio Democrático Cubano y miembro de la Asamblea de la Resistencia Cubana.Irónicamente, la promesa original de la evolución era acabar con la pobreza en la isla igualando la riqueza. Ahora todo el mundo es pobre, todos los edificios están decrépitos y pocos tienen suficiente.

“La Revolución Cubana es el mayor fraude jamás cometido contra el pueblo cubano. Es un crimen duradero”, dijo Gutiérrez Boronat. El tiene razón.Entonces, ¿podría la revolución celebrar otro cumpleaños? Esperamos que no.

La mayoría de los rebeldes barbudos y vestidos de uniforme que llegaron a La Habana desde el campo en los primeros días de 1959 están muertos.

Del grupo original sobreviven los rebeldes Raúl Castro, de 92 años, y Ramiro Valdés, de 91, quienes formaron parte del grupo que llevó al hombre fuerte Fulgencio Batista y sus hombres a abandonar el palacio y saltar en aviones privados al exilio en la víspera de Año Nuevo de 1958.

Seis décadas después, ¿puede el gobierno cubano mantener a flote la idea y la promesa de venderla al pueblo cubano?

Se muestran grietas profundas. Los jóvenes cubanos parecen menos enamorados de un acontecimiento que ocurrió mucho antes de que ellos nacieran y son más francos sobre su descontento con el país que sus padres. Quieren una vida mejor y Miami sigue siendo un faro de luz.“

¿Hay grietas en el sistema? Definitivamente las grietas las genera la resistencia del pueblo cubano, en la isla y en el exilio”, añadió Gutiérrez Boronat.

Y los cubanos siguen huyendo, como lo han hecho desde el inicio de la revolución. Sólo en los últimos dos años, 425.000 cubanos han emigrado a Estados Unidos, más que durante cualquier éxodo anterior. Esto es aleccionador y revelador.El capitalismo, una mala palabra en la isla, está invadiendo con el permiso del gobierno.

A los empresarios cubanos se les permite comprar alimentos y bienes del mundo exterior y revenderlos a los cubanos para obtener ganancias que puedan conservar.Otro fracaso de la revolución es que políticamente no se extendió, ya que los rebeldes esperaban destruir a los “yanquis imperialistas” que Castro tanto odiaba.

“La Revolución Cubana es un faro de luz para toda América Latina”, dijo Ernesto “Che” Guevara, un argentino que se convirtió en arquitecto de la revolución junto con Castro. Durante décadas, Guevara estuvo equivocado.

No fue hasta hace poco que los países latinos eligieron democráticamente presidentes de tendencia izquierdista, muchos años después del ejemplo de Cuba.

Una cosa que hizo la revolución al terminar la década de 1950 fue alterar trágica y dramáticamente el curso de la vida de 11 millones de cubanos, familias separadas, cubanos ejecutados considerados enemigos, sin mencionar el impacto en la política estadounidense, la ciudad de Miami y todo el hemisferio.

Para aquellos en el exilio, conmemoramos el aniversario con gran pesar por sus vidas irrevocablemente interrumpidas por una revolución que nunca creyeron que duraría tanto.