Refrendan alianza y se radicalizan contra el bloqueo

Víctor Gamboa y Pedro Villa y Caña, enviados

CAMPECHE, Camp., febrero 12 (EL UNIVERSAL).- En su quinto encuentro (cuatro en México y uno en Cuba), los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Miguel Díaz-Canel no desaprovecharon la oportunidad para demostrar no sólo la gran química que existe entre ellos, sino la empatía y las coincidencias políticas e ideológicas que los unen.

Con amplias sonrisas y con abrazos efusivos durante toda la visita del mandatario cubano a Campeche, no dudaron en intercambiar elogios y en dejar muy en claro que están decididos a que la alianza histórica y los lazos de cooperación entre ambas naciones se mantengan y se consoliden.

Pero más allá de eso, los mandatarios se unieron en una sola voz para condenar el bloqueo económico de más de seis décadas de Estados Unidos a Cuba, y el presidente López Obrador radicalizó su postura, al anunciar que México encabezará a un grupo de países para exigir el cese de esa política "inhumana".

Además de convocar a una cumbre de países progresistas, en donde se tratarían temas como la inflación, la seguridad alimentaria, la regulación sanitaria, entre otros.

También se acordó promover en foros internacionales, como el G-20 y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se elimine el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba y que se retire de la lista de países terroristas.

En la corta visita de Díaz-Canel de 24 horas a México, destacó la constante evocación a figuras como Fidel Castro, Lázaro Cárdenas, Ernesto Che Guevara y Raúl Castro, artífices de la histórica relación de amistad entre México y Cuba, así como de José Martí.

En este marco, López Obrador calificó a Fidel Castro como "un visionario" y "un gigante" que comenzó a forjar la formación de médicos para que Cuba se consolidara como uno de los países con mejores sistemas de salud del mundo: "Eso no lo hace sólo un hombre de Estado, eso lo hace un hombre de nación, un visionario, un gigante, al que le rendimos un homenaje por esa gran obra que han continuado ustedes".

En este sentido, pidió al gobierno de Díaz-Canel la ampliación del convenio para que vengan más médicos de la isla para atender el déficit que registra nuestro país.

En su recorrido por la zona arqueológica de Edzná, ambos mandatarios escucharon la explicación de los antecedentes históricos de esas ruinas mayas, por parte del director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, quien también destacó los hallazgos arqueológicos en la construcción del Tren Maya.

"Va a significar una nueva visión del patrimonio arqueológico de México", destacó el titular del INAH.

Acompañado de su esposa Lis Cuesta Peraza, y con el Altar de la Gran Acrópolis de fondo, el presidente Díaz-Canel recibió la condecoración del Águila Azteca. Se dijo muy contento de estar en México y calificó de "impresionante" el proyecto del Tren Maya, al que Cuba aportará toneladas de balasto.

Mientras, con los rayos del sol a plomo, las integrantes de ambas comitivas sudaban la gota gorda, por lo que por cortesía, un empleado del gobierno ofreció sombreros tipo Panamá, que todos los miembros de las delegación cubana aceptaron, y sólo algunos de la mexicana, como el director del IMSS, Zoé Robledo, quien desde temprano en el aeropuerto presentó una ligera hemorragia nasal.

Como buen anfitrión, el Presidente acompañó desde su llegada al mandatario cubano y a su esposa, a quienes les hizo un recorrido y les ofreció una comida privada en el Centro Histórico de Campeche, la única ciudad amurallada de nuestro país.