Primero revivió a Lacán y ahora Pablo Zunino trae a Freud a la actualidad

Luego de ser Jacques Lacan en Dr. Lacan por ocho temporadas consecutivas y exitosas, el psicoanalista, crítico teatral, autor y actor Pablo Zunino se pone en la piel de Freud y se anima a dar un paso más en medio de una pandemia sin precedentes: actuar vía streaming, en vivo, desde su casa, "la comedia dislocada de humor ácido y 'alterado', apta para analistas, pacientes y 'civiles'", explica Zunino a LA NACION. Herr Professor Freud, una vez más de su autoría y protagonizada por él, se podrá ver este domingo 16 de agosto, a las 20, a través del canal de streaming de Plateanet y como estos tiempos son inéditos el estreno es mundial. Se puede ingresar al espectáculo desde cualquier parte del planeta.

-¿Cómo estás viviendo este momento tan extraordinario como original?

Pablo Zunino: -Los dos primeros meses de la cuarentena atendí pacientes por videoconferencia y dormí mucho: llevaba doce años sin vacaciones así que llegué quemado. Y muy angustiado por el cierre de los teatros porque, además, yo ya venía del cierre del teatro La Comedia, sala en la que hice casi todas las funciones de Dr. Lacan y que cerró sus puertas justo antes del comienzo del aislamiento. Cuando dormí todo lo necesario pensé: "hay que generar un laburo". Quise estrenar, pensar algo específico para esta modalidad nueva y para este momento. Y ahí talló un dato personal de Freud: él perdió a una hija muy querida en la epidemia de gripe española, fue un hecho decisivo en su vida y a partir del cual, incluso, hizo un viraje de algunas de sus teorías. Y entonces me pareció que era mucho más rico volver a ubicarlo a Freud en otra pandemia que traerlo a Lacan desde mayo de 1968, que era donde yo lo había dejado en el espectáculo que le dediqué.

-¿Qué se va a ver el domingo? ¿De qué se trata Herr Professor Freud?

P.Z: -Freud murió en 1939 al tiempo que iba naciendo la televisión. Tuvo una vida "despantallada" y entonces tuve esa fantasía: ¿qué diría si reviviese en estos días tan virtuales, y más aún desde que comenzó la pandemia? Imaginé entonces de qué trabajaría porque, aclaro: el que revivió en mi historia es un Freud precarizado. Algunos dicen que es un psicótico, otros que es un actor buscando un rebusque y otros le creen que es Herr Professor. Se mete en las redes, empieza a medir y termina trabajando de mediático cuando toda esa polémica gana los medios. "¿Por qué si ustedes creen en el terraplanismo no pueden creer que soy Freud revivido?", llega a decir. Es un Freud viralizado, dislocado, por momentos pasado de rosca, pero también con una letra muy freudiana para plantarse frente a las requisitorias de los distintos formatos periodísticos que piden su palabra. Metimos a Freud en el barro de los medios y viceversa. Él negocia: se adapta a los códigos estéticos de los medios según el ciclo en el que participe; pero nunca deja de decir sus cositas. Sea quien fuere, su discurso y su punto de mira denota que conoce la obra de Freud. Puede que sea un loco, pero lo leyó.

-¿Creés que en este contexto apocalíptico es más tranquilizador y contenedor Freud que Lacan?

P.Z: -No, en términos teóricos ninguno de los dos tenía una visión demasiado optimista respecto de un futuro mejor para lo civilizatorio, habría algo estructural llamado por Freud "Malestar en la Cultura", irreductible, que toma distintas formas. Le preguntan a Herr Professor y él toma una posición que queda contrapuesta a un poema de Alejandro Urdapilleta. También la obra es un pequeño homenaje a Alejandro Urdapilleta, quien, me parece, tuvo la exclusiva de ser el único trágico argentino que hizo humor.

-¿Cómo se prepara una obra desde el hogar?

P.Z: -Básicamente, si te las arreglás con lo que tenés en tu casa. Soy de riesgo, tengo 62 años, me cuido mucho y no da para salir a buscar ese saco o aquel accesorio.

-En la dirección se suman al proyecto Pablo Bolaños y, como jefe de arte, Marcelo López Carilo, ¿cómo fueron estos roles a distancia?

P.Z: -Ambos vienen del diseño 2D y la escenografía tanto para rock como para teatro, respectivamente, además de que Marcelo aporta voces a la obra porque no quería hacer un espectáculo donde esté parado hablando 50 minutos frente a una cámara. Por eso es puesta real virtual porque se trató de armar un espacio físico de un metro por un metro donde se pueda desarrollar alguna acción y encontrar perspectivas, encuadres, luces que aviven la progresión de la historia. Encontramos modos de meter inserts, trabajamos un poco con la técnica del DJ, con cosas pregrabadas que sirvan para una transmisión en directo. Pero, además, a todo eso hay que operarlo con mínimos recursos. Nos quedó un híbrido; tiene algo de teatro, de televisión, de YouTube, de Zoom, de radio y de un plus propio del streaming que estamos buscando.

-Así como cuando llegó el cine muchos creyeron que no iba a prosperar, hoy sucede lo mismo con todo intento de actuar en vivo de forma virtual, ¿pensás que va a quedar algo de lo que está sucediendo?

P.Z: -Lo primero que pienso es que se trata de un espacio posible de trabajo en medio de la parálisis generalizada. Eso pone pila y supongo que cada quien ofrece el mejor espectáculo que puede. Es transitorio el furor, luego decantará y convivirá con la actividad en los edificios teatrales. Pero no creo que el espacio virtual que se arma para transmitir por streaming reemplazará la materialidad de una función con público, la arquitectura y el espacio teatrales. Sueño con los teatros cerrados y me da mucha angustia: a lo largo de mi vida creo que pasé más horas metido en un teatro que afuera. Es un asunto para estar muy atentos.

-En tus redes sociales te hacés muchas preguntas sobre el espectáculo: "¿Escuchar un texto que ilumine algo del presente? ¿Una nueva modalidad espectacular donde representación y chat conviven y se retroalimentan, o hasta se chumban?". ¿Tenés más dudas que certezas?

P.Z: -Sí, claro, es que no deja de tener algo bizarro estar en tu casa montando un espectáculo en medio del acontecimiento pandémico que estamos padeciendo. Creo que se trata de sublimar todo lo que se pueda y para poder seguir ganándome y disfrutando de la vida. Pero hasta ahí llegué, no abundé mucho más.

-¿Te imaginás qué espera la gente o lo dejás a un costado a la hora de crear tu espectáculo?

P.Z: -Es imposible saberlo en general, pero en este caso más aún porque es un público que se está armando. ¿A quiénes les interesaría hoy ver un espectáculo por streaming? Ni la menor idea, así como también me pregunto cuán grande y cuán chico se puede actuar para ese tipo de cámaras, y qué hacer con el cuerpo en un espacio tan acotado. Es como una actuación en miniatura. Para donde des un paso te encontrás con una dificultad por resolver pero eso te hace romper la cabeza para encontrar la mejor solución posible. Soy hijo de un arreglador musical (Ismael Spitalnik) y me encanta esa parte del trabajo que es limpiar la maleza cuanto se pueda para que todo funcione de la mejor manera. Con lo que tengas, sea poco o mucho.

Para agendar

Herr Professor Freud, domingo 16 de agosto a las 20 a través del canal de streaming de Plateanet (Platea Live).