Los rebeldes hutíes lanzan su primer ataque contra un buque después de los bombardeos masivos de EE.UU. y sus aliados

Esta foto de distribución de la Armada estadounidense tomada el 29 de abril de 2015 muestra al USS Laboon (DDG-58) navegando hacia la bahía de Souda, Grecia.
Esta foto de distribución de la Armada estadounidense tomada el 29 de abril de 2015 muestra al USS Laboon (DDG-58) navegando hacia la bahía de Souda, Grecia. - Créditos: @JEFFREY RICHARDSON

DUBÁI.- Rebeldes hutíes en Yemen lanzaron un misil de crucero antibuques contra un destructor estadounidense en el mar Rojo el domingo, aunque un caza estadounidense lo derribó, y otro contra un barco mercante el lunes. Los últimos incidentes se sumaban a otros ataques que han remecido el tráfico naviero global durante la guerra de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza, según las autoridades.

Se trata de los primeros ataques de los hutíes reportados por Estados Unidos desde que Washington y sus países aliados lanzaron un ataque masivo el viernes contra los rebeldes tras semanas de agresiones contra mercantes en el mar Rojo.

“Le decimos a Estados Unidos que serán derrotados (...) Yemen se convertirá en el cementerio de los estadounidenses y abandonarán la región humillados”, declaró Ali Al Qahum, un alto cargo de los hutíes, en una entrevista publicada este lunes por la agencia iraní IRNA, horas después de que Washington anunciara el derribo del misil antibuque.

“Los dirigentes, las Fuerzas Armadas y el pueblo de Yemen están plenamente dispuestos a entrar en una guerra directa y total contra el Gran Satán para defender Palestina”, enfatizó Al Qahum.

El misil hutí del domingo iba dirigido contra el USS Laboon, un destructor de clase Arleigh Burke que opera en la zona sur del mar Rojo, según, un comunicado del Comando Central del ejército estadounidense.

El proyectil salió desde cerca de Hodeida, una ciudad portuaria del Mar Rojo que los hutíes controlan desde hace tiempo, señaló Estados Unidos, que dijo que no se habían reportado daños ni heridos.

Por su parte, la Oficina de Operaciones Marítimas de Comercio del Reino Unido (UKMTO), que supervisa el tráfico en el mar Rojo, anunció el lunes que un barco mercante estadounidense “fue alcanzado desde arriba por un misil” al sureste de la ciudad portuaria de Adén, en el sur de Yemen.

Más tarde el Comando Central del ejército de Estados Unidos confirmó la noticia. “Militantes hutíes respaldados por Irán dispararon un misil balístico antibuque desde zonas de Yemen controladas por los hutíes e impactaron contra el M/V Gibraltar Eagle, un buque portacontenedores de bandera de las Islas Marshall, propiedad y operado por Estados Unidos. El buque no ha registrado heridos ni daños significativos y prosigue su viaje”.

Otros detalles se supieron a través de la empresa británica especializada en riesgos marítimos, Ambrey, que precisó que se produjo un incendio a bordo de un granelero de propiedad estadounidense con bandera de las Islas Marshall, pero no hubo heridos y la carga aún está en condiciones de navegar.

Según la empresa británica, el ataque, al igual que el del domingo, “tuvo como objetivo intereses estadounidenses en respuesta a los ataques estadounidenses contra posiciones hutíes en Yemen”.

Peligro para el tráfico marítimo

Los hutíes se han centrado en ese crucial corredor que conecta los cargamentos de energía y mercancías de Asia y Medio Oriente con el Canal de Suez y desde allí con Europa. Los ataques en protesta por la guerra entre Israel y Hamas amenazan con convertir ese conflicto en una conflagración regional más amplia.

No estaba claro si Estados Unidos tomaría represalias por los últimos ataques, aunque el presidente, Joe Biden, ha dicho que no dudará “en dirigir más medidas para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional si fuera necesario”.

Partidarios de facciones proiraníes ondean varias banderas en la plaza Tahrir de Bagdad, durante una protesta contra los ataques de las fuerzas estadounidenses y británicas contra los rebeldes hutíes de Yemen, y contra la presencia de fuerzas estadounidenses en Irak, el 13 de enero de 2024.
Partidarios de facciones proiraníes ondean varias banderas en la plaza Tahrir de Bagdad, durante una protesta contra los ataques de las fuerzas estadounidenses y británicas contra los rebeldes hutíes de Yemen, y contra la presencia de fuerzas estadounidenses en Irak, el 13 de enero de 2024. - Créditos: @MURTAJA LATEEF

La semana pasada, los ataques liderados por Estados Unidos alcanzaron 28 puntos en su primer día y golpearon más de 60 objetivos con misiles de crucero y bombas lanzadas desde cazas, barcos militares y un submarino. Entre los lugares alcanzados había depósitos de armas, radares y centros de mando, incluso en zonas remotas de montaña, según Washington.

Los hutíes aún no han reconocido el alcance de los daños por los ataques, que según dijeron mataron a cinco de sus soldados e hirieron a otros seis.

Las fuerzas estadounidenses continuaron el sábado con un ataque a un radar de los hutíes.

Los ataques han reducido el tráfico naviero por el mar Rojo. La Armada estadounidense advirtió el viernes a los barcos con bandera de Estados Unidos que se mantuvieran alejados de zonas en torno a Yemen en el mar Rojo y el Golfo de Adén durante 72 horas tras los ataques iniciales.

Por su parte, los hutíes afirmaron sin presentar pruebas que Estados Unidos había atacado un lugar cerca de Hodeida el domingo en torno a la misma hora que el fuego de misil de crucero. Washington y Londres no reportaron ningún ataque, lo que sugería que la detonación podría deberse a un fallo de un misil hutí.

Desde noviembre, los rebeldes han atacado de forma reiterada a barcos en el mar Rojo, lo que describieron como una venganza por la ofensiva israelí en Gaza contra Hamas. Pero a menudo han ido tras barcos con lazos escasos o dudosos con Israel, poniendo en peligro el tráfico mercante en una ruta crucial para el comercio global.

Incluso el líder del grupo armado libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, mencionó de forma indirecta los crecientes ataques hutíes contra embarcaciones en un discurso el domingo, al decir que “el mar se ha convertido en un campo de batalla de misiles, drones y buques de guerra” y acusar a los ataques estadounidenses de agravar las tensiones marítimas.

“Lo más peligroso es lo que hicieron los estadounidenses en el mar Rojo, perjudicará la seguridad de toda la navegación marítima”, afirmó Nasrallah.

Aunque el gobierno de Biden y sus aliados han intentado rebajar la tensión en Medio Oriente desde hace semanas e impedir cualquier conflicto más amplio, los bombardeos en el mar Rojo amenazan con provocar uno.

Un hombre protesta tras los ataques aéreos de Estados Unidos y Reino Unido contra instalaciones militares hutíes en Saná, Yemen.
Un hombre protesta tras los ataques aéreos de Estados Unidos y Reino Unido contra instalaciones militares hutíes en Saná, Yemen. - Créditos: @Osamah Yahya

Arabia Saudita, que respalda al gobierno yemení exiliado contra el que combaten los hutíes, intentó distanciarse de los ataques contra objetivos hutíes en un esfuerzo de mantener un delicado cese de hostilidades con Irán y una tregua que tiene en Yemen.

La guerra en Yemen que lidera Arabia Saudita con apoyo estadounidense comenzó en 2015 y se ha cobrado más de 150.000 vidas, entre civiles y combatientes. El conflicto ha creado uno de los peores desastres humanitarios del mundo, que ha causado decenas de miles de muertes adicionales.

El ejército estadounidense no especificó que el fuego fuera dirigido contra el Laboon, en línea con la costumbre de Washington desde que comenzaron los ataques hutíes. Sin embargo, marineros estadounidenses han recibido enseñas de combate por sus acciones en el mar Rojo, algo que sólo se concede a los que enfrentan hostilidades activas de una fuerza enemiga.

Agencias AP y DPA