¿Realmente pueden erradicar a las monstruosas pitones invasoras del sur de Florida?

En el sur de la Florida se han implementado varios métodos para atrapar y eliminar a las enormes pitones birmanas, pero su erradicación “es probablemente imposible” y el problema de invasión de esta especie representa “uno de los más difíciles” de resolver en todo el mundo, advirtió el Servicio Geológico de EEUU (USGS, en inglés).

Ian Bartoszek, Gerente de Proyectos de Ciencias Ambientales de la Conservancy of Southwest Florida (1 izq), el biólogo Ian Easterling y el voluntario de Conservancy Edward Mercer llevan una pitón birmana de 15 pies y 110 libras atrapada con una serpiente “exploradora”.
Ian Bartoszek, Gerente de Proyectos de Ciencias Ambientales de la Conservancy of Southwest Florida (1 izq), el biólogo Ian Easterling y el voluntario de Conservancy Edward Mercer llevan una pitón birmana de 15 pies y 110 libras atrapada con una serpiente “exploradora”.

El constrictor gigante tenía una población reproductora establecida en el Parque Nacional de los Everglades en 2000 y desde ese año se ha expandido ocupando ahora gran parte del sur de Florida. Consume una amplia gama de animales y ha alterado la red alimentaria y el ecosistema de esa zona, detalló USGS en un informe.

El problema surge de una combinación única de hábitat inaccesible con la capacidad de estas serpientes de camuflajearse y que se adaptan muy bien en el ambiente subtropical del sur de la Florida, “lo que las hace extremadamente difíciles de detectar”.

La ecologista del USGS Jacquelyn Guzy, autora principal de la publicación, destacó que por primera vez toda la ciencia sobre la ecología de las pitones y las posibles herramientas de control se han consolidado en un solo documento, lo que permite identificar áreas de investigación importantes para ayudar en futuras estrategias de gestión de estas culebras.

“Esta síntesis es un hito importante sobre la pitón birmana. Seis años en desarrollo, representa el consenso de la comunidad científica sobre la invasión” de estas serpientes afirmó.

Explicó que uno de los problemas más importantes de la invasión de pitones birmanas ha sido la dificultad de detectar o atrapar a estas enormes culebras en un inmenso paisaje natural.

“Las pitones no entran fácilmente en ningún tipo de trampa, ocupan grandes extensiones de hábitat inaccesible y se camuflan muy bien en el entorno subtropical de Florida”, precisó Guzy.

Estas enormes serpientes, que han impactado severamente a las especies y ecosistemas nativos, se encontraron en los pantanos de los Everglades en 1979 en Miami-Dade y se consideró que fueron liberadas o se escaparon, hasta inicios de 2000 cuando se confirmó una población reproductora y se reconoció como una especie invadora establecida.

Ahora se encuentran en los Condados Broward, Palm Beach, Monroe y en la costa suroeste del estado.

“Las tasas de detección de pitones individuales extremadamente bajas obstaculizan nuestra capacidad tanto para estimar la abundancia de pitones como para expandir las herramientas de control en el extenso paisaje natural”, dijo la ecologa de investigación del USGS, Kristen Hart.

Esa baja probabilidad de detección es un desafío importante para la investigación y el manejo de erradicación.

Desafío logístico y financiero

En el informe se indicó que la supervivencia anual no ha sido bien establecida para las pitones, en parte porque los tamaños de muestra requeridos y la duración de los estudios para las estimaciones basadas en telemetría son un desafío logístico y financiero.

Sin embargo, se presume que la supervivencia es alta porque las pitones birmanas adultas en el sur de la Florida alcanzan tamaños que son demasiado grandes para que la mayoría de los depredadores las maten.

Usando estimaciones de supervivencia basadas en especies de serpientes grandes como la pitón de agua australiana, Liasis fuscus, se estimó una tasa de supervivencia anual del 90% para las pitones birmanas adultas en condiciones climáticas típicas en el sur de la Florida.

El informe, que muestra los resultados de décadas de investigación financiada por el USGS sobre la pitón y las posibles herramientas de control, señaló que pocas especies nativas son lo suficientemente grandes como para cazar a estas gigantes culebras adultas y, hasta el momento, los caimanes parecen ser sus principales depredadores.

Los huevos de pitón birmana también son vulnerables a depredadores como los gatos monteses y en experimentos de laboratorio han sido depredados por la hormiga de fuego roja invasora.

Explorar técnicas novedosas

Debido a que la pitón birmana se ha extendido por todo el sur de la Florida, la erradicación en toda la zona no es posible con las herramientas existentes, se afirmó en el informe.

Sin embargo, los investigadores del USGS y las instituciones asociadas están explorando posibles técnicas novedosas, como el biocontrol genético, que “algún día puede proporcionar una vía hacia la supresión de la población a mayor escala”.

Mientras tanto, áreas importantes de investigación, según la publicación, incluyen la historia de la vida reproductiva y la estimación de tasas vitales demográficas como la supervivencia, para ayudar a los científicos a evaluar y refinar las herramientas de control existentes.

Con herramientas de control mejoradas, los investigadores pueden reducir la expansión de la población y minimizar el impacto futuro de las pitones en el medio ambiente.

Pero “en general, la erradicación de pitones en el sur de Florida probablemente es imposible. La supresión de la población de pitones, incluso a escala local, requerirá la coordinación estratégica de investigadores, administradores de tierras, financiamiento, divulgación pública, implementación de varias herramientas complementarias diferentes y una evaluación rigurosa de estas herramientas”, se concluyó en el informe.