El regreso de Duterte: el exdirigente filipino amenaza con volver si censuran a su hija

Manila, 23 nov (EFE).- El polémico expresidente filipino Rodrigo Duterte ha reaparecido esta semana para agitar el panorama político del país, amenazando con regresar a escena si se organiza una moción de censura contra su hija, la vicepresidenta Sara Duterte.

"Si hacéis eso, volveré a la política. O me presento a senador o me presento a vicepresidente aunque sea viejo...", adelantó Duterte, de 78 años, en una entrevista emitida esta semana en el medio local SMNI News.

Rodrigo Duterte, que gobernó Filipinas entre 2016 y 2022 con un estilo populista, violento y autocrático, amenazó con volver a la política nacional si organizan una moción de censura contra su hija, la actual vicepresidenta del país, Sara Duterte, que se enfrenta al escrutinio público por el uso de fondos reservados de Inteligencia.

La bravuconada del popular ex jefe de Estado llega después de semanas de agitación política y parlamentaria en Filipinas por el posible uso anticonstitucional de alrededor de 125 millones de pesos (2,07 millones de euros o 2,25 millones de dólares) provenientes de "Fondos Confidenciales" asociados al presupuesto de Inteligencia, que la Oficina de la Vicepresidencia utilizó durante 2022.

Un grupo de expertos y asesores económicos y jurídicos presentó el pasado 7 de noviembre una petición ante el Tribunal Supremo para que declare inconstitucional el uso de los Fondos Confidenciales por parte de la vicepresidenta, y pidió al Alto Tribunal que ordene la devolución del monto.

Asimismo, en una entrevista concedida este lunes, la congresista France Castro admitió que ha habido "conversaciones informales" entre varios parlamentarios sobre una posible moción de censura contra Sara Duterte.

Castro es la diputada de la Cámara de Representantes del Congreso filipino que denunció el mes pasado a Duterte ante un tribunal de Manila por "amenazas graves" contra su vida realizadas por el exdirigente durante una entrevista, caso por el que el político comparecerá ante el juez a principios de diciembre.

El mandatario, quien acabó su mandato en junio del año pasado con unos índices de popularidad muy altos y quien, según su círculo, se siente arrinconado por los últimos acontecimientos, y advirtió en su estilo en su última entrevista: "Mira, no os duele la cabeza momento, pero me veré obligado a salir de mi retiro".

EL TÁNDEM MARCOS-DUTERTE PIERDE SOLIDEZ

El actual presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., aliado de los Duterte y que concurrió en tándem con Sara Duterte por la jefatura y vicejefatura del Estado, respectivamente, declaró esta semana que una moción de censura contra la vicepresidenta sería "inmerecida" y apoyó a la hija del expresidente, según la agencia pública de noticias (PNA).

Sara Duterte, por su parte, declaró que todavía goza del apoyo de Marcos Jr.: "Estamos bien. Bueno, creo que todavía tengo la confianza del presidente", expuso el pasado lunes, según PNA.

Sin embargo, a pesar de que oficialmente sus posturas siguen siendo las de preservar la unidad, las últimas semanas las grietas de la alianza comienzan a ser visibles.

En la misma entrevista que desató la denuncia de Castro, Duterte no escatimó igualmente en críticas al Congreso filipino, al que acusó de "estar podrido", y atizó contra el poderoso presidente de la Cámara Baja y primo de Marcos Jr., Martín Romualdez, al que llamó "corrupto".

Tras las acusaciones inflamatorias de Duterte, la Casa de Representantes firmó una resolución para afianzar el poder de Martín Romualdez al frente de la Cámara Baja y "defender la integridad y el honor" de la misma, documento que no firmó la expresidenta filipina Gloria Arroyo, firme aliada de Duterte.

Días más tarde, Arroyo fue relevada del cargo de portavoz del grupo parlamentario mayoritario en la Casa de Representantes, movimiento que los expertos tradujeron en una lucha de poder entre los Marcos y Duterte.

Tanto Duterte como su exjefe de la Policía, Bato Dela Rosa, están siendo investigados por la Corte Penal Internacional (CPI) por posibles crímenes contra la humanidad por la cruenta guerra contra las drogas emprendida durante el mandato del expresidente, que segó la vida de alrededor de 30.000 personas según varias oenegés.

Hasta el momento, Marcos Jr. se ha negado a dejar entrar a los investigadores de la CPI en el país para que continúen con las pesquisas, pero los expertos señalan que si el actual presidente cede a las presiones y estos investigan en el país, el posible regreso de Duterte a la política sería complicado.

Federico Segarra

(c) Agencia EFE