Renzo Olivo, descalificado: la acción por la que el tenista argentino fue expulsado de un torneo en Chile

Olivo ya arrojó su raqueta y se toma la cabeza tras el fallo del umpire
Olivo ya arrojó su raqueta y se toma la cabeza tras el fallo del umpire - Créditos: @Captura

El tenista argentino Renzo Olivo, actualmente ubicado en el puesto 286° del ranking y con pasado de Top 100 (fue 78° en 2017), se despidió este martes en la primera rueda del torneo Challenger de Santiago, en Chile, al ser descalificado en el duelo que perdía por 6-3 y 2-1 con el brasileño Orlando Luz.

La situación inusual se produjo en el tercer game del segundo set, cuando el rosarino ya estaba abajo en la cuenta y quedó break-point. Olivo sacó, buscó enseguida irse a la red, y tras la definición en la red ejecutó una volea. Pero el árbitro Rafael Maia entendió que el argentino había rozado la red con la raqueta, y dictaminó “touch” (toque), con lo cual perdía automáticamente el punto y, a la vez, su servicio.

“Noooo”, gritó Olivo, en desacuerdo con el fallo del juez de silla. El argentino se enojó excesivamente con la determinación de Maia, arrojó al piso la raqueta, soltó alguna palabra fuera de tono, y trató de “ladrón” al umpire. Por todo esto recibió dos advertencias por “conducta antideportiva”. Sin embargo, no conforme con todo esto, Olivo, pateó la silla del árbitro y con ese golpe rompió el banner de un auspiciante, tras lo cual fue descalificado por el supervisor del torneo, Ricardo Reis.

Fue el prematuro adiós para Olivo del torneo de Santiago. El rosarino, que cumplirá 32 años el viernes próximo, venía de ser campeón en dobles en el Challenger de Santa Cruz de la Sierra, junto al zurdo Andrea Collarini, y de alcanzar las semifinales en singles en el mismo certamen. Además de ser descalificado en los singles, Olivo tampoco podrá jugar el torneo de dobles, en el que estaba anotado con el neozelandés Rubin Statham como compañero, y tampoco recibirá el premio monetario correspondiente a su participación. Como medida adicional, podría recibir una multa de parte de la ATP, de hasta un máximo de 10.000 dólares.

Más allá de la sanción que recibió Olivo, otros siete argentinos avanzaron a la segunda ronda del torneo de Santiago, que pertenece a la categoría 75 del circuito challenger y reparte 82.000 dólares en premios. En la primera rueda, Camilo Ugo Carabelli superó al chileno Matías Soto por 4-6, 6-4 y 6-3; Facundo Bagnis al surcoreano Gerard Campana Lee por 6-1 y 7-5; Juan Manuel Cerúndolo al brasileño Joao Lucas Reis Da Silva por 6-1 y 6-0; Federico Agustín Gómez al brasileño Joao Fonseca por 7-6 (7-2), 2-6 y 6-4; Genaro Olivieri al portugués Goncalo Oliveira por 2-6, 7-5 y 6-2; Andrea Collarini al italiano Edoardo Lavagno por 6-3 y 6-1, y Valerio Aboian al brasileño Matheus Puccinelli de Almeida por 6-4 y 6-4.

La sanción que recibió el rosarino hizo acordar lo sucedido hace poco más de diez años sobre el césped del torneo de Queen’s, en Inglaterra, cuando el argentino David Nalbandian fue descalificado de la final que sostenía contra el croata Marin Cilic. En aquella definición, el Rey David pateó uno de los cajones y le provocó una herida cortante en una pierna a Andrew McDoughall, uno de los jueces de línea. Esa acción bastó para que al ex número 3 del mundo se le diera por perdido el partido. Fergus Murphy, el juez de silla en aquella definición, llamó al supervisor de la ATP, y Tom Barnes llegó a la cancha para ratificar la decisión de descalificar al cordobés. Aquella tarde londinense del 17 de junio de 2012 se vivió uno de los escándalos mayores del circuito en los últimos tiempos.