¿Resurrección de Miami Marine Stadium? Luego de 32 años, crece el apoyo a la reapertura del histórico estadio

Han pasado más de tres años desde que la comisión de la ciudad de Miami aprobó un plan integral para restaurar el histórico, aunque cerrado desde hace tiempo, Miami Marine Stadium, y ocho años desde que la comisión autorizó $45 millones en bonos, nunca emitidos, para financiar su renovación.

Diez años desde que Jimmy Buffett encabezó una recaudación de fondos con Gloria y Emilio Estefan, compañeros veteranos de la barcaza flotante del estadio convertida en escenario, para apoyar una campaña para salvar el lugar. Buffett, quien en 1985 ofreció una de las actuaciones definitivas del estadio antes de saltar al agua, murió el año pasado sin poder repetirla.

Y han pasado 14 años desde que el entonces recién elegido alcalde de Miami Tomás Regalado se comprometiera a reabrir el preciado estadio, considerado una maravilla de la arquitectura y la ingeniería, antes de que terminara su mandato.

Sin embargo, en la actualidad, la tribuna del estadio, angulosa y de hormigón en bruto, sigue languideciendo visiblemente al borde de Virginia Key y Rickenbacker Causeway, con un pie en tierra y el otro en el agua, un diseño único que probablemente no podría reproducirse hoy en día. Cerrado desde 1992, vallado y cubierto de pintadas, Commodore Ralph Middleton Munroe Miami Marine Stadium ha sido víctima, según los críticos, de la apatía y la disfunción de los gestores y comisionados de la ciudad.

Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.
Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.

Pero ahora, un cambio político en la comisión de cinco miembros y un nuevo reporte que concluye que un estadio restaurado sería un lugar rentable y demandado para conciertos y artistas, están insuflándole nueva vida al estancado esfuerzo por revivir el monumento de 1963, que lleva cerrado más tiempo del que estuvo en funcionamiento.

¿Puede finalmente hacerse realidad? El reformista Damian Pardo, recién llegado a la comisión municipal, y el alcalde de Miami Francis Suárez creen que sí.

Armado con el reporte, Pardo, cuyo distrito incluye Virginia Key, dijo que presionará para que la ciudad contrate a un operador, apruebe de nuevo la autorización de bonos caducada y prepare un referéndum para 2025 con el fin de obtener la aprobación de los votantes para el proyecto. De acuerdo con Pardo, ya es hora de poner en marcha la renovación de lo que casi todo el mundo considera la quintaesencia de Miami.

“Cien millones de millones por ciento, quiero defender este proyecto”, dijo Pardo en una entrevista. “Si hay un proyecto que tiene Miami escrito por todas partes, es este. Es un icono mundial y abandonado, eso es exactamente lo que tiene que cambiar en nuestra ciudad”.

El plan también cuenta con el pleno respaldo de Suárez, quien desde hace tiempo apoya la restauración y dice que ahora la convertirá en una prioridad como proyecto que defina su legado antes de que termine su segundo y último mandato en 2025.

“Hemos hecho todos los estudios necesarios y somos optimistas al respecto”, dijo Suárez en una entrevista. “Es un lugar emblemático que puede crear una imagen aún más emblemática de nuestra ciudad en todo el mundo y eso es lo que queremos cuando la ciudad sigue madurando”.

Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto a Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado y vallado desde 1992.
Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto a Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado y vallado desde 1992.

La participación activa de Suárez podría ser decisiva, dijeron Pardo y otros partidarios. El alcalde dijo que presionará individualmente a los miembros de la comisión; también consiguió que la administración municipal siguiera adelante con el reporte de la consultora después de que el contrato para el estudio llevara un largo periodo de inactividad.

Stuart Blumberg, presidente fundador jubilado de Greater Miami Hotel and The Beaches Hotel Association (GMBHA), que participó en la creación de Arsht Center for the Performing Arts y otros grandes proyectos, dijo “Creo que ahora está plenamente implicado”.

Todavía influyente a sus 87 años, Blumberg lleva dos años persuadiendo a Suárez y a la ciudad para que aborden el estadio marino.

“No había ningún gran apetito por parte del administrador municipal ni de nadie para que esto se hiciera”, dijo. “Esto me ha dado más ímpetu para seguir adelante. Es lo último que me faltaba por hacer”.

Los partidarios desde hace tiempo de la renovación del estadio esperan que el cambio de dinámica signifique que el proyecto puede obtener ahora el apoyo mayoritario necesario en la comisión, del que ha carecido en los últimos años.

El cantante Jimmy Buffett saltando al agua desde el escenario en 1985, mientras los fans rodeaban Miami Marine Stadium en lanchas.
El cantante Jimmy Buffett saltando al agua desde el escenario en 1985, mientras los fans rodeaban Miami Marine Stadium en lanchas.

“Ha ido a la deriva durante años porque no hemos tenido un defensor político y cívico”, dijo el conservacionista Don Worth, que lleva impulsando la restauración del estadio desde 2008. “Son proyectos complicados y alguien tiene que asumirlo. Espero que ahora sea diferente. Este proyecto es demasiado bueno para abandonarlo”.

Reporte optimista de la consultora

El reporte que está ayudando a impulsar el renovado esfuerzo fue encargado por la ciudad a AMS Planning and Consulting, una empresa nacional especializada en analizar las finanzas de grupos e instalaciones culturales. AMS ha trabajado con Arsht Center de Miami y otros grandes grupos y recintos de todo el país.

AMS llegó a la conclusión de que, dada su ubicación única y sus amplias vistas de la Bahía de Biscayne y del downtown de Miami, el estadio, con capacidad para 6,000 espectadores, atraería a artistas y productores de la talla de recintos legendarios como el anfiteatro Red Rocks, en las afueras de Denver. Para su análisis, AMS estudió Red Rocks y una docena de instalaciones similares en todo el país, aunque concluyó que “no hay nada parecido” al estadio marino en ningún otro lugar.

Actuación sin fecha en Miami Marine Stadium.
Actuación sin fecha en Miami Marine Stadium.

AMS recomendó que la ciudad contratara a un operador independiente para gestionar el estadio y reducir así el riesgo y la carga financiera para los contribuyentes. El reporte también señala que el acuerdo con el operador independiente podría incluir el uso gratuito por parte de la ciudad para actos públicos.

De acuerdo con sus estimaciones, la reapertura de las instalaciones permitiría inicialmente alcanzar el punto de equilibrio y generar un pequeño beneficio para la ciudad en su primera década de funcionamiento. Según el reporte, si se aumentan las fuentes de ingresos auxiliares, como los recargos por entradas, que ahora son comparativamente bajos, se añaden los ingresos por aparcamiento y se venden los derechos de denominación, los beneficios podrían aumentar significativamente, aunque no se dan cifras.

Worth dijo que el estudio confirma lo que habían concluido análisis anteriores del estadio y dijo que conoce a varios destacados operadores de recintos que están seriamente interesados en gestionarlo.

“Hay organizaciones con experiencia y éxito que quieren gestionar Marine Stadium y esa es la prueba de fuego”, dijo Worth. “Llevamos años diciendo que el estadio sería un gran lugar de destino y es estupendo que un asesor diga lo mismo. Por fin la ciudad está haciendo las cosas bien”.

Un lugar único

El reporte no incluye el costo de la emisión de bonos prevista, que correría a cargo de los contribuyentes. Las estimaciones del proyecto superan ahora los $62 millones porque los costos de construcción han aumentado desde que se hizo la anterior estimación de renovación. Blumberg, quien fue el creador del impuesto de alojamiento y restauración que ha financiado instalaciones hoteleras, turísticas, culturales y deportivas en todo el Condado Miami-Dade, dijo que la renovación del estadio sería un uso ideal del fondo.

“Es un lugar histórico, único en el país”, dijo. “Hay ingresos que pueden hacer que sea un éxito. Creo que va a ser un gran éxito. Es Miami”.

Una multitud observa una regata de lanchas rápidas en Miami Marine Stadium en 1975.
Una multitud observa una regata de lanchas rápidas en Miami Marine Stadium en 1975.

El estadio marino de hormigón a la vista fue diseñado por Hilario Candela, entonces un joven exiliado cubano, en colaboración con el fallecido ingeniero Jack Meyer. Candela, un arquitecto venerado, falleció a los 87 años hace dos, a la espera de la prometida reposición de su obra maestra.

Inspirándose en obras del Modernismo Tropical y el Brutalismo de Cuba y de toda Latinoamérica, Candela y Meyer idearon una atrevida visión: una inmensa marquesina de hormigón en voladizo plegada como origami y suspendida sobre un graderío de 6,500 localidades que sobresale por encima del agua de una gran cuenca artificial.

Construido por la ciudad para las regatas de lanchas motoras, el estadio se convirtió rápidamente en el escenario de una gran variedad de reuniones públicas y actuaciones musicales y artísticas que tenían lugar en una barcaza reconvertida amarrada a la tribuna. Estas abarcaron desde populares servicios al amanecer de Pascua hasta la filmación de un movimiento de Elvis Presley y conciertos de atracciones estelares como Ray Charles, Queen, los Beach Boys y Miami Sound Machine. Buffett actuó en numerosas ocasiones con su Coral Reefer Band.

Pero la ciudad perdió dinero con su explotación y cerró el estadio luego del huracán Andrew en 1992, culpando engañosamente a los daños causados por la tormenta. Como han demostrado desde entonces numerosos estudios de ingeniería, los daños causados por Andrew fueron mínimos. De hecho, el innovador estadio de Candela y Meyer estaba tan bien diseñado y construido que su estructura sigue siendo extraordinariamente sólida a pesar de décadas de exposición al agua salada, de acuerdo con lo que demuestran los estudios.

La administración del alcalde Manny Díaz preveía la demolición del estadio, pero una coalición de conservacionistas, artistas y activistas consiguió que la ciudad designara la tribuna y la cuenca como lugar histórico protegido en 2008. En 2018 fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Y aunque Regalado, mientras era alcalde, identificó una financiación sustancial para la renovación, el proyecto naufragó, especialmente después de que el plan impulsado por el sector privado y apoyado en parte por los Estefan se viniera abajo en 2014.

Dos años después, la ciudad contrató al destacado arquitecto de Miami Richard Heisenbottle, especialista en conservación histórica, para elaborar un plan detallado de restauración del estadio. Su plan incluye una amplia restauración del hormigón, así como la instalación de nuevos asientos, sistemas de sonido e iluminación y un nuevo escenario flotante.

Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.
Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.

La ciudad no ha descuidado por completo el estadio. Recientemente se ha completado un proyecto de $3 millones para reparar los pilotes corroídos de la tribuna que se asientan en el agua, financiado en su mayor parte por el Distrito de Navegación Interior de la Florida (FIND).

Nueva dinámica de la comisión

Pero los cambios en la dinámica política de la comisión hicieron que el apoyo de la mayoría se evaporara y que no se aprobara el dinero para la construcción.

Después de que la autorización original del bono expirara en 2021, la comisión pospuso la consideración de un bono de casi $62 millones, reflejando el aumento de los costos, en medio de preocupaciones sobre los costos y la falta de un estudio de viabilidad empresarial actualizado exigido por el comisionado Joe Carollo, que expresó escepticismo constante sobre la renovación del estadio.

El año pasado, Carollo se unió a los comisionados Sabina Covo y Christine King en una votación de tres a cero para recortar esa cantidad de bonos a $6 millones y solo para el gasto en una rampa para botes y campo de amarre, no la estructura del estadio. El voto de Covo, que ocupó brevemente el escaño en representación de Virginia Key, supuso un cambio radical respecto al apoyo al proyecto de su predecesor Ken Russell.

Pero Covo, escéptica del estadio, está fuera del cargo después de perder las elecciones el año pasado. Pardo sustituyó a Covo, mientras que Alex Díaz de la Portilla perdió la reelección tras su detención por corrupción política y le dio paso a otro reformista, Miguel Ángel Gabela. Carollo, por su parte, parece haber perdido parte de su influencia política en medio de un continuo escándalo por el uso que hizo de la autoridad municipal para tomar represalias contra empresarios de La Pequeña Habana que apoyaban a un contrincante político.

Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.
Construido en 1963, el histórico Miami Marine Stadium, propiedad de la ciudad y situado junto al Rickenbacker Causeway, en Virginia Key, está considerado una singular proeza de la arquitectura y la ingeniería, pero lleva cerrado desde 1992.

Desde entonces, Pardo y Gabela han votado a menudo en tándem y los comisionados Manolo Reyes y Christine King se han unido a ellos como votos decisivos. Pardo dijo que no sabe cuál es la posición de Gabela sobre el estadio, pero cree que sus colegas ahora le darán al plan, respaldado por las conclusiones del nuevo reporte de viabilidad, una nueva audiencia.

“Estoy muy ilusionado con estos resultados. Podría ser una ventaja significativa para la ciudad”, dijo Pardo. “Se trata de una estructura tan significativa en cierto modo para muchos en la comunidad. Hemos sufrido una gran pérdida de identidad en esta comunidad. Muchas estructuras históricas se han quedado en el camino. Sería un honor resucitarla”.