El regreso del Presidente a la calle inauguró la "transición" a la pospandemia: actos, viajes y gestión para recuperar la iniciativa

"Hace falta un poco de esto", le dice Axel Kicillof a LA NACION. El gobernador bonaerense se reparte entre las decenas de pedidos de militantes que, teléfonos en mano, buscan inmortalizar el momento. Detrás suyo, Alberto Fernández camina sonriendo ante los requerimientos de otra decena de personas que se agolpan en las vallas.

"¡Con distanciamiento!", les recuerda a todos Marcelo Martín, subsecretario de Comunicación, a cargo de la puesta en escena, cuando el Presidente está a un metro de la gente. "Gracias, gracias", les dice el jefe del Estado, que toma un retrato que le hizo una de las personas que se acercaron a verlo.

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Las selfies se multiplican con velocidad. Los pedidos para mantener los cuidados sanitarios por momentos pierden efecto y por algunos segundos la situación retrotrae a las imágenes previas a la pandemia. Esa liturgia que comparten los militantes con sus líderes. El desembarco del Presidente en San Antonio de Areco, donde entregó viviendas, se convirtió para Fernández y su comitiva en un "punto de inflexión", una nueva etapa. "La transición a la pospandemia", como la definió el gobernador bonaerense.

El Gobierno busca cambiar la agenda del debate público y así retomar la iniciativa en materia de gestión. En medio de un escenario adverso, con una crisis económica que se aceleró por la pandemia y el brote de coronavirus todavía lejos de una situación controlada, Alberto Fernández recogió el mensaje que le hicieron llegar algunos de sus principales asesores, gobernadores e intendentes: entendió que llegó la hora de salir a la calle.

"Tenemos que estar cerca de la gente", graficó un jefe comunal con línea directa con el Presidente.

En esta línea es que avanza la organización de movilización nacional para el 17 de octubre, que tendrá algo de territorialidad y mucha acción en redes sociales. En el oficialismo hay muchas conversaciones internas para tratar de "conducir" la manifestación de reivindicación al Gobierno y evitar que se transforme en una aglomeración que contradiga el mensaje de cuidado y distanciamiento social ante la pandemia.

También llegó el tiempo de responder. El Presidente está enojado con los exfuncionarios del gobierno de Mauricio Macri que, desde la televisión, cuestionan las medidas que toma. Hoy, volvió a criticar con dureza a la anterior administración.

"Cuando llegamos al gobierno nos encontramos con 11.000 viviendas virtualmente terminadas que dejaron de ser construidas en el año 2015, que los argentinos están esperando que sean terminadas. No se sabe si fue por razones políticas, ideológicas, por maldad o por inoperancia", apuntó en su discurso contra el macrismo.

A su lado, Kicillof y la directora ejecutiva de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta, sonrieron y aplaudieron. El gobernador, minutos antes, había hecho un reclamo similar: "Algunos dan consejos, censuran o critican todo lo que se hace, son los mismos que deberían explicar por qué estas viviendas que se empezaron en 2015 estuvieron cuatro años paralizadas. Fue por prejuicio, ideología o incapacidad".

El Presidente, que viajó acompañado por los ministros Eduardo "Wado" De Pedro (Interior) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas); el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi; y el secretario de general de la Presidencia, Julio Vitobello, reforzó durante su discurso ese punto.

"Esto que uno cuenta es lo que se repita en cada obra que se reinicia después de un abandono de cuatro años. ¿Qué pasó? Tomamos deuda, una y otra vez. Los pícaros compraron dólares, una y otra vez. se los llevaron afuera del país, una y otra vez. Y otra vez tenemos que llegar nosotros a poner orden", sostuvo.

Y agregó: "Cuando uno habla de estas cosas no es que quiere echar culpas, estrujar el pasado ni generar diferencias. Lo único que queremos es cerrar la grieta, pero que aprendamos, que nos demos cuenta, porque detrás de cada casa inconclusa hay una lógica que subyace. Me avergüenza es que se dé vía libre a los pícaros para especular y ganar ellos solos".

La nueva etapa continuará la próxima semana con el viaje que hará el Presidente a La Rioja, provincia donde nació su padre, según contó emocionado. También volverá a compartir un acto con Kicillof en territorio bonaerense. Es algo que aspiran repetir cada semana. El distrito electoral más importante del país será el principal destinatario de las obras presupuestadas para el año próximo. El gobernador fue explícito a la hora de agradecérselo: "Alberto, viniste a despertar a la provincia de Buenos Aires".

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A eso se sumó el regreso a la Casa Rosada, al menos dos veces por semana. El martes, por ejemplo, estuvo hasta las 22. Hoy, después del acto en Areco, regresó a la Casa de Gobierno. El objetivo es recuperar la iniciativa por fuera del eje sanitario, relacionado con la imagen de la quinta presidencial de Olivos.

En este esquema, según anticiparon fuentes cercanas al jefe del Estado, serán importantes los viajes al interior del país. El Presidente busca reflotar la dinámica que tuvo durante la campaña y al principio de su mandato con los mandatarios provinciales, una fórmula que lo situó al frente del peronismo moderado.