Por qué se agrietan los labios y cómo evitarlo
Labios agrietados, partidos o cuarteados, son distintos nombres que se usan para señalar la sequedad en esa zona.
Es una lesión muy común, ya que los labios se encuentran en constante exposición con agentes externos agresivos. Veamos qué puedes hacer para cuidar tus labios y evitar que se agrieten.
La piel se compone de tres capas: la capa externa (epidermis), la piel subyacente (dermis) y el tejido subcutáneo. Si la capa más externa de la epidermis no contiene suficiente agua, la piel perderá elasticidad y se sentirá áspera.
Las encargadas de prevenir la deshidratación son las glándulas sebáceas, que sintetizan el sebo, una sustancia lipídica que lubrica y protege la superficie de la piel.
En los labios podemos encontrar glándulas sebáceas, aunque en menor cantidad que en el resto de la piel, por lo que es común que se agrieten.
- Remedios caseros para aliviar codos resecos
Otra razón que explica la sequedad labial es que en esa zona no hay melanina, un pigmento que, entre otras cosas, se encarga de proteger la piel contra los efectos de la luz solar. Otros factores que pueden causar labios agrietados son:
Alimentación: cuando la dieta es desequilibrada o pobre en nutrientes que favorecen la hidratación de la piel, como vitaminas A, B y C, existe un mayor riesgo de que las efectos de la deshidratación se acentúen, incluidos los labios secos.
Calefacción y aires acondicionados: ambos dispositivos resecan el ambiente, y, con ello, la piel de los labios.
Cambios de temperatura: tanto el frío como el calor intensos provocan una importante pérdida de agua en la piel. Este efecto es más agresivo cuando los cambios de temperaturas son brucos o constantes.
Fumar: el contacto del cigarrillo con los labios favorece el agrietamiento y la irritación.
Uso de cosméticos: utilizar ciertos productos, especialmente aquellos que no son adecuados para los labios, puede causar irritación y sequedad.
Cómo prevenir las grietas en los labios
Los labios agrietados no son una afección grave, pero pueden resultar muy molestos. Por suerte, existen formas sencillas de prevenir que se sequen:
Evita lamer tus labios
La saliva se evapora rápidamente, dejando los labios más secos que antes de que pases tu lengua. No te lamas los labios o controla ese hábito, una buena forma de lograrlo es evitando el bálsamo labial con sabor, que puede tentarte a hacerlo con más frecuencia.
Evita los alérgenos
Trata de no tener contacto con irritantes o alérgenos, como fragancias o tintes. Estos suelen estar en los productos cosméticos o para el cuidado de la piel. Consulta las etiquetas o con un dermatólogo para encontrar las opciones más adecuadas para tu cuerpo.
Hidrátate
Para evitar que los labios se resequen, una buena hidratación es clave. Procura beber entre 2 y 2 ½ litros de agua al día, y humedecer el aire de tu casa, si es muy seco, con un humidificador.
Lubricantes y protección
Antes de salir en climas fríos y secos, aplica una crema o bálsamo lubricante para los labios que contenga protector solar. Recuerda aplicar con frecuencia mientras estés al aire libre. También es buena idea cubrirte los labios con una bufanda.
Respira por la nariz
Respirar por la boca puede favorecer un ambiente propicio para que los labios se sequen, especialmente cuando sales en climas fríos o secos.
Cómo tratar los labios secos
Si tus labios ya sufrieron deshidratación y se agrietaron, puedes probar con las siguientes opciones para aliviar las heridas y humectarlos:
Aloe vera
El aloe vera o sábila es una planta ampliamente reconocida por sus propiedades medicinales. Entre ellas se encuentra acelerar la recuperación de heridas causadas por quemaduras. Esto es posible gracias a que posee ácido acetilsalicílico, que le proporcionan un efecto anestésico y analgésico.
Su fluido también parece atraer el flujo sanguíneo hacia las zonas afectadas por heridas, por lo que puede acelerar la recuperación de grietas o lesiones en los labios.
Cómo usarlo: corta una hoja de aloe vera, ábrela por la mitad y retira el acíbar, es decir, el jugo o gel transparente en su interior. Coloca la cantidad necesaria en la zona de los labios y deja que absorba.
Leche
La leche es un excelente hidratante no solo cuando se bebe, sino cuando se utiliza tópicamente.
Sus nutrientes, como vitaminas A y B, fósforo, hierro, magnesio, selenio, zinc, y, fundamentalmente, calcio, ayudan a equilibrar el pH. Esto resulta muy útil para evitar la resequedad.
Cómo usarla: un remedio casero muy popular consiste en utilizar leche fría y distribuirla con un algodón sobre la zona afectada. Esto brindará rápido alivio (evitando que te rasques y empeores la lesión) y a la larga humectará la piel del labio.
Miel
La miel es un alimento rico en agua, nutrientes y proteínas, por lo que, además de utilizarse con fines gastronómicos, también es muy útil para combatir o tratar muchas enfermedades, incluida la resequedad.
Cómo usarla: puedes aprovechar las propiedades humectantes de la miel aplicándola directamente sobre los labios y dejando que actúe durante 15 o 20 minutos. Otra opción es preparar un humectante con miel y aceite de almendra u oliva (se mezclan en cantidades iguales).
Tomate
El tomate es un gran alimento para usar con fines medicinales, especialmente en el cuidado de la piel. Esto se debe a que posee una importante cantidad de vitaminas A, B, C, E, y K, minerales, como cobre, fósforo, magnesio, manganeso y potasio, fibra, compuestos antioxidantes, y una gran porcentaje de agua.
Cómo usarlo: utiliza un tomate frío, previamente reservado en la nevera. Córtalo en rodajas, aplícalo sobre los labios, y déjalo actuar hasta que notes mejoras. También puedes mezclarlos o triturarlo para untar la preparación con algodón sobre los labios.
Si el agrietamiento de tus labios es severo, no responde al tratamiento convencional, o a los cuidados en casa, deberás consultar a tu médico.
Recuerda, aunque en raras ocasiones, los labios agrietados persistentes pueden indicar un problema subyacente.
Para recordar:
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.
No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.