Republicanos ven camino estrecho para DeSantis en los primeros estados con primarias: ‘Iowa es crucial’

Derrotar a Donald Trump en unas primarias presidenciales republicanas no será un reto fácil para Ron DeSantis.

Pero se vuelve exponencialmente más difícil —tal vez incluso insuperable— si tropieza desde el principio.

Mientras DeSantis se prepara para declarar formalmente su candidatura a la presidencia, legisladores, ex candidatos y estrategas republicanos pronostican un camino difícil en las primeras cuatro contiendas para la nominación en Iowa, Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada, donde el gobernador de la Florida tendrá que conseguir al menos una victoria para mantener el apoyo del partido, la financiación de los donantes y el impulso popular para proceder al llamado supermartes.

Iowa, dicen, puede brindar a DeSantis su mejor oportunidad para consolidar su lugar como la única alternativa seria a Trump, o posiblemente poner fin a su campaña antes que realmente comience. Después de Iowa, el mapa estatal no será más fácil.

“Iowa es crucial para él”, dijo Bob Vander Plaats, presidente de Family Leader, un grupo social conservador con sede en Iowa. “No sé si ... tiene que ganarlo. Pero tiene que demostrar al ex presidente Trump, venciéndolo o acercándose mucho, que es el mejor posicionado para ganar la nominación”.

Hace tiempo que Iowa no es un estado imprescindible para los candidatos de ninguno de los dos partidos. Los últimos candidatos demócrata y republicano que ganaron los caucus de Iowa fueron Barack Obama en 2008 y George W. Bush en 2000, respectivamente.

Pero Vander Plaats y otros conservadores sostienen que si bien Iowa es casi siempre importante, un conjunto inusual de circunstancias en las primarias del próximo año pudiera hacerla especialmente vital para DeSantis.

El republicano de la Florida podría tener que competir por votos antiTrump contra aspirantes de su propio estado en Nueva Hampshire —donde el gobernador Chris Sununu está considerando postularse a la nominación— y en Carolina del Sur, donde tanto el senador Tim Scott como la ex gobernadora Nikki Haley ya han montado campañas formales.

Y unas victorias tempranas de Trump, ganador de las dos últimas contiendas presidenciales del Partido Republicano, pudieran dar a su candidatura una sensación de inevitabilidad, poniendo fin a las primarias casi de inmediato.

Muy consciente de lo que está en juego, DeSantis recorrió Iowa el pasado fin de semana, preparando hamburguesas, estrechando manos y haciendo una escala improvisada en un restaurante BBQ cerca del lugar de un mitin de Trump que el ex presidente canceló debido a la preocupación por las condiciones del tiempo. Se espera que DeSantis visite Nueva Hampshire el viernes.

“Si Donald Trump gana Iowa y Nueva Hampshire, la contienda habrá terminado”, dijo Alex Stroman, ex director ejecutivo del Partido Republicano de Carolina del Sur. “Ganará Carolina del Sur y será el nominado”.

Muchos republicanos de todo el país siguen convencidos de que DeSantis sigue siendo la alternativa más viable a Trump en la inminente contienda de 2024, a pesar de su caída en las encuestas desde que lanzó una gira sobre un libro en febrero.

Y se apresuran a decir que, al menos en teoría, el gobernador de la Florida pudiera superar una mala actuación en Iowa si luego obtiene una victoria días después en Nueva Hampshire.

“La regla general es que hay que ganar, colocarse o mostrarse”, dijo Elaine Kamarck, directora del Centro para la Gestión Pública Eficaz de la Brookings Institution y profesora de Política Pública en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard.

“Los candidatos siempre cometen el error de elegir uno de esos primeros estados e intentar ganarlo ignorando los demás”, dijo Kamarck. “No funciona así. Hay que ser competitivo en cada uno de los cuatro estados. Y se tiene que ser competitivo de acuerdo con las expectativas”.

PRUEBA DE LA POLÍTICA MINORISTA

Se espera que DeSantis anuncie su postulación a la presidencia este mismo mes. El gobernador convocará a un grupo de sus principales partidarios la próxima semana en Miami, confirmó un miembro de su equipo político el martes a McClatchy, en un posible preludio de un anuncio. Politico informó por primera vez de la reunión el lunes.

Iowa es el único de los primeros estados que Trump no ganó durante las primarias presidenciales del Partido Republicano de 2016, perdiendo sus caucus por un estrecho margen frente al senador Ted Cruz, de Texas. Trump luego ganaría Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada por márgenes de dos dígitos en cada estado.

No era la primera vez que el estado se salía de la tendencia nacional: en 2008, los republicanos de Iowa apoyaron al entonces gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, considerado un candidato poco probable en aquel momento, frente al ganador final, John McCain. Cuatro años después, el estado apoyó al ex senador Rick Santorum, de Pennsylvania, frente a Mitt Romney.

Esa vena independiente, sugieren los republicanos, pudiera beneficiar a DeSantis frente a un ex presidente que por ahora luce una gran ventaja en las encuestas nacionales de las primarias.

“Yo argumentaría que los habitantes de Iowa, probablemente más que los de otros estados, no miran las encuestas nacionales ni toman sus decisiones basándose en las encuestas nacionales”, dijo Santorum, ex aspirante presidencial, en una entrevista. “Las toman basándose en lo que ven y experimentan”.

El republicano de Pennsylvania advirtió que el estado no es tan independiente como para romper contra alguien que mantiene una enorme ventaja de 30 puntos en las encuestas nacionales, como Trump actualmente en algunas encuestas. Y la mayoría de las victorias sorpresivas pasadas en el estado, agregó, se han arraigado en construir una organización superior sobre el terreno y mostrar la voluntad de celebrar eventos en todo el estado, sin importar cuán pocas personas asistan.

La capacidad de DeSantis para sobresalir con la política minorista —el arte de conocer y hablar con la gente común en la campaña— ha sido objeto de debate público en los últimos meses. Algunos republicanos sugieren que es demasiado rígido e incapaz de hacerlo bien, aunque DeSantis se aseguró de convivir con los electores durante su reciente visita al estado.

“No lo conozco lo suficiente como para saber lo bien que se relacionará con el ciudadano promedio de Iowa”, dijo Santorum, quien añadió que sus actos en 2012 atrajeron a veces a tan solo un asistente. “No va a poder salirse con la suya con lo que hizo Trump, que es ir a grandes eventos y marcharse. Eso no va a funcionar”.

Never Back Down, el superPAC que apoya la esperada candidatura de DeSantis, ya ha contratado a media docena de empleados en Iowa y está llamando a cientos de puertas cada fin de semana, según un portavoz, que señaló que el evento del gobernador el sábado en Randy Feenstra batió los récords del superPAC en cuanto a reservaciones.

Santorum dijo que los operadores de Iowa le habían dicho que Trump estaba dirigiendo una operación mucho mejor ahora que en 2016. El gobernador, sin embargo, tiene su propio as en la manga: Su superPAC contrató como asesor al estratega republicano Jeff Roe, quien gestionó el esfuerzo ganador de Cruz en 2016 en Iowa.

Tanto Trump como DeSantis han desplegado listas de apoyos de destacados republicanos de todo el estado, y el gobernador de la Florida ha asegurado recientemente el apoyo del presidente del Senado y del líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de Iowa.

Pero una victoria de Trump en el estado pudiera sellar una narrativa en la contienda de que Trump está en planeando hacia la nominación, creando un impulso para su candidatura que será difícil que DeSantis frene en los estados siguientes.

Las primarias de Nueva Hampshire se celebran pocos días después de los caucus de Iowa. Las primarias parcialmente abiertas del estado permiten a los electores independientes —que constituyen una pluralidad de los electores registrados en el estado— decidir en el último minuto si participan en la contienda republicana.

No será más fácil para DeSantis ahí y solo más difícil si tiene un mal desempeño en Iowa, dijeron republicanos locales.

“Si nos fijamos en la estructura del partido —la gente interna dentro de la política republicana de Nueva Hampshire—, siguen siendo bastante proTrump”, dijo Thomas Rath, ex procurador general de Nueva Hampshire y delegado de la Convención Nacional Republicana durante varias décadas. “Mi sensación es que hay un deseo entre mucha gente en el estado de tener unas primarias reales. Pero DeSantis aún no está bien definido aquí”.

Muchos de los temas culturales centrales para la marca de DeSantis son impopulares en Nueva Hampshire y, en última instancia, pudieran perjudicarlo entre los electores independientes, dijo Rath. La decisión del gobernador de la Florida de firmar una prohibición del aborto después de las seis semanas de embarazo en la Florida, por ejemplo, pudiera ser un mal augurio en un estado donde menos de un tercio de los electores apoyan las restricciones al aborto en la mayoría de las circunstancias.

Pero si Sununu, gobernador de Nueva Hampshire, entrara en la contienda, “DeSantis quedaría tercero en el mejor de los casos”, dijo Rath.

Sununu ha dicho que decidirá a finales de junio si entra en la contienda.

“Hay un grupo de republicanos que quieren a alguien que no sea Trump”, continuó Rath. “En la medida en que DeSantis presentaba una alternativa en ese sentido, puede haber habido cierto interés en él. Pero ahora ha decidido que la forma de ser la persona distinta a Trump es ser más trumpista que Trump, y eso no es bien visto en Nueva Hampshire”.

‘BATALLA CUESTA ARRIBA’ DESPUÉS DE NUEVA HAMPSHIRE

Joe Biden perdió tanto en Iowa como en Nueva Hampshire en las primarias demócratas de 2020, y aun así se convirtió en el nominado. Pero eso fue porque ganó Carolina del Sur.

No está claro si DeSantis tendrá un cortafuegos similar en Carolina del Sur o Nevada, las dos contiendas finales antes que las primarias se vuelvan nacionales el supermartes.

Trump ganó Carolina del Sur —la primera primaria del sur y una con un grupo de electores evangélicos— con relativa facilidad en 2016, superando por dos dígitos a Cruz y al senador Marco Rubio de la Florida.

El gobernador ha destacado los lazos de su esposa, Casey, con el estado durante una reciente visita —ella asistió a la universidad ahí y es donde viven sus padres—, pero tiene muchas menos conexiones o apoyo en Carolina del Sur que algunos de los otros candidatos.

Trump ya se ha ganado el apoyo del gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster. Haley y Scott, por su parte, han pasado sus carreras políticas en el estado y siguen siendo populares entre sus fieles conservadores.

“Creo que DeSantis tiene apoyo en los tres estados”, dijo Stroman. “Pero no sé qué estado es su estado cortafuegos, como tal vez lo sepamos con algunos de los otros candidatos”.

La estructura del Partido Republicano de Nevada está igualmente repleta de partidarios de Trump, incluido el presidente del partido estatal, Michael McDonald. Pero DeSantis se ha asegurado el apoyo de Adam Laxalt, ex procurador general del estado y su fallido candidato republicano a gobernador y senador en los dos últimos ciclos electorales. Laxalt había sido apoyado por Trump en esas contiendas, pero fue compañero de cuarto de DeSantis cuando ambos estaban en la escuela de oficiales de la Marina.

Never Back Down ha enviado tres correos brillantes y caros a los habitantes de Nevada en las últimas seis semanas, una señal para los expertos políticos de allí de que se espera que el gobernador haga un juego serio en el estado.

“Será una batalla cuesta arriba para DeSantis aquí. Trump ha dominado los caucus que hemos tenido en los últimos dos ciclos electorales”, dijo David Damore, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Nevada y director ejecutivo interino de Brookings Mountain West. “Y muchos de los temas que está impulsando no funcionan realmente aquí”.

Jon Ralston, fundador del Nevada Independent y uno de los principales analistas políticos del estado, dijo que era demasiado pronto para hacer pronósticos significativos en la contienda.

“La interrogante es lo que haga la organización del gobernador Joe Lombardo, y si apoya a DeSantis, el gobernador tendría a algunas personas muy inteligentes trabajando para él”, dijo Ralston. “Si respaldara a DeSantis, creo que sería muy significativo”.

Erin Perrine, directora de Comunicaciones de Never Back Down, dijo a McClatchy que la organización “está creando un movimiento de base que aún no se ha visto en las elecciones primarias presidenciales”.

“Ya tenemos una presencia dominante en Iowa, Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada, y estamos ampliando nuestras operaciones fuera de estos primeros cuatro estados a medida que siga aumentando la energía detrás del gobernador Ron DeSantis para que se postule a la presidencia y derrote a Joe Biden en 2024”, dijo.

A pesar del peligroso camino, el superPAC proyecta confianza gastando dinero mucho más allá de las cuatro primeras contiendas. Perrine dijo que el grupo ya está contratando personal en los campos de batalla del llamado supermartes.