Republicanos ven oportunidad entre votantes negros; el equipo de campaña de Biden contraataca

ARCHIVO - Esta imagen combinada muestra al presidente Joe Biden, a la izquierda, el 5 de enero de 2024, y al precandidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, a la derecha, el 19 de enero de 2024. (AP Foto, Archivo)

WASHINGTON (AP) — A Donald Trump no se le conoce por promover vínculos profundos con la comunidad negra.

Desde sus inicios como promotor inmobiliario en Nueva York, Trump ha sido acusado de prácticas empresariales racistas. Durante años difundió la mentira de que Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, era inelegible para el cargo. Cuando fue presidente, Trump describió como “países de mierda” a algunas naciones de África y dijo que cuatro congresistas no blancas deberían de regresar a sus países “en quiebra e infestados de crimen” de los que procedían, ignorando el hecho de que todas ellas son ciudadanas estadounidenses y que tres nacieron en Estados Unidos.

Pero ahora que busca ganar la presidencia de nuevo, Trump quiere convencer a un electorado poco probable: los votantes negros.

“¿Han visto nuestras cifras en las encuestas entre los afroestadounidenses y los hispanoestadounidenses? Pero no estoy tan sorprendido porque lo veo, lo siento”, afirmó Trump en un mitin en Atkinson, Nueva Hampshire, días antes de las primarias del estado. “Nos fue muy bien en 2016, nos fue aún mejor en 2020, pero ahora hay mucho más entusiasmo”.

Hay pocas pruebas de que Trump esté logrando avances significativos entre los votantes negros, cuya amplia mayoría sigue apoyando al presidente Joe Biden, según muestran las encuestas. Pero incluso pequeños cambios en los patrones de voto en estados cruciales podrían alterar la contienda electoral de forma inesperada.

Para Biden, el riesgo más grande no es que los votantes negros se inclinen por Trump. Más bien se trata de que esos votantes —frustrados por diversos problemas, como la falta de mejoras tras el movimiento de justicia racial de 2020— simple y sencillamente no acudan a las urnas. En algunos de los estados más divididos que podrían decidir las elecciones del próximo año, como Georgia, Pensilvania y Michigan, incluso pequeños cambios en la participación podrían influir en los resultados.

A nivel nacional, sólo el 50% de los adultos de raza negra dijeron aprobar a Biden en una encuesta de AP-NORC de diciembre, comparados con el 86% de julio de 2021. Ese cambio representa una caída mayor que entre los adultos en general y los adultos blancos en particular. Al mismo tiempo, sin embargo, sólo el 25% de los adultos negros dijeron tener una opinión favorable de Trump.

Los asesores del equipo de campaña de Trump insisten en que le están apostando a aprovechar cambios de este tipo para impulsar un realineamiento político que acabe con la ventaja histórica del Partido Demócrata entre los votantes negros.

“Estamos creando un problema enorme para la base del Partido Demócrata… uno que puede durar una generación”, dijo Chris LaCivita, asesor sénior del equipo de campaña de Trump. “Si no aprovechamos esa oportunidad nos vamos a arrepentir”.

Cornell Belcher, un encuestador demócrata, señaló que Obama enfrentó retos similares con los votantes jóvenes y los votantes no blancos en su campaña de reelección de 2012, cuando muchos en las bases demócratas estaban frustrados por la lentitud de sus avances en objetivos clave.

“No me sorprende que ahora mismo Joe Biden empiece a perder popularidad entre los votantes jóvenes y los votantes no blancos. Me sorprendería lo contrario. Pero para eso están las campañas electorales”, afirmó Belcher. “No me preocupa que esté 15 puntos por debajo de donde tendría que estar con esos votantes. Porque esa situación ya la conozco, la he visto con Barack Obama”.

Trump no se está esforzando mucho por moderar su retórica sobre la raza en su rápido ascenso como favorito para la candidatura presidencial del Partido Republicano. Este mes, se burló del nombre de pila de su rival republicana Nikki Haley, hija de migrantes de India nacida en Estados Unidos, al llamarla “Nimbra”. El suceso evocó sus intentos anteriores por explotar fórmulas racistas para cuestionar la ciudadanía de Obama y su elegibilidad para ejercer como presidente.

Trump suele destacar el respaldo que le brindan celebridades negras como los raperos Kanye West y Lil Wayne como prueba de su atractivo para la comunidad negra. Recientemente promocionó el apoyo de un defensor de la justicia racial negro de Rhode Island como un respaldo de Black Lives Matter, algo que la organización Black Lives Matter Grassroots criticó.

Pero mientras se prepara para la revancha con Biden, Trump está intensificando los esfuerzos para presentar un grupo de aliados más diverso del que tuvo durante sus años en la Casa Blanca, cuando presidía un gabinete casi enteramente blanco. Cuando ganó las primarias de Nueva Hampshire esta semana, el senador Tim Scott, el único republicano negro de la cámara, ocupó un lugar destacado detrás de él. Scott, que había competido contra Trump por la nominación del Partido Republicano, se ha perfilado como uno de sus allegados más destacados y habla a menudo de su historial en materia racial.

A medida que Trump se acerca a la nominación republicana, la selección de su vicepresidente podría ser una oportunidad clave para tratar de ampliar su atractivo más allá de la base abrumadoramente blanca del partido. Scott es uno de los candidatos más mencionados como posible compañero de fórmula de Trump.

Pero Biden y sus colegas demócratas no están concediendo votantes negros a Trump. El presidente inició su campaña de reelección este mes en la iglesia Mother Emanuel AME de Charleston, Carolina del Sur, donde en 2015 nueve feligreses negros fueron asesinados a tiros por un desconocido blanco al que habían invitado a unirse a su estudio bíblico.

En ocasión de su visita, Biden criticó el “veneno” del supremacismo blanco en Estados Unidos y destacó algunos de los logros de su gobierno, entre ellos el nombramiento de Ketanji Brown Jackson como la primera mujer negra en fungir como jueza en la Corte Suprema de Estados Unidos. Biden habló también de mejorar las condiciones económicas de las personas no blancas y organizó el calendario electoral de su partido para empezar con Carolina del Sur —en lugar de con los predominantemente blancos Iowa y Nueva Hampshire— a fin de reconocer la diversidad que caracteriza al Partido Demócrata.

Jaime Harrison, presidente del Comité Nacional Demócrata, acusó a los republicanos de promover “cuentos de hadas sobre su plan para ganarse a los votantes negros”.

“Aquí en la Tierra, la realidad es esta: Su líder, Donald Trump, es amigo de los supremacistas blancos, está luchando para anular el Obamacare y expulsar a millones de familias negras de sus seguros, y celebró cuando sus jueces derechistas de la Corte Suprema votaron para impedir que el presidente Biden ofreciera un alivio masivo de la deuda estudiantil a las familias negras”, señaló Harrison.

Ambos partidos están afinando sus planes para ganarse a los votantes negros. Desde 2013, el Comité Nacional Republicano ha establecido centros de divulgación centrados en las minorías; en la actualidad hay 38 de estos recintos en 19 estados que atienden a diversas comunidades. El Partido Republicano tiene previsto añadir dos centros más en 2024.

Y a diferencia de los esfuerzos demócratas en el pasado, el equipo de campaña de Biden ha optado por una estrategia de vinculación temprana con los principales grupos de votantes, como los votantes negros. El equipo de campaña ha realizado grandes inversiones en medios de comunicación afroestadounidenses y otras actividades de divulgación en los principales estados indecisos.

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, dijo Harrison, “no descansarán hasta que ganemos cada voto porque es mucho lo que está en juego”.

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Matt Brown es miembro del equipo de Raza y Etnia de la AP.

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