Rosita Arenas, actriz de la época de oro, cumple 90 años

Teresa García Amaro

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 19 (EL UNIVERSAL).- Uno de los rostros más bellos y tiernos de la época de oro del cine mexicano es el de Rosita Arenas, una actriz que compartió pantalla a lado de Pedro Infante, "Cantinflas", Luis Aguilar, "Tin Tan" y Arturo de Córdova y de quien aún podemos escuchar anécdotas de viva voz.

Nacida en Caracas, Venezuela, pero de padres mexicanos, Rosa Arenas Dio nació el 19 de agosto de 1933. Hija del actor Miguel Arenas, desde muy pequeña entró en contacto con el mundo cinematográfico, por lo que nunca dudó en entrar al medio del que conocía bastante, pues acompañaba a su padre a los sets de grabación.

Su primera gran oportunidad llegó bajo la dirección de Ismael Rodríguez en la cinta "¿Qué te ha dado esa mujer?" (1951) donde actuó a lado de Pedro Infante, Luis Aguilar y Carmen Montejo. Nada mal para una principiante.

Su imagen angelical conquistó rápido el gusto de productores y directores como el español Luis Buñuel, quien la invitó a participar en la cinta "El bruto" (1953), una crítica a la clase baja y que contó con la participación de otros grandes del cine: Pedro Armendáriz, Katy Jurado y Andrés Soler.

El mismo año, compartió pantalla con Mario Moreno "Cantinflas" en la película "El señor fotógrafo" y en "Los solterones", con Luis Aguilar, Andrés Soler y Carlota Solares.

Rosita Arenas siempre personificó papeles de una joven soltera en apuros, hija de familia que está en busca de su destino o que, simplemente, encuentra el amor y busca vivir feliz para siempre.

Dentro de los géneros cinematográficos, Arenas actuó en dramas, comedias y películas de terror, como "El espejo de la bruja" (1962), "La maldición de la Llorona" (1961), "La maldición de la momia azteca" (1957) o "Los autómatas de la muerte" (1962).

De su vida amorosa se sabe bastante, se casó a los 25 años luego de mantener romances con personalidades como "El Tigre" Azcárraga y, aunque se divorció pronto, no dudó en volver al altar junto al también actor Abel Salazar, con quien procreó a dos hijas. Al comenzar esta relación se retiró del medio, pero no pudo estar separada de las cámaras durante mucho tiempo y regresó en la década de los ochenta en programas unitarios de Televisa.

Actualmente está dedicada a su familia y a sus amistades y asegura que no extraña los escenarios, aunque los escenarios sí la extrañen a ella.