¿Puede una reunión caribeña enfriar la disputa fronteriza entre los líderes de Venezuela y Guyana?

Los líderes de Venezuela y Guyana tienen previsto reunirse el jueves, pero el presidente guyanés, Irfaan Ali, deja claro que “el diálogo de alto nivel” con Nicolás Maduro no será una negociación sobre el destino de un territorio rico en petróleo que su país controla desde hace más de un siglo.

Ali dice que su intención al asistir a la reunión es desactivar el conflicto entre su nación y Venezuela, tal y como pidieron sus colegas líderes de la Comunidad del Caribe.

La crisis estalló entre los dos vecinos contenciosos a principios de este mes, cuando Venezuela reactivó su reclamación sobre la disputada región de Esequibo, en Guayana, y anunció medidas para anexarse el territorio. Esta región de 61,776 millas cuadradas representa una parte importante de Guayana y fue objeto de una decisión de árbitros internacionales en 1899, que situaron su control bajo lo que entonces era la Guayana Británica.

La reunión del jueves se celebra en San Vicente, isla principal de San Vicente y las Granadinas, bajo los auspicios del bloque regional de 15 miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM), y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, es miembro de CARICOM y actualmente preside la la CELAC. También es uno de los más firmes defensores caribeños del levantamiento de las sanciones estadounidenses contra Venezuela. También estaba prevista la participación del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pero al parecer ahora estará representado por su asesor de relaciones exteriores, Celso Amorin.

También asistirán Courtenay Rattray, jefe de Gabinete del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y Miroslav Jenča, subsecretario general para Europa, Asia Central y el Continente Americano, según informó Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres. Dujarric dijo que la invitación fue cursada por Gonsalves para que la ONU asistiera en calidad de observadores.

“El secretario general acoge con satisfacción el anuncio de la reunión de los presidentes de Guyana y Venezuela”, dijo Dujarric, añadiendo que Guterres elogia los esfuerzos de Da Silva y Gonsalves para reunir a las dos partes, y el apoyo expresado por México y la comunidad internacional.

“El secretario general confía en que esta reunión lleve a una inmediata reducción de las tensiones y hace un llamamiento a las partes para que resuelvan sus diferencias por medios pacíficos, de conformidad con la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.... La controversia está ante la Corte Internacional de Justicia y el secretario general no adopta posición alguna en relación con los procedimientos judiciales en curso”.

La región está en vilo desde que Maduro reactivó sus reclamaciones sobre el Esequibo.

Maduro afirma que en un referendo celebrado el 3 de diciembre, el 95% de los votantes venezolanos rechazaron la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas sobre la disputa fronteriza, y le dieron su aprobación para crear un nuevo Estado al que ahora llama Guayana Esequiba.

Algunos observadores independientes han cuestionado las afirmaciones de Maduro sobre la participación electoral, mientras que analistas de seguridad dicen que el aumento de la retórica del líder venezolano y sus polémicas reivindicaciones sobre la región son un intento de poner otro tema sobre la mesa en las negociaciones con Estados Unidos. Washington, que acusa desde hace tiempo a Maduro de socavar la democracia en Venezuela, le ha presionado últimamente para que libere a los rehenes estadounidenses “injustamente detenidos” por su gobierno y levante las prohibiciones que impiden ejercer el cargo a los opositores que quieren postularse a las elecciones presidenciales. Hasta ahora, Maduro no ha cumplido y algunos expertos creen que está usando a Guyana como excusa para imponer la ley marcial en Venezuela antes de las elecciones presidenciales previstas para el próximo año que, de ser libres y justas, pudieran desalojarlo del cargo.

“La frontera terrestre no es un asunto que deba discutirse bilateralmente y la solución del asunto está propiamente en la Corte Internacional de Justicia, donde debe permanecer hasta que el tribunal emita su fallo final sobre el fondo del caso, que Guyana siempre ha dicho y, repito, será plenamente respetado por Guyana”, escribió Ali en una carta a Gonsalves antes de la reunión del jueves.

Ali dice que estaba respondiendo a las declaraciones hechas por Maduro de que el propósito del diálogo entre los dos era “con el fin de abordar directamente la disputa territorial entre Venezuela y Guyana”. Los comentarios fueron hechos en una carta del 11 de diciembre de Maduro a Gonsalves, que el primero compartió en la plataforma X.

“Doy la bienvenida a las conversaciones directas, cara a cara”, publicó Maduro. “Siempre ha sido mi propuesta, pues creo en el diálogo, la conversación franca, el entendimiento y la convivencia pacífica entre pueblos y naciones. Asistiré a la reunión con el mandato que me dio el pueblo. Venezuela vencerá”.

No está claro qué saldrá de las conversaciones, si es que sale algo.

La crisis en ciernes se ha convertido en un gran dolor de cabeza para los líderes de América del Sur y la Comunidad del Caribe, que han tenido opiniones encontradas sobre Maduro. Como grupo, los líderes reiteraron la semana pasada su apoyo a Guyana e instaron a Venezuela a “respetar” el fallo de la corte internacional del 1º de diciembre para que las fronteras permanezcan como están hasta que la corte determine una resolución final.

CARICOM también pidió “una desactivación del conflicto y un diálogo apropiado entre los líderes de Venezuela y Guyana para garantizar la coexistencia pacífica, la aplicación y el respeto del derecho internacional y evitar el uso o las amenazas de fuerza”.

El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, fue más allá en una declaración separada.

“Me desalienta que, después de todo lo que CARICOM ha hecho para proteger la soberanía y la integridad territorial de la República Bolivariana de Venezuela durante un período económico y político muy difícil de su historia, Venezuela pretenda ahora anexionarse territorio de un Estado de CARICOM”, declaró Davis.

En vísperas de las conversaciones, Gonsalves, que a menudo se refiere a Maduro como “camarada” y “hermano”, dijo que quería evitar las amenazas de fuerza y recordó a ambos líderes que consta que están comprometidos con que el Caribe sea una zona de paz.

Ana Claudia Chacin reportera de datos del Miami Herald, contribuyó a este artículo.