Revelador audio de Alberto Nisman alimenta la sed de justicia en Argentina

El fiscal argentino Alberto Nisman. EFE/Archivo
El fiscal argentino Alberto Nisman. EFE/Archivo

Mario Cippitelli – Neuquén, Argentina – @Chipitelix

Cada vez que la causa Nisman tiene algún giro brusco, con detalles reveladores que casi nadie conocía, la noticia se vuelve viral en la Argentina. Acaso la muerte del fiscal que acusaba a la cúpula del gobierno anterior de encubrir el atentado a la mutual judía AMIA es una herida abierta que el tiempo se está encargando de convertir en un tenebroso mito que, tal vez, jamás sea esclarecido.

En ese contexto, los argentinos están consternados y también divididos en torno al caso. Pero más allá de las diferencias políticas, todos quieren saber qué fue lo que pasó y si Alberto Nisman se suicidó –como se pensaba en un primer momento- o si lo mataron, como se sospecha a medida que van apareciendo nuevos elementos. Las últimas encuestas realizadas sobre el caso, abonan esta última hipótesis, ya que el 70 por ciento de la sociedad cree que, en efecto, se trató de un magnicidio.

El audio donde el propio fiscal habla con un periodista de una agencia judía de noticias y le dice que la causa no tiene marcha atrás “aunque quieran matarme” reabrió el debate sobre la dudosa muerte del fiscal porque es la propia víctima en persona la que esta vez hace una suerte de relato premonitorio y en confianza con su interlocutor muestra una convicción nunca antes vista.

“Que esto quede entre nosotros: esto termina, y cada vez en menos tiempo, con gente presa”, dice Nisman. Y lanza frases contundentes como: “Con la pruebas, más de uno que ni se imagina le va a temblar el orto (culo), porque no es prueba inventada por mí, no son valoraciones (que son totalmente válidas), no, no, cuando vean las pruebas proporcionadas por el propio Estado (porque, obviamente, hay internas en el gobierno), te agarrás la cabeza”, dice Nisman al periodista Daniel Berliner.

¿Es este fiscal el que días después, supuestamente deprimido y antes de mostrar su informe que involucra al gobierno, decide quitarse la vida?

El audio en cuestión volvió a poner en el tapete la sed de Justicia que tienen los argentinos, tan urgente como la necesidad de confiar en un sistema sospechado de corrupción, manchado por las manipulaciones políticas y tan fragmentado como la sociedad misma. ¿A quién creerle?

El caso de la muerte de Nisman es tan poderoso para la opinión pública que cada vez que surgen informaciones reveladoras sobre las posibles causas de su muerte, hace estallar en pedazos la agenda rutinaria de los medios de comunicación. Atrás quedan temas no menos sensibles como la economía, la inflación, el futuro del país y el desempleo. Y las redes sociales y los foros se convierten en el terreno ideal para las expresiones populares en búsqueda de esa verdad que se hace esperar y que amenaza con no llegar nunca.

¿Por qué un fiscal de la Nación se volaría la cabeza de un disparo un día antes de ir al Congreso para acusar a las máximas autoridades del Estado de un crimen masivo y aberrante? ¿Cómo es posible que pasados dos años de su muerte todavía no se tenga un dictamen preciso sobre qué fue lo que ocurrió aquel fatídico día en su domicilio?

A medida que pasa el tiempo y esas preguntas no tienen respuesta, la sociedad argentina se va sumergiendo en un laberinto de tinieblas cada vez más profundo, con el riesgo de que el caso del fiscal Nisman quede finalmente a la misma altura de otras resonantes muertes ocurridas en la historia de la humanidad que hasta el día de hoy no están esclarecidas.