Relacionan los retardantes de llama presentes en miles de productos con el cáncer

(CNN) -- Los retardantes de llama añadidos durante décadas a miles de productos de consumo en Estados Unidos pueden aumentar el riesgo de morir de cáncer, según un nuevo estudio.


Según el estudio, las personas con los niveles más elevados de éteres de polibromodifenilo (PBDE, por sus siglas en inglés) en sangre tenían un riesgo aproximadamente un 300% mayor de morir de cáncer que las personas con los niveles más bajos.

"Hasta donde sabemos, éste es el primer estudio que examina la relación entre la exposición a PBDE y el riesgo de mortalidad por causas específicas en la población adulta general de EE.UU.", escribieron los autores.

El nuevo informe analizó los niveles de los compuestos químicos en la sangre de 1.100 personas entre 2003 y 2004 que participaban en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, un estudio federal longitudinal sobre la salud de los ciudadanos estadounidenses.

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A continuación, los investigadores compararon los niveles de PBDE con los certificados de defunción entre 15 y 17 años después, según el estudio publicado el lunes en la revista JAMA Network Open. Aunque el estudio halló una asociación significativa entre los PBDE y las muertes por todos los tipos de cáncer, los investigadores no pudieron determinar tipos específicos de cáncer a partir de los datos disponibles.

Investigaciones anteriores descubrieron una asociación entre los retardantes de llama de distintos tipos y la posibilidad de cáncer, pero hallar una relación con la mortalidad por cáncer supone un avance para la ciencia, señaló el Dr. Leonardo Trasande, profesor de pediatría y salud de la población de NYU Langone Health en Nueva York. Trasande no participó en el estudio.

"El nuevo estudio relaciona los PBDE con muertes por cáncer, lo que demuestra que la relación entre los retardantes de llama y la mortalidad por cáncer es real", afirma Trasande, que investiga el impacto de los plásticos, los retardantes de llama y otras sustancias químicas en los niños.

"Y como estas sustancias químicas tienen una vida media larga y, por tanto, permanecen en el cuerpo humano durante años, este impacto va a continuar porque no podemos eliminarlas del medio ambiente de la noche a la mañana", añadió.

Peligros de los PBDE para la salud

Los éteres difenílicos polibromados son conocidos como disruptores endocrinos, lo que significa que interfieren con las hormonas del cuerpo. Estos compuestos químicos se han relacionado en estudios con un metabolismo deficiente del azúcar en sangre, diabetes gestacional, obesidad, enfermedades tiroideas, algunos tipos de cáncer, problemas reproductivos y trastornos del neurodesarrollo.

La exposición a los PDBE no es nada nuevo: según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), los niveles de estos disruptores endocrinos en la sangre de la mayoría de los estadounidenses son entre tres y diez veces superiores a los de los europeos.

Las sustancias químicas ignífugas también pueden pasar a los fetos en desarrollo a través de la placenta y a los recién nacidos a través de la leche materna, según investigaciones anteriores.

En la actualidad, los PBDE son los que más contribuyen a la discapacidad intelectual infantil, con una pérdida total de 162 millones de puntos de cociente intelectual y más de 738.000 casos de discapacidad intelectual, según un estudio de agosto de 2020.

Cómo te expones a los PBDE

Los fabricantes utilizan retardantes de llama en todo tipo de productos acolchados, como sofás, sillones de dos plazas, sillones reclinables, sillas de oficina, tapicería de automóviles, sillas de coche para bebés y algunos juguetes, así como en el acolchado de alfombras, esterillas de yoga acolchadas con espuma y artículos acolchados para bebés.

Los aparatos electrónicos y de cocina también pueden estar recubiertos con estas sustancias químicas para reducir la posibilidad de incendio.

Dos tipos de PBDE se retiraron voluntariamente del mercado estadounidense en 2004. Sin embargo, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. no reguló el éter de decabromodifenilo, o DecaBDE, un retardante de llama vinculado al cáncer utilizado en textiles, televisores, computadoras, materiales de construcción y artículos importados como piezas de automóviles, hasta enero de 2021.

En algunos casos, la industria ha sustituido estos productos químicos por otros ignífugos más nuevos a base de fósforo, explicó Trasande, y añadió que a los investigadores les preocupa ahora que estos productos químicos también puedan estar relacionados con el cáncer.

Muchas de las sustancias químicas más antiguas, incluido el PBDE, siguen presentes en artículos antiguos, como la espuma de los sofás y el relleno de las alfombras, pero una vía clave de exposición es la contaminación: los retardantes de llama se han filtrado de los vertederos durante décadas y han contaminado el aire, el suelo, las aguas subterráneas, los ríos y los arroyos.

Según los CDC, la exposición a estas sustancias químicas se produce a través del polvo doméstico y los productos de consumo contaminados, así como de los residuos presentes en los alimentos, sobre todo en los de alto contenido graso, como los pescados grasos.

Esto se debe a que, una vez que los PBDE están en el medio ambiente, se acumulan en la grasa de los animales. Cuando un animal se come a otro, la concentración de sustancias químicas aumenta. Como los humanos están en la cima de la cadena alimentaria, tienen algunas de las concentraciones más altas de PBDE.

"Estos retardantes de llama permanecen y son detectables en todos los estadounidenses porque vivimos en un entorno en el que utilizamos productos a los que se han añadido estas sustancias químicas hace muchos años", explica Trasande.

Según los CDC, las personas que trabajan en espacios cerrados donde se fabrican, reparan o reciclan productos que contienen PBDE son las que corren mayor riesgo.

Aunque los niveles de PBDE en el pescado se redujeron un 75% en los últimos 20 años, este descenso se ha ralentizado y los investigadores siguen encontrando estas sustancias químicas en el 93% de los peces muestreados, con un aumento en algunos lugares, según un estudio de marzo. De hecho, los niveles medios hallados en los peces de Estados Unidos son miles de veces superiores a las normas de calidad ambiental establecidas por el Parlamento Europeo.

En un estudio de junio de 2017, los científicos detectaron niveles elevados de PBDE en bebés casi una década después de su eliminación gradual en 2004, dijo Tasha Stoiber, científica principal del Grupo de Trabajo Ambiental, o EWG, una asociación sin fines de lucro de defensa de la salud y el medio ambiente.

"Algunos lactantes presentaban niveles de PBDE superiores a los de sus madres, lo que ilustra que la exposición a sustancias químicas heredadas no desaparece inmediatamente tras su eliminación o prohibición", afirma en un correo electrónico.

Cómo proteger a tu familia

A pesar de la eliminación de muchas de estas sustancias químicas, algunos fabricantes pueden seguir añadiendo retardantes de llama a artículos acolchados como cojines de lactancia, protectores de cambiador, colchones de cuna y colchonetas para la siesta y el ejercicio, por lo que hay que comprobar las etiquetas de inflamabilidad de estos productos, según el EWG.

"Es difícil comprar un asiento de coche sin retardantes de llama e imposible evitar estas sustancias químicas en los asientos de los automóviles", afirma el grupo en una hoja de consejos.

Utiliza un filtro HEPA de alta eficacia cuando pases la aspiradora, dicen los expertos. Crédito: scyther5/iStockphoto/Getty Images

Manten las sillas de coche infantiles, los colchones de espuma y los cojines de los muebles completamente envueltos en un tejido protector que no esté tratado con retardantes de llama, ya que la espuma rota y expuesta permite que las sustancias químicas se escapen más rápidamente.

Cuando vuelvas a tapizar sofás o sillas viejos, asegúrate de sustituir la espuma antigua por otra que no contenga retardantes de llama. Lo mismo ocurre con el acolchado de las alfombras, que suele estar hecho de espuma de desecho tratada químicamente; si lo haces por tu cuenta, utiliza una mascarilla y limpia con cuidado, aconseja el EWG.

Pasa la mopa húmeda y la aspiradora con frecuencia, sobre todo si hay niños en casa. Utiliza una aspiradora con filtro HEPA de alta eficacia, que puede atrapar el polvo y las sustancias químicas.