La NO REBELIÓN de los mexicanos ante el abuso de poder

La NO REBELIÓN de los mexicanos ante el abuso de poder
La NO REBELIÓN de los mexicanos ante el abuso de poder

El 2017 llegó con malas noticias para la economía de las familias que tendrán que seguir haciendo consumos de las mercancías trasladadas, por medio de autotransportes que deben pagar las tarifas que por decreto el Gobierno Federal impuso a las gasolinas y el diésel; lo mismo sucederá con las nuevas tarifas de la electricidad y ambos energéticos propiciarán, de manera inevitable, que la industria y el comercio trasladen sus costos a los precios finales que los consumidores, que el público en todo el país, deberá pagar.

Diversos grupos se manifiestan en contra de las alzas a los precios de las gasolinas y la electricidad en diferentes entidades. Algunos agregan en sus pancartas denuncias en contra de la corrupción de los gobernantes. Otra calamidad que afecta el bienestar de la gente y deja al descubierto los abusos del poder y la impunidad que disfrutan los políticos con el cumulo de leyes que ellos mismos diseñan para no ser alcanzados por la justicia.

Hoy llama la atención que los mexicanos salgan a las calles a cuestionar las determinaciones de los gobernantes y ante la ausencia de respuestas a las demandas populares, se extiende por diversas partes del territorio nacional, la práctica de los grupos comunitarios de hacerse justicia por propia mano. Eso indica el vacío de poder y la insuficiencia de los gobernantes para rectificar sus propias determinaciones e instrumentar y concertar soluciones de fondo que pongan límites a la corrupción, la impunidad y el abuso del poder.

La protesta en casi todo el país, motivada por el afán recaudatorio de los gobernantes, aunque parece extensa no lo es. No dejan de ser grupos relativamente reducidos y en algunos casos extremistas con posibles intereses políticos, los que salen a las calles a protestar para poner en practica estrategias de propaganda que les permitan acreditar el discurso de denuncia en contra del gobierno en sus tres órdenes y en sus tres niveles, pensando en los relevos que se llevarán a cabo en el supremo poder presidencial y legislativo del 2018.

México no deja de ser un país de contrastes culturales que definen su diversidad y la coexistencia en un mismo tiempo de diferentes épocas, costumbres, lenguajes y cosmovisiones que no permiten aún afirmar la consolidación de una sola nación.

Las protestas que difunden los medios de comunicación se originan en el surgimiento de la tendencia a utilizar las nuevas tecnologías para participar en las redes sociales, dar como ciertas las convocatorias que ahí se plantean y acudir a un punto de reunión aceptando una consigna con la que se identifican. El fenómeno no se presentaba antes y se caracteriza por la ausencia de líderes que militan en las agrupaciones políticas formales, como los partidos, aunque estos buscan aprovecharlas y manipularlas.

Según estudiosos de la cultura política, "Para los mexicanos la política contiene connotaciones siniestras en esa pequeña fracción de la realidad personal y social que es la expresión manifiesta, abierta, directa. Política es sinónimo todavía para ellos de mentira, demagogia, manipulación, arbitrariedad, agresión, injusticia, traición…" (Delhumeau Arrecillas Antonio, Los Mexicanos Frente al Poder, Instituto Mexicano de Estudios Políticos, A. C. 1973)

Los componente de la definición que para los mexicanos tiene el concepto Política parecen desaparecer al responder la convocatoria de las redes sociales, pero se mantienen en cuanto a la protesta en la que se denuncia precisamente la "mentira, demagogia, manipulación, arbitrariedad, agresión, injusticia, traición…" de que han sido objeto por parte de los políticos que en sus discursos comprometen algo que posteriormente no cumplen, como mantener estables los precios de las gasolinas y la electricidad, como dijo el presidente Peña Nieto, cuando buscaba el apoyo social y político que le permitió promover la reforma energética que abrió las puertas a la empresa privada nacional y extranjera a la industria petrolera mexicana.

La determinación se elevar los precios de las gasolinas, el diésel y las tarifas eléctricas se da en el preámbulo de la disputa por el poder que tendrá lugar, en términos locales, en cuatro entidades en 2017, pero que marcarán la pauta de las elecciones federales que dentro de un año estarán en su etapa inicial.

No deberá extrañar que en 2018 el discurso de los partidos y sus candidatos sea denunciar la corrupción y la impunidad y asegurar que ellos si cumplirán sus compromisos de campaña.

Los levantamientos en contra del gobierno podrán multiplicarse como parte de la estrategia de los partidos y grupos de presión que ya no encuentran interlocución en las esferas de poder federal, estatal y municipal y ante el surgimiento de nuevos jugadores que, con una cultura política diferente, influenciada por la abundancia de información en los medios de comunicación, buscan participar en la disputa por el poder. Debe agregarse, ante el descredito de los partidos, la aparición de candidatos "independientes" que buscan el poder sin, aparentemente, "compromisos" con los grupos tradicionales, como son los partidos, empresarios y grupos religiosos, lo que parece una propuesta que solo compran los ingenuos.

No debe esperarse un levantamiento en armas en el país, no ha sucedido antes, y cuando históricamente se han dado estas confrontaciones, su dimensión ha sido local. La ultima estuvo a cargo de los indígenas de Chiapas agrupados en el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Si debe esperarse el voto de castigo en 2018. Unos lo propician y otros buscan beneficiarse.