Revertir el riesgo y la tristeza de la niñez en movilidad

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Desde Save the Children buscamos entender las situaciones más apremiantes para niñas, niños y adolescentes a fin de que sus derechos sean reconocidos, respetados, promovidos y, en el caso, restituidos.

El fenómeno de la población en movilidad cruzando por el territorio mexicano es un gran reto del presente. Los flujos migratorios han crecido en número de personas y en la diversidad de rutas, lo que lleva a desbordamientos periódicos en localidades, puestos fronterizos y refugios. También hay nuevos retos cuando se forman contingentes, oleadas, confluencias entre desplazados internos por la inseguridad de Guerrero-Michoacán, jornaleros migrantes y personas de diversas nacionalidades de origen.

Acabamos de presentar una investigación que comenzó, con apoyo de WKKF como una evaluación rápida de necesidades y creció para incluir una revisión del marco jurídico, la estadística actualizada, notas periodísticas y redes sociales, estudios académicos, entrevistas a profundidad con funcionarios y actores clave de refugios y organizaciones humanitarias, así como la experiencia en campo de nuestras colegas que trabajan cotidianamente con la población de origen haitiano.

La pieza central para tener el pulso fue una encuesta con mujeres y hombres haitianos en cinco localidades clave -Tapachula, Tenosique, Palenque, Tijuana, Reynosa y Ciudad de México- que viajan con niñas, niños y adolescentes, para identificar si se topan con discriminación sistémica y cuáles son los principales obstáculos que enfrentan y que ponen en jaque el ejercicio sus derechos.

Los hallazgos (que pueden revisarse y descargar AQUÍ) nos ponen delante de situaciones muy graves de precariedad continuada: 7 de cada 10 encuestados dejaron su país por la inseguridad y de ellos 2 por persecución directa; más de la mitad se encuentran en viviendas precarias, lo que incluye estar incluso en la calle y sin ningún ingreso. Haciendo la ruta, 9 de cada 10 reportan haber padecido hambre, 8 de cada 10 haber tenido que acampar sin techo, 77 % haber sido víctimas de delito, 63 % haber estado sin sanitarios y 43 % haber enfermado.

Sólo el 17 % dicen conocer servicios específicos de apoyo legal, de salud o de distribución de recursos económicos, 28 % están en situación migratoria irregular y 46 % con su permiso muy próximo a vencerse.

Cuando ponemos foco a los derechos de la niñez de origen haitiano en México, la situación que viene a luz es de un enorme desafío: 2 de cada 3 de los adultos encuestados reconocen que no conversaron con niñas y niños que se iba a emprender el viaje y dejar el lugar de origen; la mitad dice que sus personas acompañadas, menores de 18 años de edad, sufrieron enfermedades; por otro lado, para el 50 % de niñas y niños en algún momento no se cumplieron sus necesidades básicas de alojamiento digno y alimentación, y en 4 de cada 10 se identifica dificultad para dormir, y estrés; todo esto, da como resultado que 1 de cada 3 juega mucho menos que antes. En resumen, la mitad de menores de edad reportados, experimentan una gran tristeza.

Seguiremos, como hemos hecho desde hace años, acudiendo a donde ocurren las cosas y ofreciendo espacios seguros de juego, convivencia y aprendizaje en más de 40 puntos de la ruta, atendiendo -sólo de enero a septiembre de este año- a más de 20 mil niñas y niños migrantes, lo que incluye también acciones de gestión para incorporación a la escuela y actividades de convivencia para favorecer la interacción amistosa con sus pares de la localidad.

Pero también nos corresponde invitar a abordar la discriminación y los obstáculos al ejercicio de derechos de una forma estructural.

Ahí, las principales recomendaciones que se desprenden de lo investigado incluyen un cambio de cultura y de conciencia para valorar y celebrar la afrodescendencia, remontando los sesgos y la discriminación, así como el aspecto lingüístico, para garantizar los derechos al acceso a la justicia, la libre expresión, la educación y la participación.

Es urgente también, apuntalar el aspecto socioemocional de los promotores de las organizaciones y albergues, de los funcionarios y de padres, madres y cuidadores, para propiciar una auténtica cultura de la crianza con ternura.

Hay muchos aspectos a impulsar para reducir las barreras y remontar los sesgos que limitan el acceso a la protección, que es derecho de todas las personas en movilidad. Entre nuestras principales recomendaciones destacamos una mayor inversión pública para la COMAR y el INAMI, programas específicos de habitabilidad y de reinserción escolar, la disponibilidad de información y de acompañamiento que atienda a la lengua materna, así como difundir extensamente que a la niñez no nacida en México, por el mero hecho de ser niñas y niños, les corresponde el estatus de Visitantes por Razones Humanitarias.

Muchos cambios requieren ajustes macro y estructurales, pero el punto en el que podemos actuar ya, es en revertir la tristeza e impulsar la vida digna, plena y feliz en niñas, niños y adolescentes, vida a la que estamos llamados a servir, no puede esperar.

Hay multitud de factores que inciden el riesgo que afectan las personas haitianas, los aspectos que arraigan en la mentalidad y los sesgos inconscientes, la capacidad y decisión del Estado mexicano. Pero lo que urge atender de inmediato es ofrecer alegría, en las formas concretas de la atención cotidiana. Nos vamos a empeñar. Ayúdenos, acompáñenos, súmense. Está en nosotros revertir el riesgo y la tristeza.

* David Calderón es director de Calidad, Innovación e Impacto de Save the Children (@SaveChildrenMx), organización independiente líder en la promoción y defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Trabaja en más de 120 países atendiendo situaciones de emergencia y programas de desarrollo. Ayuda a los niños y niñas a lograr una infancia saludable y segura. En México, trabaja desde 1973 con programas de salud y nutrición, educación, protección infantil y defensa de los derechos de la niñez y adolescencia, en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Visita nuestra página y nuestras redes sociales: Facebook: @SavetheChildrenMexico, Twitter: @SaveChildrenMx, Instagram: @savethechildren_mx.