Reino Unido retira los bloqueadores para adolescentes trans entre acusaciones de sesgo ideológico

Reino Unido retira los bloqueadores para adolescentes trans entre acusaciones de sesgo ideológico

El Reino Unido ha prohibido los bloqueadores de pubertad para niños y adolescentes menores de 18 años, lo que lo convierte en el último país europeo en limitar el acceso al tratamiento para los menores transgénero.

La norma prohibe temporalmente la venta y el suministro de estos medicamentos, que retrasan los cambios físicos asociados con la pubertad como el crecimiento del pecho, los testículos o el vello corporal. Está prevista que entre en vigor el 1 de enero de 2025.

La decisión se basa en un estudio científico que ha sido criticada por su sesgo. Hilary Cass, la investigadora detrás de esta revisión, no tenía experiencia profesional trabajando con jóvenes trans y consultó activamente a políticos contrarios a los derechos trans durante su investigación.

Unos investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU) hicieron una crítica detallada y cuantitativa del informe, revelando que Cass no había incorporado a personas trans en su proyecto y había omitdo información crucial en su informe basándose en una metodología poco profesional.

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Los bloqueadores se ofrecen a los niños que manifestan sentirse identificados con el género opuesto al que les fue asignado al nacer, en correspondencia con sus características sexuales primarias, con el objetivo de que consideren su identidad de género. Más tarde, los adolescentes pueden comenzar a tomar hormonas como estrógenos o testosterona para desarrollar el género con el que se identifican, u optar por cirugías cuando alcanzan la mayoría de edad.

Un puñado de países europeos como Suecia, Dinamarca y Francia también han decidido limitar su uso en medio de un intenso debate médico sobre cómo cuidar al creciente número de niños y adolescentes que se identifican con un género divergente con su sexo. "Si vamos a detener la pubertad normal en ciertos jóvenes, debemos recopilar los datos con mucho cuidado", declara a 'Euronews Health' Ashley Grossman, profesora de endocrinología en la Universidad de Oxford. "Puede que haya niños que mejoren, que sientan que esto es absolutamente lo correcto, y otros para los que no sea apropiado".

¿Ha cambiado el debate público sobre los derechos trans?

Existe un aparente cambio de rumbo con respecto al llamado “protocolo neerlandés”, que durante años se consideró el estándar para la atención médica de las infancias y adolescencias trans.

En la década de 1990, las clínicas de Países Bajos comenzaron a ofrecer bloqueadores de pubertad y tratamientos hormonales a niños y adolescentes, que antes tenían que esperar hasta la edad adulta para acceder a este tratamiento.

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En un estudio publicado en 2014, unos investigadores neerlandeses informaron que el acceso a estos tratamientos había mejorado la salud mental de los pacientes y frenado su disforia de género, que es cuando alguien experimenta angustia porque su identidad de género no coincide con su sexo biológico al nacer.

Sus detractores argumentan que esos primeros estudios no hicieron un seguimiento de cómo les fue a los pacientes durante el desarrollo de su adolescencia y edad adulta. También afirman que estos empiezan a desarrollar su nueva identidad de género junto con otros problemas psicológicos y “desafíos considerables” en su desarrollo.

¿Cómo abordan los países europeos los bloqueadores?

Hay que diferenciar de nuevo entre la legislación para los bloqueadores de pubertad, puesta ahora en cuestión por Reino Unido, y la de las hormonas, que efectúa mayores cambios corporales.

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La web Trans Health Map 2024 muestra en sus datos abiertos los nueve países de la Unión Europea donde los bloqueadores no están disponibles: Irlanda, Letonia, Lituania, Chipre, Luxemburgo, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria. El caso de España es particular: solamente en Cantabria, Extremadura, Andalucía, Aragón, Cataluña y Baleares se puede acceder a los bloqueadores, debido a la descentralización de las competencias en Sanidad de las Comunidades Autónomas.

Respecto al tratamiento hormonal, según los datos de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, solamente Portugal, Italia, Austria, Croacia y Lituana no permiten que los adolescentes accedan a un tratamiento hormonal hasta los 18 años.

Algunos países priorizan los servicios de asesoramiento y apoyo sobre las intervenciones médicas para jóvenes trans. En Noruega los bloqueadores de la pubertad se limitan a los ensayos clínicos. Las autoridades suecas afirman que los riesgos superan los beneficios de los bloqueadores de pubertad, pero que el tratamiento se puede ofrecer en casos "excepcionales" a los adolescentes con disforia de género.

Francia adopta un enfoque más abierto. La academia médica francesa permite que los bloqueadores de pubertad estén disponibles a cualquier edad con el consentimiento de los padres, pero alienta "la mayor cautela" en su uso dados los posibles efectos secundarios a largo plazo, que pueden incluir osteoporosis o problemas de fertilidad.

Age at which a child can access transgender hormone therapy


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En Finlandia, se pueden administrar tratamientos hormonales a los adolescentes si está claro que su identidad de otro género es de "naturaleza permanente y causa una disforia grave". Y en España y los Países Bajos están disponibles a través de atención especializada. La fundadora de la Unidad Trànsit del Instituto Catalán de Salud dedicado a la salud y atención de las personas trans, Rosa Almirall, señala que "en España la mayoría de edad legal sanitaria se adquiere cuando se cumplen los 16 años".

Otras partes de Europa están tomando medidas para restringir la atención médica para personas trans. En Georgia, por ejemplo, el Parlamento -donde el partido gobernante prorruso tiene mayoría- aprobó una prohibición de toda la atención médica para personas trans en un intento de preservar los "valores familiares".

En otros lugares de Occidente, como Estados Unidos, el retroceso continúa. 'Human Rights Campaign', la mayor organización de Estados Unidos de defensa de los derechos LGBT, ha recopilado más de 525 proyectos de leyes anti-LGBT presentados, de los cuales 70 han sido convertidos en leyes y 220 dirigidos contra las personas trans.